Apr 26, 2008 13:07
Hoy me he reído mucho. Ah, la vida puede ser a veces tan graciosa, inesperada y divertida. Oh. Tranquila.
Seguramente se estarán preguntando el por qué de mi inusitado buen humor. La historia comienza así: eran alrededor de las once de la mañana y estaba haciendo la tarea cuando de repente, llega mi hermano con una de esas sonrisas perturbadoras y me dice “tienes que leer esto”. Y he aquí lo que leí.
Para empezar, eran sólo dos páginas mal arrancadas de una revista religiosa de esas que sales a buscar por puro compromiso cuando vienen a la puerta de tu casa a convencerte de que eres un pecador y se va a acabar el mundo. Hace mucho tiempo que no me encontraba con una de esas revistas, pero vamos, le dejaré de dar vueltas al asunto. Lo primero que hice fue leer el título: “Los otaku: un fenómeno silencioso”. Achú. Gracias por la amabilidad de no poner “los fenómenos silenciosos” (aunque francamente, no entiendo de dónde sacaron los silenciosos; los otakus producen decibeles sorprendentes). Pero para que ustedes se rían tanto como yo, hagamos un MSTeo de esto que me ha hecho tan, pero tan feliz el día de hoy. Comencemos.
“Un acontecimiento trágico acaecido hace algunos días me preocupó y me llevó a investigar sobre él”
¿Relleno en Naruto Shippuuden?, ¿ovas de School Rumble hasta septiembre?
“En mi mente no cabía la idea de saber que un adolescente japonés muriera después de estar 50 horas continuas en su computadora”.
Ah, eso.
O bien el que escribe el artículo (que no dice) es muy alarmista o yo leí mal. Recuerdo que era un estudiante chino que había estado 30 horas jugando videojuegos en un cibercafé. Ah, pero sólo son pequeños detalles. Total, igual tienen los ojos rasgados.
(Bla, bla, bla… ¡oh, esperen!)
“No tardé en encontrar a Ramón un joven que apenas salía de las fauces de este vicio tan peligroso y astuto”
*Lissy sentada en círculo junto con otro millón de personas. Se pone de pie con lágrimas en los ojos y llevándose una mano al pecho*
Si… lo acepto. Soy otaku.
*Las personas aplauden entusiasmadas y conmovidas. El primer paso es la aceptación, corean*
(El articulista le hace una entrevista al triste y rehabilitado Ramón).
“Oye Ramón, todo parece indicar que la muerte del adolescente se debe a los famosos “otaku”, ¿quiénes son ellos?
Forman parte de un fenómeno silencioso que surge en las escuelas, las víctimas son niños de once años en adelante(…) en la actualidad se piensa que los vicios que afectan a la juventud son sólo las drogas o el alcohol, pero no es así”
A ver, vayamos por partes. Al parecer, no fue la computadora quien mató al pobre adolescente. Fue un otaku. *Se imagina a un cosplay de Sailor Moon cortándole la cabeza al dichoso nipón*. Vaya, ya se han encontrado un nuevo pretexto: el cambio climático es culpa de los otakus que hacen sus cosplays, el SIDA lo transmitió por vez primera un otaku y seguramente Bush en su adolescencia fue otaku. Chst, tan fácil que es.
Las “víctimas”. Este artículo está desatando mi imaginación a ritmos sorprendentes. Ahora resulta que una caricatura es peor que el alcohol o el tabaquismo. Vale, no discuto que un exceso puede ser dañino para cualquier persona, pero tampoco se trata de fatalizar. Y yo que pensé que mi vida era sana.
(Más bla, bla de Ramón)
“De él (del anime) resulta un apasionamiento por el personaje mismo y por su historia estableciéndose así una mutua relación entre personaje y lector”.
Sasuke: Ridículo…
Ejem… Sasuke, fuera de aquí.
Bien, como decía: ¡esto es culpa de las fangirls! *ríe sádicamente y saca su cuchillo*.
Ok, ya hablando en serio creo que esta es una de las posturas más ridículas. Ahora resulta que el hecho de preferir a cierto personaje es nocivo. Me resulta risible, porque entonces la literatura misma vendría a ser mala para los seres humanos. Creo que es justo y no le veo nada de malo que nos identifiquemos por tal o cual personaje y en eso influyen muchos factores: aspectos en los que coincidimos, incluso cosas que deploramos. Es como si de repente comenzaran a decir que porque me gusta mucho el personaje, veamos, del Principito sea malo. Creo que la palabra pasión siempre es malentendida (como la palabra “patético”, de la quizá les hable en otro día). Veo clara insinuaciones acá a los fanfics y es totalmente claro que el hecho de que me gusten ciertos personajes es porque a veces, estos son mejores que los seres humanos. Sencillo.
“La intención de los creadores de ‘anime’ es controlar la vida de los que se acerquen a él. Un joven fanatizado por los anime se vuelve una persona aislada, poco social, huraña, sin sentimientos y sin ilusiones. Poco en la vida tiene sentido para él. No hay metas, no hay nada (…) El cabello largo, descuidado, son los primeros síntomas de un ‘otaku’”
Si los emos tienen su flequillo cubriéndoles el ojo, los otakus hacen burdas imitaciones de los Santos de Atenea dejándose el cabello largo, ¿no creen que tiene sentido?
