Troublemaker [ChanBaek] - Capítulo 5 (Final)

Jan 04, 2017 13:22

ChanYeol lo llevó a la cafetería que habían visitado la primera vez. BaekHyun sintió un montón de sensaciones al atravesar la puerta, tomado de la mano de ChanYeol.

Lo había pasado bastante mal en ese tiempo en el que el alto desapareció. El día siguiente a que lo dejara esa noche en su portal, había llamado a sus amigos echo un mar de lágrimas y a pesar de que pedía consuelo, jamás les contó que había pasado.

El resto de días de vacaciones se lo pasó como una especie de alma en pena que casi le costó el suspenso de los exámenes de enero sino fuera porque KyungSoo y MinSeok habían ido a su rescate. Lo obligaron a ducharse, verse presentable, comer bien y estudiar. Así que puede decir que no le fue tan mal.

En realidad, no sabía muy bien por qué se había deprimido tanto después de aquello. Algo dentro de él se había sentido traicionado y otra parte tenía miedo. Pero el problema era que todo eso le había dolido y aún más porque quería a ChanYeol. Había descubierto que de verdad lo quería tras estar tanto tiempo separado de él.

Por eso mismo al verlo ese día esperándolo como solía hacer, no pudo evitar echarse encima de él porque realmente lo había extrañado. Sin embargo, aún esperaba una explicación de parte de ChanYeol.

Se sentaron en una de las mesas y pidieron un chocolate caliente porque fuera hacía frío y nada mejor que eso para calentar el cuerpo. Antes de que el alto empezara a hablar se miraron por unos segundos y sí, BaekHyun lo había echado mucho de menos.

-Mira que he pensado en la manera de decirte esto, pero ahora se me ha ido de la cabeza -dijo el alto frotándose la nariz.

BaekHyun se limitó a verlo con sus ojos serios, dándole a entender que no le importaba cómo se lo dijera, mientras le explicara.

-Creo que lo mejor es que empieces por el principio.

-Sí, supongo que sí -se mantuvo callado un momento, reorganizando sus pensamientos y encontrando la mejor manera de explicarle a BaekHyun el porqué de lo que pasó.

Cuando llegaron las tazas humeantes de chocolate, el pelirrojo empezó su relato. Le contó todo, desde cómo había acabado en la pequeña mafia de Kris y los trabajos que tenía que hacer, hasta que lo conoció y lo que empezó a sentir por él, acabando por aquella noche y como JongDae y él planearon atrapar a Kris con la ayuda de la policía.

El castaño no intervino en ningún momento y aunque su rostro se mantuvo serio todo el tiempo, ChanYeol pudo notar los cambios en el brillo de sus ojos. Supo que estaba sorprendido y quizás un poco escandalizado, pero le causó una ternura infinita cuando sus rasgos se relajaron y se sonrojó cuando ChanYeol se le confesó indirectamente mientras contaba su historia.

Al acabar volvieron a quedarse en silencio, principalmente porque BaekHyun intentaba procesar todo lo que el alto le había dicho. Había estado en lo correcto al suponer que ChanYeol llevaba la palabra “problemas” encima, pero nunca había sospechado que hasta tal punto.

Sin embargo, se llenó de un sentimiento de calidez que se expandió por todo su cuerpo cuando le contó cómo se empezó a enamorar de él y cómo él había sido su impulso para salir de esa vida. No pudo evitar esbozar una sonrisa ante eso.

-De verdad eras un chico malo -fue lo primero que dijo, dejando escapar una pequeña risita.

-Sí, lo era. En pasado, ya no -y le encantó poder decir eso y que fuera verdad-. Entonces… ¿qué va a pasar ahora?

-¿A qué te refieres? -le preguntó confundido.

-Sobre nosotros -respondió señalándolos a ambos con su dedo índice.

-No sé, ¿tú qué quieres que pase?

ChanYeol alargó la mano por encima de la mesa y envolvió la suya. Le dio un pequeño apretón y lo miró con ojos cargados de sentimientos. El alto tenía bastante claro qué quería que ocurriera, no por nada estuvo persiguiendo a BaekHyun por tanto tiempo, así que ahora estaba un poco ansioso por finalmente pedirle al bajito entrar en una relación.

-Creo que es bastante evidente, BaekHyun.

-¿De verdad? -el castaño se hizo el tonto, deseando que ChanYeol pronunciara aquellas palabras, que se lo pidiera. Quería escucharlo.

El pelirrojo agachó la cabeza y rió un poco. Después se enderezó clavando sus ojos serios en BaekHyun, haciendo que este contuviera la respiración porque en aquellos orbes oscuros había demasiadas cosas, demasiadas emociones que lo estaban aturrullando, dejando una calidez en su cuerpo.

-Byun BaekHyun, ¿quieres ser mi novio?

El bajito solo pudo sonreír ampliamente antes de decir un “sí” alto y claro y levantarse para sentarse en el regazo de ChanYeol para darle el beso que deseaba darle desde hace mucho tiempo. El pelirrojo al principio se mostró sorprendido, sin esperar eso, pero no tardó en envolver con sus brazos la cintura de BaekHyun, correspondiendo con la misma ilusión y atrayéndolo más a su cuerpo. Tampoco le importó que pudieran estar dando un espectáculo al resto de personas de la cafetería, porque por fin volvía a probar los suaves labios de BaekHyun.

