¿Y dónde está Lissy?
Aunque la cuestión es sí realmente a alguien le interesa. En fin, como hace mucho no posteaba y me fastidia un poco ver el mismo mensaje siempre que entro, pues vamos a hablar un poco del porqué de este marasmo en el que parezco haber entrado y en el que incluso arrastre conmigo todo lo que hago. No, no es que sea una persona que de repente ahora tiene una vida social exigente o a alguien exigente (que conozco a varias) pero sí al menos, he estado falta de imaginación y también, de cosas interesantes que se supone que deben ocurrir.
Sería muy fácil actualizar hablando por enésima vez de lo que todo el mundo habla: el clima. AH, MALDITO SOL BASTARDO. Pero ya me quejo suficiente en casa y acá sólo vendría a redundar. También podría decirles lo problemático que es despertar a las cinco de la mañana, pero los amaneceres lo compensan. Sobre todo porque por ejemplo, hoy que llegué a la escuela parecía como si fueran a las ocho de la noche, con todas las luces encendidas y el silencio general. Ni siquiera los girasoles que siempre me encuentro en el camino se veían demasiado entusiasmados. Pero en realidad, no creo que eso les interese.
Podría hablarles también de lo que estoy leyendo. Leo Hombrecitos de Louisa M. Alcott y por favor, que alguien me golpee. Ya anteriormente había leído Mujercitas y me había parecido exageradamente sosa, así que no entiendo de dónde diablos vino este lapso por comprarme otra cosa igual de sosa. Pero la terminaré. Es eso o no leer nada, y al menos contra el insomnio está funcionando a las mil maravillas.
También podría decirles que he estado viendo Gintama, serie que me está dejando de un humor estupendo todos los días. Es que a veces si hace falta simplemente reírse y Gin con su obsesión por la leche de fresa y el Shinsengumi y su capitán impotente, su vice-capitán adicto a la mayonesa y sádico y el otro que siempre olvido su nombre que quiere arreglar todo a bazookazos. Cosas así inevitablemente te hacen reír.
Podría decirles de todo eso y quizá más, pero que se sepa que sigo aquí y que algún día volveré de mi aletargamiento. Lo prometo.
Sería muy fácil actualizar hablando por enésima vez de lo que todo el mundo habla: el clima. AH, MALDITO SOL BASTARDO. Pero ya me quejo suficiente en casa y acá sólo vendría a redundar. También podría decirles lo problemático que es despertar a las cinco de la mañana, pero los amaneceres lo compensan. Sobre todo porque por ejemplo, hoy que llegué a la escuela parecía como si fueran a las ocho de la noche, con todas las luces encendidas y el silencio general. Ni siquiera los girasoles que siempre me encuentro en el camino se veían demasiado entusiasmados. Pero en realidad, no creo que eso les interese.
Podría hablarles también de lo que estoy leyendo. Leo Hombrecitos de Louisa M. Alcott y por favor, que alguien me golpee. Ya anteriormente había leído Mujercitas y me había parecido exageradamente sosa, así que no entiendo de dónde diablos vino este lapso por comprarme otra cosa igual de sosa. Pero la terminaré. Es eso o no leer nada, y al menos contra el insomnio está funcionando a las mil maravillas.
También podría decirles que he estado viendo Gintama, serie que me está dejando de un humor estupendo todos los días. Es que a veces si hace falta simplemente reírse y Gin con su obsesión por la leche de fresa y el Shinsengumi y su capitán impotente, su vice-capitán adicto a la mayonesa y sádico y el otro que siempre olvido su nombre que quiere arreglar todo a bazookazos. Cosas así inevitablemente te hacen reír.
Podría decirles de todo eso y quizá más, pero que se sepa que sigo aquí y que algún día volveré de mi aletargamiento. Lo prometo.