NO. No lo tiene. Caray, cada vez este artículo me va pareciendo más agresivo. Controlar la vida, como si fuéramos unos inútiles incompetentes sin cerebro que están esperando que Kurumada, Kishimoto o Tite les digan qué hacer, cómo hacerlo y por qué hacerlo. Porque al parecer, nos han hecho un ‘coco wash’ y han tomado posesión de nuestras neuronas para crear un ejército de súper zombies animeros, cuya única intención en la vida será consumir el merchandising de sus personajes. Por eso dejamos de bañarnos, nos volvemos huraños y sólo estamos pendientes de las actualizaciones de los fan-subs.
POR-TODOS-LOS-DIOSES. ¿Qué diablos es esto? Ahora resulta que tampoco tenemos sentimientos. Estudio mi carrera, pero no tengo metas ni ilusiones más que confiar ciegamente en que Haruhi se dé cuenta del amor de Tamaki -y teniendo en cuenta la percepción de la chica, eso llevará mucho tiempo-. No quería enojarme con esta nota, pero lo está consiguiendo.
“La perversión no se escapa de los otaku”.
Te lo dije Leonore, el yaoi es malo *ríe*
Creo que esa frase de “uno ve lo que quiere” se aplica muy bien en este caso. El anime, como la literatura, el cine, la música e incluso la religión tiene vertientes muy diversas. ¿A alguien le parece violenta de alguna forma Candy Candy? *ignorando la muerte de Anthony* A mí parecer, la chica hasta da verdaderas lecciones de vida cuando se enfrenta a grandes problemas que supera por ella misma, para seguir adelante.
Si, en el anime hay hentai, yaoi, yuri pero cada quien es libre de elegir lo que quiere ver, para eso se nos dotó de inteligencia, para tener la capacidad de discernir. Usemos de vez en cuando esa capacidad.
(Y aquí viene el meollo del asunto).
“Hay que decir también que el anime es contrario a la religión cristiana. La cultura y las creencias en Japón son muy diferentes a las que tenemos en Occidente”.
Sí. Hola, señor escritor: el mundo está más dividido por la religión que por la geografía.
“A través de sus historias plasman sus ideas chintoístas que se basan en pensar que todo lo material está controlado por espíritus. Incluso algunos animes dan a entender que con nuestras fuerzas podemos alcanzar lo divino”.
Conclusión: el anime tiene mensajes subliminales.
Y, no sé, corríjanme si estoy mal. La santidad que se le otorga en las iglesias a algunos, si no estoy mal, son dadas a humanos. No sé. Lo dejo ahí.
“Tanto así que el dios cristiano es un enemigo del hombre en algunas de estas historias, como en la llamada “Evangelion”
La pucha. No he visto Evangelion.
“Por otro lado, los problemas físicos no se descartan ya que algunos estudios han dado a conocer que en Japón se dieron a conocer muchos ataques de neurosis y epilepsia(…) por el contenido visual de estos anime”
Oh, sí. Cuando vi el primer capítulo de Naruto casi me da uno de esos ataques cuando Naruto y Sasuke…
Sasuke: Cofffff, coffff…
Ah, sí. Perdón. Continuo.
*Ante el público fiel que sigue conmovido* Mi gripe ha sido ocasionada por ver a Hitsugaya usando su Bankai de hielo. Me duele el brazo porque a Sesshomaru le quitaron el suyo. Todos, todos mis problemas han sido ocasionados desde que empecé a ver anime. Al principio no entendía porque estaba lúcida y después despertaba de una larga inconsciencia en la que no recordaba nada, eso me ocurrió cuando vi que Camus, Saga y Shura hagan la exclamación de Atenea. Yo… no… puedo… soportarlo *rompe a llorar, se escuchan muchos “pobrecita” en el público*
Por cierto, ¿vieron cuando los Simpsons fueron a Japón y parodiaron a los Pokemon y los ataques epilépticos? Fue genial.
“Al anime lo utilizamos para evadir una realidad”
Y bajo la premisa de que la realidad no existe, eliminamos este argumento. Siguiente.
“(Los anime) son tan múltiples y astutos que nos podemos dejar llevar fácilmente por ellos”.
Lo sabía. La culpa, por ejemplo, es del cigarro no de quien lo consume.
¡Oh, la vida funciona así!
(Bla, bla, citas textuales de la Biblia, que los padres abandonan a sus hijos, que el anime esto, que el anime lo otro. Fin del mentado artículo).
*Ante su audiencia*
¿Y qué hemos aprendido hoy? Amigo mío, si tu vida es miserable, aburrida y sin sentido, eres un fracasado y no sabes por qué (aunque probablemente nunca estudiaste o no acabaste ni la primaria) la solución a tus problemas es dejar de ver anime. ¡SÍ, HAZLO! Te aseguramos que tu calidad de vida aumentará y serás feliz, porque el anime es malo para la salud. Oh, sí. Los especímenes que lo ven acaban como Homero Simpson… ¡lo hemos descubierto! ¡Todo es su culpa! ¡Al fin! ¡Gracias por abrirnos los ojos!
Duh.
Todos mis comentarios ya han sido emitidos. Suficiente por hoy. Tengo cosas que ir a quemar (el artículo, no se emocionen; seguiré siendo hereje. Ya no tengo alternativa)
*La audiencia se decepciona*
anime,
museo de los horrores,
delirios y paranoias,
argh