***
BaekHyun estaba muy feliz de decir que estaba en una relación, aún más de decir que su novio era ChanYeol. Sin embargo, ahora que tenía novio quedaba una cosa muy importante por hacer: presentárselo a sus amigos.

MinSeok ya conocía a ChanYeol por aquella vez que el alto había ido a su apartamento a hablar con él y también sabía que a su amigo le había caído bien el pelirrojo. Pero el problema no era MinSeok, sino KyungSoo.

BaekHyun se mordía con nerviosismo las uñas imaginándose la reacción del pelinegro, porque aunque su querido amigo ya hubiera visto a ChanYeol antes, nunca se lo había presentado. El castaño sabía que KyungSoo siempre se mostraba un poco escéptico sobre las parejas de sus amigos, así había sido con JongDae y no dudaba que lo fuera también con ChanYeol, teniendo en cuenta lo mucho que había fruncido el ceño cuando le contó cómo lo había conocido y las apariencias que tenía el chico. Menos mal que omitió toda esa información sobre el incidente y el pasado de ChanYeol, porque estaba seguro que si se lo hubiera contado, KyungSoo lo hubiera escoltado todo el tiempo solo para asegurarse que el alto no se le acercaba.

Habían decidido quedar para cenar en un restaurante del barrio donde vivía BaekHyun para conocerse todos. Incluso MinSeok llevaría a JongDae.

BaekHyun se había sorprendido un montón cuando descubrió que JongDae era el mejor amigo de ChanYeol. Le pareció muy irónico y gracioso que su mejor amigo fuera la pareja del mejor amigo de su novio. Tendría que preguntarle a ChanYeol si tenía más amigos y darle un empujoncito a KyungSoo. Él sabía que el pequeño necesitaba un poco de amor más allá de la amistad.

ChanYeol y él ya se encontraban sentados en la mesa para cinco que habían pedido con sus bebidas ya en la mesa, cortesía del camarero mientras esperaban al resto. A los pocos minutos llegó la pareja acompañada por un KyungSoo que lucía un poco incómodo. BaekHyun sentía pena por él, porque había descubierto que esos dos eran muy mimosos además de empalagosos. Tener que hacerles de sujeta-velas debería ser horrible.

Se saludaron alegremente antes de tomar asiento, quedando KyungSoo en la cabecera de modo que tenía una buena visión del resto de chicos y la oportunidad de juzgar mejor, a opinión de BaekHyun.

El castaño carraspeó.

-Bueno, Soo, te presento a ChanYeol -empezó señalando a su novio-. Yeol, él es KyungSoo, mi otro mejor amigo.

ChanYeol estiró su brazo, tendiéndole una mano al pelinegro que se la tomó de buena forma y con una muy suave sonrisa pintada en su rostro. Después se instaló un incómodo silencio en el que ninguno sabía qué decir a continuación.

Sin embargo, la situación fue salvada por JongDae que había cogido la carta y exclamó cuando vio un plato que le llamó la intención.

-¡Yo quiero esto!

Después de aquello cada uno se preocupó por escanear el menú y sin que se dieran cuenta, comenzaron una conversación de lo más trivial quejándose cada uno de sus asignaturas porque siempre se acababa hablando de esas cosas.

Al acabar de cenar, BaekHyun podía decir con satisfacción que ChanYeol había pasado con buenos resultados el examen indirecto y discreto que le hizo KyungSoo. Lo supo por como esos dos estuvieron hablando entre ellos varias veces mientras comían. El castaño estaba feliz de que ambos se pudieran llevar bien, porque para él era importante la opinión de su amigo.

Luego cada uno se fue por su lado, MinSeok y JongDae a continuar con su cita, KyungSoo a no sabe dónde y ellos volvieron al piso de BaekHyun. La primera vez que el bajito había invitado a ChanYeol a su casa se sonrojó un montón por todos los recuerdos que le invadieron la cabeza y el pelirrojo se había burlado de él para después hacerle la indecorosa proposición de repetir lo de aquella vez. BaekHyun simplemente le pegó en el brazo y lo obligó a abrazarlo fuerte y darle mimos porque eres un pervertido, ChanYeol. No todo en la vida es sexo.

Sin embargo, no pudo decir que fue igual cuando visitó por primera vez el apartamento de ChanYeol. Este era un poco más pequeño que el suyo, pero era normal, la familia de BaekHyun tenía un buen estatus económico y aunque ChanYeol no era pobre, tenía sus limitaciones.

Recuerda perfectamente como habían empezado con su usual sesión de besos suaves y tiernos que se tornó en algo mucho más candente y apasionado cuando BaekHyun se acomodó a horcajadas sobre ChanYeol y ambos miembros se rozaron. Entonces el alto había subido el ritmo de los besos, mientras que BaekHyun comenzaba una fricción que los llevó a una desesperación que culminó en la cama del pelirrojo con golpes fuertes, gemidos altos y ciertos reclamos de los vecinos.

