Hablemos de series: Miranda

Sep 12, 2011 12:23

Hace un tiempito, __marion__ cantó loas a una serie británica que la hacía desternillarse de risa en esta entrada de su Livejournal, y yo me dije: “¡Pues si ella la recomienda, lo menos que pueda hacer es verla!”

Menos mal que soy una chica tan obediente y aplicada.

Porque Miranda es una de esas series que uno mira, se desternilla de risa, se identifica con los personajes, se avergüenza de todas las situaciones vergonzantes posibles y encima, ¡shippea parejas y sufre porque la pareja quede junta!

Ella es alta, como diría __marion__, patosa, cuando está nerviosa (que ocurre casi todo el tiempo) miente como condenada o se lanza a cantar y escenificar las canciones, quiere ser independiente desde lo monetario y también desde lo emocional. Se debate entre el convencimiento de que no importa si tiene 35 y no tiene pareja, porque es inteligente y fuerte y no necesita un hombre y no está en este mundo para darle a su madre todos los gustos (en este caso, casarse). Pero en el fondo, es como todas las mujeres de este planeta: una mujer.



Quiere el paquete del príncipe azul con el cual acurrucarse en el sillón, con quien ser ridícula sin tener miedo de serlo, con quien su tamaño no importe y que la quiera así como es, patosa y con pechos que aplauden cuando se acuesta de lado.

Por supuesto, gran parte del éxito de la serie radica en los personajes secundarios.



La madre, snob, prejuiciosa, tan patosa verbalmente como su hija, totalmente abierta respecto a compartir los detalles de su vida sexual con su marido, totalmente apegada a la agenda protocolar de “mujer feliz y completa = casada+hijos”.

Su mejor amiga, que se cree una bendición de los dioses y es muy responsable para con la bendita tienda de chascos que su amiga compró con su inesperada herencia. ¡Y saca esa cara de una cantante para soltar su versión de “¿Qué has hecho hoy para sentirte orgullosa?”.

El dueño del bar de la esquina, que es taxi-boy y pone siempre música de fondo a las situaciones que Miranda vive en su lugar de trabajo. Habla poco, pero es imposible no verlo.

La amiga de la universidad que la llama Godzilla por su tamaño y que es snob como la madre, pero no está en mejor situación sentimental que Miranda y aporta la cuota necesaria de “mierda, ¿tenía que estar ella justo aquí, justo ahora?”.

Y claro, está Gary. Que es MUY lindo, y TOTALMENTE adorable, y está enamorado de ella porque ella está enamorada de él, pero sólo son amigos y por ende, ella se pone en todas las situaciones ridículas habidas y por haber. Y uno no puede menos que quedarse allí, pidiendo que por favor, por favor, por favor, terminen juntos porque, ¡hey! ¡Miranda es nuestra esperanza vuelta personaje televisivo!

Miranda es una serie británica que consigue que uno se carcajee sola en el living de su casa, se cubra el rostro con el almohadón porque “¡Oh, noooooooooooooo! ¡No-no-no-no! ¡Qué papelón!” y por un momento, chiquitito, cruce los dedos por la alta, patosa, divertida y totalmente “yo-me-identifico-con-ella” mujer que, en términos de parodia, muestra lo que hoy parece ser lo común y no la excepción.

¡Vamos! Si no la han visto, ¡anímense! Son solamente 6 episodios de media hora por temporada. Sólo dos temporadas (por ahora) Y ¡hey! ¿Qué mal les pueden hacer reírse por seis horas?

¡Besos grandes!
Enia

series, miranda

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