Instrucciones para abrir una lata de atún
Prohibido hablar del apocalipsis, esa es la regla principal para no perder la cabeza cuando llevas días encerrado en tu casa, y ya se te han acabado las cosas que hacer y las ideas que plasmar, es tal el nivel de aburrimiento y cansancio mental, que por tu cabeza pasan ocurrencias aleatorias y de repente una voz en tu cerebro dice “nunca me había planteado casarme en un ascensor”, ¿por qué?, nadie lo sabe, quizás porque piensas que si te quedas atascado en uno, con el amor de tu vida, al ir a comprar el pan, tienes la suerte de que un vecino os oye, no os puede sacar, pero puede casaros, y como no tienes ni idea de si vas a salir de ahí, decides hacerlo.
No sabes cómo has llegado a ese pensamiento, y decides que lo mejor es despejarte, levantarte del sofá y hacerte la comida de una vez, preparas los macarrones y coges del armario una lata de atún, la sacas del cartón y tiras del abrefácil con cuidado para no cortarte.
Suspiras una vez sentado en la mesa, te llevas el tenedor a la boca, pero frenas al oír un grito de los vecinos que te desconcierta por un momento, hasta que recuerdas a su mascota, y pones los ojos en blanco mientras piensas que no, no puedes llamar brócoli a tu gata.