'EL' momento.
A veces en la vida te pasan cosas que no esperas, cosas que llegan en el momento en que menos lo imaginaste pero en el que más lo necesitabas.
Es 'EL' momento, no va a haber otro, o lo coges y lo aprovechas o luego te vas a arrepentir.
Así me pasó con Víctor, fue EL momento, todo pasó muy rápido (yo siempre se lo estaba repitiendo) pero no sentía vértigo ni miedo ni incomodidad porque sentía que así era como tenía que ser, que era MI momento, tenía que agarrarme a él con uñas y dientes y no dejarlo escapar, pasase lo que pasase.
Me aferré a ese momento con todas mis fuerzas, a esa primera noche en una tapería, en una coctelería, en una ciudad fría y lluviosa de madrugada, en un coche al amanecer...
Me aferré a las llamadas de horas todas las noches, a su mano cuando demasiado pronto cogía la mía, a los besos, las confidencias, los sms.
Me agarré a todo aquello con cuanta fuerza pude y con la firme convicción de que iba a hacer todo lo que estuviese a mi alcance por sacarlo adelante.
Me dejé llevar por él, por su sonrisa, por las cosas que me decía, por la seguridad que me daba.
Y a día de hoy han pasado dos maravillosos años, dos años en los cuales no dejé de sujetarme a ello, no dejé que nadie me lo quitase, no dejé que se fuese. Lo sujeté con todo mi ser, con todo mi peso.
Dos años, quién me lo iba a decir. Los dos mejores años de mi vida. Y los dos PRIMEROS años, dos años que son sólo el comienzo de todo lo que nos queda.
Ahora escúchame. Es TU momento. Ha llegado, está aquí, lo tienes a tu alcance. Nadie sabe qué pasará, si durará o no, si saldrá adelante o no. Pero esa es parte de la gracia, no saberlo.
Tú sólo olvídate de todo y clávale las uñas a TU momento, cógelo tan fuerte que te hagan daño las manos.
Disfrútalo, disfrútalo porque va a conformar una serie de momentos inolvidables que van a acompañarte siempre.
Las lágrimas, los desplantes, las mentiras, las relaciones a tres o a cuatro, la desolación, la desesperanza... te han traído hasta aquí. Es por ellas y por quien eres, por lo que eres, por la mujer que te has hecho a ti misma, por lo que te lo mereces.
Nadie puede quitarte lo que es tuyo por derecho y nadie que te quiera intentará apartarte de ello. No dejes que te alejen de lo que te mereces.
Porque sí, TE LO MERECES, no es un regalo, no es algo que haya llegado sin más, es algo que tenía que pasar, es algo que ya era hora de que sucediese. Es para ti, para nadie más que para ti porque tú eres quien lo merece.
Haz lo que sientas que te apetece hacer, nadie tiene que decirte cómo hacerlo. Es tu momento, tú eliges, sólo tú. Porque sí, es TU momento y te deseo toda la suerte del mundo en él ;)
Es 'EL' momento, no va a haber otro, o lo coges y lo aprovechas o luego te vas a arrepentir.
Así me pasó con Víctor, fue EL momento, todo pasó muy rápido (yo siempre se lo estaba repitiendo) pero no sentía vértigo ni miedo ni incomodidad porque sentía que así era como tenía que ser, que era MI momento, tenía que agarrarme a él con uñas y dientes y no dejarlo escapar, pasase lo que pasase.
Me aferré a ese momento con todas mis fuerzas, a esa primera noche en una tapería, en una coctelería, en una ciudad fría y lluviosa de madrugada, en un coche al amanecer...
Me aferré a las llamadas de horas todas las noches, a su mano cuando demasiado pronto cogía la mía, a los besos, las confidencias, los sms.
Me agarré a todo aquello con cuanta fuerza pude y con la firme convicción de que iba a hacer todo lo que estuviese a mi alcance por sacarlo adelante.
Me dejé llevar por él, por su sonrisa, por las cosas que me decía, por la seguridad que me daba.
Y a día de hoy han pasado dos maravillosos años, dos años en los cuales no dejé de sujetarme a ello, no dejé que nadie me lo quitase, no dejé que se fuese. Lo sujeté con todo mi ser, con todo mi peso.
Dos años, quién me lo iba a decir. Los dos mejores años de mi vida. Y los dos PRIMEROS años, dos años que son sólo el comienzo de todo lo que nos queda.
Ahora escúchame. Es TU momento. Ha llegado, está aquí, lo tienes a tu alcance. Nadie sabe qué pasará, si durará o no, si saldrá adelante o no. Pero esa es parte de la gracia, no saberlo.
Tú sólo olvídate de todo y clávale las uñas a TU momento, cógelo tan fuerte que te hagan daño las manos.
Disfrútalo, disfrútalo porque va a conformar una serie de momentos inolvidables que van a acompañarte siempre.
Las lágrimas, los desplantes, las mentiras, las relaciones a tres o a cuatro, la desolación, la desesperanza... te han traído hasta aquí. Es por ellas y por quien eres, por lo que eres, por la mujer que te has hecho a ti misma, por lo que te lo mereces.
Nadie puede quitarte lo que es tuyo por derecho y nadie que te quiera intentará apartarte de ello. No dejes que te alejen de lo que te mereces.
Porque sí, TE LO MERECES, no es un regalo, no es algo que haya llegado sin más, es algo que tenía que pasar, es algo que ya era hora de que sucediese. Es para ti, para nadie más que para ti porque tú eres quien lo merece.
Haz lo que sientas que te apetece hacer, nadie tiene que decirte cómo hacerlo. Es tu momento, tú eliges, sólo tú. Porque sí, es TU momento y te deseo toda la suerte del mundo en él ;)