Titulo Fanfic: Pre-Cita
Autor/a:
LinnafishingFandom: EXO
Personajes: Kai/D.O. (Kaisoo)
Rating: PG
Género: Fluff
Palabras: 5.1K
Resumen: Donde Jongin invita a Kyungsoo al ballet, y los amigos del bajito insisten en que se trata de una pre-cita. Kyungsoo está convencido que aquello es una locura, excepto porque no lo es.
n/a: NO PUEDO CREER QUE LO PASÉ A BORRAR. Este fic es del 15 de Febrero de 2015 ):. SE PERDIERON LOS HERMOSOS COMENTARIOS QUE ME DEJAROOON
n/a original: Es uno de los dos especiales de Risoterapia esperotenerelotropronto, ubicado temporalmente antes de la operación de Baekhyun. Creo que este concepto de pre-cita se entiende mejor allí, pero tampoco creo que sea necesario leer el otro fic. O al menos eso espero D:
Probablemente luego me arrepienta de subir esto que lo tengo terminado hace tiempo, pero aún no me convence 5000palabras!!!sesuponíaquenoeranmásde1000-__-
Las calles grisáceas, las hojas descoloridas aglutinadas en el pavimento, los charcos inoportunos que advertían el andar de sus pasos, y la brisa húmeda de octubre golpeando su rostro, eran definitivamente el paisaje favorito de Kyungsoo. Le encantaban esas tardes donde la temperatura jugaba con su piel, en el límite entre el frío y la confortabilidad, y él podía dedicarse por completo a estudiar la torre infinita de libros en la comodidad de su escritorio junto a la ventana de su habitación, a la espera de que las nubes al fin se decidieran y liberaran el agua ocasional de otoño, dándole la compañía musical de las gotas de lluvia estrellándose contra el vidrio que tanto anhelaba. La lluvia, por alguna extraña razón, siempre le había ayudado a concentrarse, y en este momento era lo que más le urgía.
Tal vez, un buen mocacchino amargo proporcionado calor a sus dedos no estaría mal.
Ese era el tranquilo plan que Kyungsoo había creado para ese día, cuando salía de la universidad junto a Jongdae y Chanyeol, quienes lo único que hacían era parlotear agradecidos por el ambiente frío de la estación por concederle gripe al profesor de Inmunología, y por consiguiente, suspender la última clase del día.
-A veces creo que sólo vengo a la universidad a ver a Minseok-sunbae -Comentó Jongdae en tanto atravesaban las puertas del edificio de la facultad-. En las ayudantías de fármaco, juro que pongo todo de mí para no lanzarme sobre él. Es demasiado lindo para ser real.
Kyungsoo frunció sus enormes cejas ante la súbita confesión de su amigo, y volteó a verlo con extrañeza. ¿De dónde rayos había salido eso?
-Creí que te gustaba Liyin-noona, la de tu clase de canto -Expuso el más bajo, recordando las dos mañanas completas donde el idiota ese no había cerrado su bocota vociferando lo grandiosa y linda que era la chica. Kyungsoo estuvo a tan sólo un pelo de arrancarle la garganta y callarlo para siempre.
-¿Qué? -Chanyeol ahora lucía totalmente confundido, como un venado encandilado por las luces de un auto antes de ser atropellado. Ese chico tenía la cara y el porte para ser todo un modelo, pero la histrionicidad de su rostro en conjunto a las estupideces que escupía, lo hacían parecer a algo más como la mascota de un payaso de circo-Eso no es cierto, Jongdae está completamente embobado con Yixing-hyung, su tutor de chino, siempre me lo dice.
Entonces, el de sonrisa felina soltó una sonora carcajada, provocando que Kyungsoo finalmente perdiera el poco interés que tenía en aquella inútil discusión, y que Chanyeol zarandeara al chico en cuestión sin ningún tipo de delicadeza con un «Dime, dime, dime, ¿quién te gusta?…». Sinceramente, al menor no podría importarle menos la situación sentimental de Jongdae, ya que ni él mismo se la tomaba en serio, y la prueba de ello la escuchó al instante.
-Lo que pasa, es que soy tan bueno, y mi corazón es tan grande, que todos tienen espacio en él -Rió jocoso de su ingeniosa respuesta, y siguió explicando a un inocente Chanyeol su punto hasta hacerle creer que estaba siendo egoísta al sólo tener ojos para Baekhyun.
