Este es otro de esos libros que andaba por la estantería y cogí porque no tenía nada mejor a la mano. En este caso lo elegí porque me encantaron las historias de
Ijon Tichy y
Solaris (a pesar de su final abrupto) escritas por el mismo autor.
La historia de este libro trata de un antiguo astronauta al que se le encarga que investigue la muerte de unos hombres sucedida es extrañas circunstancias. Ni siquiera se sabe si es una serie de crímenes o una serie de casualidades. Se elige a este personaje porque encaja en el perfil que definen los muertos, entre otras características, padecer la fiebre del heno.
El libro es bastante entretenido porque durante toda la trama te plantea la duda de si serán muertes accidentales o un asesino muy concienzudo. Tan sólo se me hizo pesado en un momento en que relata las circunstancias de la muerte de un montón de casos. En ese momento se te llega a hacer un poco pesado tanto detalle y se te confunden los nombres, más en mi caso que suelo leer poquito cada vez.
Cuando lo cogí pensaba que sería más un libro de ciencia ficción, pero aunque se describen algunos objetos que podrían ser futuristas, es algo totalmente circustancial y el libro podría estar ambientado en cualquier época. A veces incluso, da la sensación de situarse en un pasado cercano, imagino que viene condicionado por la época en la que vivía el autor.
Si quieres leer una buena crítica, mucho mejor expresada y fundada que la mía, pasate por
C, el hijo de Cyberdark