Oct 13, 2010 20:16
Pues sí, se acerca la fecha y yo miro atrás y digo '¡dos años! ¿Ya?' porque recuerdo perfectamente la noche que te conocí y cómo empezó todo.
Y veo que ahora incluso nuestros padres se han conocido, veo que tú te llevas genial con los míos y yo aprecio mucho a los tuyos, recuerdo esos días en tu tierra, hablando de tonterías con tu madre, cenando con tu hermana... y pienso 'hasta dónde estamos llegando, qué bonito es hacer este camino'.
Parece que las cosas avanzan a un ritmo increíble, ni muy rápido ni muy lento, un ritmo seguro, tranquilizador.
Veo que vamos dando pasitos, veo cómo era mi vida hace dos años y cómo es ahora y me cae la lagrimilla porque en mi caso cuando te digo 'me has cambiado la vida' no lo digo por decir.
Cada momento a tu lado ha sido precioso, he ido con cuidado, a veces con un poco de runrún en el estómago.. pero siempre he ido confiada porque sabía que iba contigo, que no estaba sola y que yendo de tu mano nada podía salir mal.
Dos años, siempre supe que así sería, desde la noche en que te conocí.
No hay miedo a tu lado, no hay dudas, no hay inseguridades, no existe el miedo paralizante que te agarra por los pies y no te deja moverte ni pensar con claridad, no existen las lágrimas de dolor, sólo las de felicidad. No existen los ratos amargos, sólo los dulces y alguno que otro que por circunstancias ajenas a ti es neutro.
No ha habido gritos, ni insultos, ni faltas de respeto, ni noches de irse a la cama enfadados, no hay nada de lo que tanto tiempo hubo antes.
Sólo sé que te miro y pienso 'es increíble y es mío' y te veo caminar a mi lado (o cinco pasos por delante de mí como los Árabes, ya sabes que soy de patita corta y no puedo seguirte el ritmo) y pienso 'así es, así ha sido y así será, caminando juntos uno al lado del otro' y te cojo de la mano, te rodeo la espalda con el brazo, me pego a ti, te beso la mejilla y me dejo mecer en la calma de tu sonrisa.
Me siento segura cuando estás a mi lado, me siento mejor cuando estoy malita y tú estás conmigo, cuando tú estás cerca siento como si nada malo pudiese pasar.
Dos años ya, qué rápido han pasado.
Y no me arrepiento, no me arrepiento de nada, doy gracias todos los días por haberte encontrado porque tú me haces ser mejor, tú me haces querer mejorar, querer cambiar las cosas, querer construir un mundo mejor para ti. Tú haces que me sienta pequeña cuando me miro en el espejo, por ti quisiera salvar vidas, por ti quisiera poder aliviar el dolor, por ti quisiera tener superpoderes y ser capaz de cualquier cosa. Por ser digna de ti y de tu amor.
Tú me empujas hacia adelante, el saber que estás ahí, que me esperas, me da fuerza para seguir adelante, para enfrentar las cosas de otro modo. Me hace querer hacerlo todo bien a buen ritmo para poder estar en mi nidito contigo lo antes posible.
Tú me haces sentir, me haces reír a mandibula batiente, me haces llorar de emoción, me haces sentir un amor y una ternura infinitos, me haces más sensible a lo que me rodea, me haces más fuerte y más vulnerable, me haces más grande y más pequeña.
Tú lo haces todo.
Nunca podré agradecerte lo suficiente todo lo que me das sin pedir nada a cambio. Nunca podré demostrarte cuánto me alegro de haberte conocido y de tenerte. Supongo que teniendo en cuenta todo eso, ir al gimnasio no es ningún sacrificio, ¿no? La pareja que suda unida permanece unida. Y yo quiero estar unida a ti el resto de mi vida, así que tú serás el hombre que consiga que vaya al gim. Si es que cuando te digo que no sé qué has hecho conmigo y que no me reconozco o que me siento más yo que nunca, no te lo digo de broma :P
Te amo, Mae Coquito. GRACIAS.