-¿Qué te apetece hacer? -le preguntó BaekHyun cuando abrió la puerta de su piso y se sacaba el abrigo para colgarlo en el perchero.

-Si te digo, ¿te enfadarás? -dijo después de imitar su acción y abrazándolo por detrás.

-Depende, ¿qué tienes en mente?

ChanYeol empezó a dar suaves besos a lo largo de su cuello, provocando que BaekHyun inclinara la cabeza para darle más acceso. Sintió las manos de ChanYeol colorase por debajo de su camiseta y acariciarle el estómago. El castaño se estremeció ante su toque, dejando escapar pequeños suspiros.

El pelirrojo volvió a subir por la longitud de su cuello, al igual que sus manos ascendieron hasta llegar a sus pezones. Al alcanzar su oreja, mordió levemente el lóbulo y después con su voz ronca que siempre le producía escalofríos le susurró:

-Sea lo que sea, no es lo que estás pensando.

Y acto seguido se separó y caminó hasta el sofá para tirarse sobre él, dejando a un BaekHyun boquiabierto y medio caliente.

-¿Has hecho lo que creo que has hecho? -preguntó todavía estupefacto.

ChanYeol le sonrió desde su sitio, mando en mano comenzando a pasar los canales.

-Como si tú nunca me lo hubieras hecho -le dio una sonrisa de bastardo-. Es mi venganza. Además hoy echan una película que quiero ver.

BaekHyun suspiró todavía un poco indignado, pero no enfadado. A fin y al cabo, estaba algo cansado y se le hacía más atractiva la idea de acurrucarse con su novio en el sofá que tener una caliente sesión de sexo, aunque no le iba a hacer ascos si llegaba a surgir.

Se dirigió a su habitación donde se cambió a una ropa mucho más cómoda y buscó en su armario el pantalón y camiseta grandes que ChanYeol se había dejado la otra noche. Volvió al salón y le tendió las prendas al alto que las miró y luego le agradeció con una sonrisa y un beso en la frente antes de ir al baño a cambiarse.

Una vez los dos cómodos, se movieron hasta quedar en una de las posiciones favoritas de BaekHyun. Su sofá era bastante ancho, de manera que casi cabían los dos tumbados, de forma que el castaño se podía acurrucar perfectamente contra el pecho del alto y que este lo rodeara con sus brazos sin que la posición fuera incómoda.

Cuando estaban así, a BaekHyun le gustaba jugar con los dedos de ChanYeol, comparándolos con los suyos y admirando la diferencia de tamaños. También le gustaba acariciar sus nudillos y aquellas pequeñas cicatrices que le recordaban en lo que su novio estuvo metido.

Por otro lado, lo que le gustaba a ChanYeol era pegar bien el cuerpo de BaekHyun al suyo, de manera que pudiera notar el latido de su corazón a través de su espalda. Aunque lo que en realidad le encantaba, era acariciar el abdomen del castaño, mientras este trazaba dibujos abstractos en su mano, y enterrar la nariz en su cuello para respirar su perfume natural.

ChanYeol nunca creyó que pudiera tener ese tipo de relación, tan tierna y amorosa, cuando si miraba hacia atrás solo podía ver sexo duro y sin compromisos. Supone que BaekHyun de verdad provocó que algo cambiara en él y estaría siempre agradecido con su pequeño novio por eso. También estaba agradecido con el destino o con quién sea que fuera por dejarle tener a BaekHyun de esa manera.

Una vez que acabo la película, el castaño se estiró entre sus brazos y ChanYeol aprovechó para soplarle en el cuello y hacerle unas cuantas cosquillas. BaekHyun inmediatamente empezó a retorcerse soltando pequeñas carcajadas que provocaron que el pelirrojo mostrara esa sonrisa tan brillante que le encantaba a BaekHyun.

El castaño empezó a moverse buscando la forma de huir de los dedos del alto o simplemente que su novio parara. Acabó encima de él, con sus rostros muy juntos y fue en ese momento en el que ChanYeol se detuvo. BaekHyun sintió como si el tiempo se hubiese parado por unos instantes mientras miraba la profundidad de los ojos oscuros de ChanYeol y como si la atmósfera lo obligara, dijo:

-Te quiero.

El alto sonrió de inmediato, cogiéndolo por las mejillas y acercando sus rostros hasta que sus labios se tocaron e iniciaran un beso dulce, lento y cargado de amor.

-También te quiero -dijo ChanYeol al separarse.

¿Quién les iba a decir a esos dos chicos que el amor podía venir en forma de un salvaje revolcón un domingo por la noche? Obviamente ellos no se lo esperaban. ChanYeol nunca se imaginó que podría llegarle a hacerle frente a su siniestro jefe (más bien exjefe) por un chico, que acabó siendo demasiado especial para él. Al igual que BaekHyun nunca se imaginó que podría llegar a enamorarse de ese acosador que fue como un grano en el culo durante un tiempo.

Pero eso no importa más, sino el hecho de que están juntos. Ambos son felices y así lo demuestran mientras se sonríen entre cada beso, cada caricia y cada suspiro.

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