Y como Kyungsoo ya tenía establecido en su cerebro, Jongdae era un idiota demasiado inteligente, y Chanyeol un idiota demasiado ingenuo. Por supuesto, él también era un idiota al tenerlos de mejores amigos. Como decía Jongdae “La mejor combinación”. Suspiró; al menos podría deshacerse de ese par de ruidosos esa tarde, para perderse en libros de biomedicina, mocacchino caliente y lluvia de fondo.
-Estoy bien con Baekhyun-hyung, no necesito más -Aseguraba el alto, ahora más convencido en su postura, con semblante serio y decidido.
Jongdae sólo movió su cabeza con resignada desaprobación, y agregó: -Te arrepentirás, hijo mío.
-Déjalo, no todos tienen que ser igual de enamoradizos y ligones como tú -Espetó Kyungsoo de forma distraída e inconscientemente queriendo dar por zanjada la conversación.
Sin embargo, no fue capaz de advertir la sonrisa burlona que se dibujó en los labios del mayor tras dichas esas palabras.
-Discúlpanos, pero no todos tenemos la suerte de tener tras nuestra siga a cual suculento y atractivo moreno, como otros. Debemos tener opciones, sabes -El tono sugerente que utilizó el mayor era totalmente innecesario, ya que sin él, Kyungsoo también habría sido capaz de captar perfectamente la no tan sutil indirecta.
El más bajo rodó los ojos con fastidio. Ese tema ya comenzaba a molestarlo en serio.
Desde la vez en que fueron a visitar a Baekhyun al hospital, sus amigos no pasaban día sin insinuarle que el pobre Jongin estaba enamorado de él. Vaya estupidez. No quería ni pensar qué es lo que diría el chico si se enteraba que estaba siendo tristemente vinculado a él de esa manera. Sólo se habían relacionado la vez en la cafetería del hospital, otra en el cuarto de Baekhyun (donde casi ni cruzaron palabras), y ese mismo día cuando volvieron juntos a casa en metro. Admitía que Jongin era agradable, y que habían congeniado bastante bien, una vez superada su extraña fase de timidez inicial (que venía de la mano de un adorable tartamudeo), y sin duda admitía que era jodidamente atractivo. No obstante, lo verdaderamente absurdo de toda esta situación es que sus amigos aseguraban que era Jongin quien estaba enamorado de él.
Kyungsoo resopló con fuerza una vez más, y volteó hacia ellos con su profesional expresión asesina.
-¿Quieren terminar con esto de una vez por todas? Ya no es gracioso. Además tú… -Apuntó a Jongdae, quien, temeroso, levantó las manos en señal de paz, creyendo que iba a ser golpeado en ese momento-lo has visto una maldita vez para que estés molestando con esta mierda.
El más bajo solía ignorar esos comentarios la mayoría del tiempo o responder con un calmo «No, no es así» o cuando se cansaba un poco, un «Cállate» era más efectivo, pero ya habían pasado dos jodidas semanas y esto continuaba.
-Con una vez fue suficiente, Kyunggie -Rebatió Jongdae pareciendo de pronto más afable y sincero. Kyungsoo no pudo más que gruñir y esquivar su mirada resentido. Es que, ¿podía haber alguien más insistente e insoportable? Claro que no. Lo mejor sería apresurar el paso y largarse a casa de una vez.
-Además, yo soy amigo de Jongin, y lo cono… -Repentinamente Chanyeol frenó su discurso, abriendo sus ojos de par en par en dirección al portón de la universidad. Curioso, el más bajo dirigió su vista hacia lo que había interrumpido y llamado la atención del mediano, sólo para encontrarse con él. Ahora Kyungsoo es quien abrió sus ojos con espanto-Hablando del rey de Roma…
-…Jongin se asoma -Completó el mayor casi igual de sorprendido que los otros dos.
