Grow Up o cómo perder una valiosa tarde de otoño.

Dec 27, 2011 00:00

Aprovechando el éxito de mi entrada anterior os voy a explicar mi última experiencia en el mundo de la búsqueda de trabajo.

Lo de Tutti Care no es un caso aislado, como la gran mayoría de vosoros sabréis. Las empresas de estructura piramidal (tú curras como una puta recorriéndote las calles para vender y yo me forro a tu costa) han proliferado cual setas venenosas y los incautos buscadores de trabajo, rozando la desesperación, cogen cualquier cosa esperando poder llegar a final de mes de forma digna. Desgraciadamente, con este tipo de trabajos no llegas ni de forma digna ni de forma indigna. Te quedas por el camino, ya sea porque no cumples objetivos o porque, presa de la desesperación, te pegas un tiro.

Hace escasas semanas tuve una experiencia similar a la de Tutti Care. Esta vez acudí a una oferta de administrativa comercial. No sabía cual de las dos labores pesaría más pero, viendo que me llamaron pocas horas después de apuntarme, deduje que, posiblemente, la de comercial. Además, me dijeron que estaban muy interesados en hacerme la entrevista. ¡Y vale, suena guay de cojones, pero todos sabemos que ninguna empresa está MUY interesada en ti! Por lo menos no cuando tiene 50 personas en una sala de espera...
El caso es que volví a mirar la oferta para ver los datos de la empresa y, para mi "sorpresa", no decía absolutamente nada de condiciones ni de la actividad de la supuesta multinacional. Barajé dos opciones: o bien era un trabajo de espionaje internacional o bien era una puta mierda de curro.
Más por curiosidad que por otra cosa, decidí acercarme al lugar de la estafa, Avenida Carrilet nº 219, 3º 4ª, que era donde me habían citado para la entrevista. Allí descubrí que no iba a trabajar para la FBI, precisamente.

Llegé allí y me encontré una oficina totalmente desnuda y un cartel cutrísimo donde se leía GROW UP. Esperé en la salita de la entrada y, al cabo de unas tres o cuatro personas (de toda clase y condición), me llamaron para la entrevista. Las oficinas estaban practicamente vacias. ¿Mobiliario de la oficina? 2 mesitas y media docena de corchos con fotos de gente abrazándose y riendo (¡super buenrollero!). Ni un puto portátil.

El caso es que empieza la entrevista y, casualidades de la vida, el pavo también ha estudiado publicidad, igual que yo. Y, ni corto ni perezoso (y pensando que soy gilipollas) me empieza a explicar que la empresa es una multinacional (cuyo nombre no menciona) que tiene un montón de sedes por el mundo y que son los encargados de llevar la publicidad de COCA COLA y de los LAKERS. Que es como ir a la peluquería del barrio y que te digan que esa misma tarde han peinado a Madonna y a Beyoncé.

Pero no contento con la flipada que se acaba de pegar, me explica que mi trabajo consistiría en hacer de todo un poco: contable, administrativa, gestora de eventos, supervisora de cantera de clientes... un trabajo, segun él, dinámico y polivalente (¡cuanto daño han hecho estos adjetivos a los pobres y humildes trabajadores...!) Cualquiera con dos dedos de frente sabe que una multinacional no busca un empleado "multitareas", como haría una PYMES, sino trabajadores especializados que cubran cada una de las labores de su "multinacional". Y más si eres una empresa de publicidad y contratas a una publicitaria. Es de cajón.

Además, te pedían que te pasaras un día entero de formación con ellos para ver si realmente valias o no para el trabajo. O sea, que trabajaras gratis en algo que, seguramente, les iba a aportar beneficio. Toma ya. Sin contarme un pelo le pregunté si toda esa mandanga que me estaba explicando no sería para ponerme a trabajar como comercial a puerta fría. Por lo visto di en el clavo porque, indignadísimo, me preguntó, con un tono que no tocaba, que si en algún momento me había mencionado la palabra "comercial" . Ya hasta los huevos de perder el tiempo, me levanté y le dejé con la palabra en la boca. Evidentemente, no me han llamado.

Para rematar la tarde, cuando ya estaba esperando al ascensor, se me acercó un chico y me pregunto de qué iba la entrevista. Le expliqué mi impresión al respecto y le pregunté a qué se dedicaba. El pobre muchacho era transportista, lo que ya me confirmó que se trataba de un fraude y que llamaban a cualquier trabajador para ver si lo metían en su jodida secta piramidal. Al parecer casi todo el mundo salió con esa impresión, así que espero que les esté costando engañar a la gente.

Por suerte, justo después de hacer esa entrevista realicé otra mucho más seria y, gracias a eso, tengo un trabajito de media jornada que, si bien no es para echar cohetes, me arranca de esas jodidas listas del paro que a todos nos quitan el sueño.

Ahora empieza la cruzada de buscar curro como ilustradora freelance. ¿Algún consejo, chicos? D:

personal

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