He agregado un trozo nuevo a mi
cuento Chelo tiene razón, - pensaba Elisa, mientras apuraba los últimos tragos de café.
El día se desperezaba lentamente ante sus ojos. Una huella blanquecina de lo que hace poco era la luna todavía se apreciaba en el cielo, pero se hacia cada vez pálida, amenazando con desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.
Elisa se levanto, dejando los platos sucios y las servilletas encima la mesa y miro a su alrededor. Chelo estaba esperándola, pero en su mirada se leía cierta impaciencia.
Puedes irte, si quieres, no hace falta que me esperes - le dijo Elisa apoyandose en su bastón. - Parece que tienes prisa, no quiero incomodarte.
- Y yo no quiero enfadarme contigo, pero si vuelves a soltar semejante chorrada, no voy a tener mas remedio que hacerlo. Quien te dijo que me estas incomodando? Ademas que prisa puedo tener yo a esas horas? Tan solo quería ayudarte a bajar las escaleras, por que con lo de tu rodilla lo vas a tener difícil, pero como su majestad es tan orgullosa y independiente, y además la rodilla ya no le preocupa...
-Chelo por favor, no te pongas así.... En serio parezco tan engreida? Que horror....
- Pues si hija, si, que quieres que te diga... - al ver la perplejidad que se reflejo en la cara de Elisa, Chelo se echo a reír... - Eres un pellín insoportable, es verdad, pero ya me he acostumbrado a tus pataletas, tranquila, aunque si vuelvas a colmarme la paciencia de esa manera, tendré que darte un buen azote , para que vuelvas en si y dejas de comportar como una estúpida. Bueno, que , te bajas o te quedas aquí a mirar camareros? Eh?