Hablemos de personajes

Apr 25, 2014 08:55


El domingo pasado, por ser Pascuas, y porque mi amiga apocrypha73 la había recomendado y recomendado, y porque Richard Armitage aparece como protagonista, me vi de un tirón North & South, la miniserie de la BBC.

Y aunque el inicio de esta entrada esté sugiriendo que voy a explayarme acerca de esta serie y sus personajes, permítanme sugerirles que para eso se dirijan a ESTA entrada de apocrypha73 (ella es mejor que yo para estas cosas... y para muchas más; simplemente y en general, ella es mejor que yo), porque yo en realidad, quería hablar un poco acerca de ciertos personajes.

Tal y como aparece en la entrada de mi amiga Apo, el protagonista masculino de esta historia fabulosa es Richard Thornton, uno de esos sujetos callados, intensos, llenos de una pasión tan contenida y controlada que parece que todo el tiempo están por atragantarse o explotar (emocionalmente, me refiero, que si fuera literal sería asqueroso y poco estético). Doy por descontado que todo el mundo entenderá que prefiero que exploten. Esa opción ofrece posibilidades mucho más interesantes a un atragantamiento, eso es más que simple de ver.

Ahora bien, la verdad sea dicha, soy una ENORME fan de las historias de época de la BBC. Me gusta la ambientación; me encanta la música; adoro los paisajes y locaciones; las historias tienen ese trasfondo social, familiar, económico y romántico que siempre me engancha; y no me cuesta en absoluto trasladarme a esa otra época en donde las mujeres dependían de su estado civil no para tener un mejor pasar, sino lisa y llanamente, para sobrevivir. Debo decirlo: todas y cada una de esas historias me dejan tremendamente agradecida de ser mujer en esta época, y no en aquella. Porque siempre, siempre, estaré agradecida de ser mujer, pero prefiero con mucho serlo ahora.

Sin embargo, no tengo empacho en reconocer que lo que más me fascina en estas historias, son los personajes masculinos protagonistas.

Siempre entiendo sin problemas a las mujeres. Bueno, a Margaret Hale no la entiendo tanto (ella y yo no tenemos la misma línea de pensamiento), pero Elizabeth Bennet, Emma Woodhouse, Jane Eyre, Elinor Dashwood (hice un test una vez y me salió que soy Elinor hasta los huesos)... Es sencillo relacionarse con ellas, porque en definitiva, está claro que las mujeres siempre hemos sido más o menos iguales en el fondo. O que algunas mujeres de aquella época, no tan en el fondo, ya pensaban como las de ésta época.

Ahora a los hombres... ¿En verdad eran así? Me lo pregunto porque todos (exceptuando, quizás, al señor Knightley y el Coronel Brandon) tienen las mismas características: todos son tipos extremadamente correctos, callados, contenidos, controlados hasta límites idiotas delante de las mujeres, parcos, tendientes a interpretar cada cosa que las mujeres dicen o hacen del modo más retorcido y estúpido posible... ¡imbéciles emocionales, vamos! Y esto dicho con todo cariño, es entiende.

Para ejemplo, los siguientes ejemplares (con ilustración gráfica para mayor ubicación):

El señor Darcy (Rey de lo callado y controlado. Emperador de los que apresuran juicios) Y no se ofendan, pero me quedaré con el Darcy de Matthew Macfadyen, pues con lo mucho que me gusta Colin Firth, su Darcy no tiene tanta intensidad contenida y a punto de ebullición como la de don Macfadyen.



El señor Rochester (Rey de los gritos, las explosiones, los levantamientos de ceja y las muecas ladeadas).



El señor Thorton (directamente, el Dios de las expresiones hoscas y con una capacidad infinita para salta a la conclusión errónea).



El señor Knightley (a quien no le encuentro absolutamente ningún defecto, pero se enamoró de alguien 16 años menor... entendible origen de sus dudas y tiempos dilatados).



El Coronel Brandon (otro al que no le encuentro ningún defecto... de hecho, solía pensar en él como la versión más madura de Darcy, pero me doy cuenta que en realidad, se parece mucho más a Knightley)



Edward Ferrars (perfecto ejemplo de que hay una diferencia entre ser bueno y honorable, y ser boludo)



Heathcliff (no puedo llegar a catalogar lo creepy que me parece este protagonista... ni la curiosidad que me produce saber qué tipo de persona pudo pensar que era perfecto para ese rol)



En lo personal, tengo mis claros favoritos. Pero como lectora, los encuentro a todos fascinantes (excepto don Heathcliff, que me pone la piel de gallina y no en el buen sentido).

Cuando hoy leo novelas románticas actuales (y no creo que nadie vaya a sorprenderse con esta revelación mía porque en verdad leo MUCHAS), siempre termino pensando que las mujeres que escriben estas novelas hoy, nos presentan personajes masculinos irreales, nacidos del imaginario de lo que nos gustaría encontrar. Básicamente, fantasías que no estoy del todo segura que luego fueran mejores que la realidad, si tuviéramos que lidiar con ellos cotidianamente.

Y por otro lado, las novelas románticas de época entiendo que reflejan lo que nos gustaría, mezclado con lo que creemos que era el estereotipo masculino de la época (nada de hombres sensibles, Joss nos libre y guarde), mezclado con lo que leemos en estas historias escritas en aquella época... me pregunto cómo era aquella época en verdad. Ese tiempo en donde era inadecuado mostrar emociones, hablar de practicamente cualquier cosa, moverse con un mínimo de energía, ¡hacer algo! A menos que por supuesto, se fuera de esa parte de la población que se distinguía porque la gente trabajaba...

Pero bueno, que me desvío... a lo que iba, lo que me pregunto al ver estas historias de época escritas en aquella época, es ¿cómo serían los hombres, si los ideales literarios son estos otros hombres? Todos estos personajes masculinos tan callados, equivocados, gallardos, ricos, valientes, que no son necesariamente guapos pero que aman a la protagonista de ese modo silencioso, contenido, reprimiendo sus pasiones hasta que parece que se les quebrará la piel y se les escapará la pasión por entre las grietas... estos hombres deben haber sido la fantasía de aquella época (aún lo son, no digo que no). Pero me hace preguntar cómo serían los hombres... principalmente porque la fantasía se resume a que básicamente, nos quieran, nos respeten, abran la boca y hablen (que aún se resume a eso también, no digo que no).

Me pregunto, finalmente, como escribirán entonces a los hombres de ésta época en otras épocas futuras. Me pregunto si las novelas románticas (si existen) se ambientarán en éstos siglos, asi como las de ahora se ambientan en los pasados. Me pregunto si, teniendo tantos registros videograficos los retratarán fielmente, o más idílicamante. Me pregunto si en el futuro, como ahora, como en el pasado, todo se resumirá a que nos quieran, nos respeten, abran la boca y hablen.

¡Besos!
Enia

nada que aumente la cultura general

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