Kyungsoo maldijo infiernos mentalmente, e incluso creyó haberse sonrojado levemente en el momento que Jongdae volteó hacia él levantando sus cejas sugestivo. Mierda…
El moreno estaba de pie junto a la reja, vistiendo unos jeans ceñidos a sus piernas y precisamente gastados, combinado con una gruesa chamarra azul oscuro con afelpado alrededor del gorro, viéndose como un catálogo de invierno de alta costura. Lucía inquieto moviendo una pierna de forma irregular, en tanto sostenía uno de sus auriculares en sus manos haciéndolo girar a ratos, y observaba a su alrededor como si esperase a alguien. Sin embargo, seguía totalmente ajeno a sus presencias, sólo hasta que Chanyeol lanzó un grito ensordecedor intentando llamar su atención sacudiendo sus brazos como bandera al viento. De inmediato vio a Jongin dar un salto en su lugar y voltearse hacia ellos, y su rostro pareció iluminarse cuando su mirada cruzó la de Kyungsoo por una fracción de segundo, mientras se acercaba a su encuentro.
Kyungsoo dedujo que era Chanyeol a quien esperaba, sin embargo, en un movimiento ninja, por si las moscas, Kyungsoo pellizco con fuerza los brazos de ambos chicos junto a él.
-Si hacen o dicen algo que incomode a él o a mí, deberán a aprender a dormir con un ojo abierto por el resto de sus vidas -Amenazó bajito con una expresión tan escalofriante que obligó a los otros a asentir y pasar tragar saliva nerviosos.
Nadie se mete con él, ellos ya debían saberlo muy bien.
Jongin los saludó con su linda sonrisa, y Kyungsoo sintió cosquillas en sus propios labios por devolver el gesto, pero simplemente se limitó a mover la cabeza en señal de saludo. Ugh, se estaba sintiendo cohibido de repente. Jongdae y Chanyeol pagarían por esto, seguramente era su culpa.
-¿Qué haces aquí? -Preguntó Chanyeol con su característica sonrisa psicópata-¿Viniste por mí para ir juntos al hospital hoy? -La ilusión que tiñó las palabras del más alto provocó que Kyungsoo pusiera sus ojos en blanco. A veces, se preguntaba si realmente era Baekhyun quien le gustaba a Chanyeol, o si era Jongin. Juraba necesitar un paraguas cada vez que el alto comenzaba a babear cuando hablaba del menor.
Jongin se sorprendió ligeramente frente a la pregunta, y luego sus mejillas se tornaron más rosas, quitando la mirada de ellos para fijarla en el edificio tras ellos.
-Uhm, no -Contestó despacio, balanceándose sobre sus pies y metiendo las manos en sus bolsillos-. Es algo temprano para ir, ¿no crees hyung? -Bromeó sonriendo tontamente.
La expresión de Chanyeol decayó al instante e hizo un infantil mohín al ser rechazado.
-¿Entonces? ¿Qué es lo que trae por aquí? -Insistió Jongdae de forma amable al ver que el menor seguía allí de pie sin decir algo más.
Jongin, entonces, dirigió sus ojos hacia los de Kyungsoo con una expresión de decisión que nunca antes había visto en él. El más bajo le sostuvo la mirada inmutable por lo pareció una eternidad, cuando en realidad no había sido siquiera un segundo, e internamente casi se había orinado en los pantalones del susto.
-La verdad, vine a hablar con Kyungsoo-hyung -Declaró sorprendiendo notablemente a los mayores.
Kyungsoo no tenía maldita idea de qué era lo que el moreno querría hablar con él, y eso no hacía más que ponerlo nervioso. Afortunadamente, sus amigos aún tenían su instinto de supervivencia funcionando, y no emitieron ni un sólo sonido cuando accedió a la petición del menor.
Sólo se alejaron un par de metros del grupo, y Kyungsoo tuvo que esperar un par de segundos a que Jongin se decidiera por hacer algo más que rascar se cuello y mirar sus zapatos.
-¿Y bien? -Inquirió levantando una de sus cejas, cuando su paciencia se acabó, y recordó que tenía una agradable cita con sus libros esperándolo en casa.
Jongin lo miró algo asustado y rápidamente metió sus manos en los bolsillos de su abrigo y sacó un pequeño papel, tendiéndoselo para que lo tomara. El mayor lo miró extrañado y cogió lo que le ofrecía.
-¿Qué es esto? -Cuestionó curioso, mientras leía lo que decía el boleto.
“Sueño de una noche de verano”
*-Es una entrada para mi presentación de esta noche -Explicó Jongin mientras indicaba tontamente la fecha de la obra en el papel en manos del más bajo-. Ese día en el metro dijiste que te gustaría alguna vez ir a verme, entonces… uhm, yo pensé, no sé… tal vez…
Jongin sí que se tomaba las cosas a pecho. Sí, le había mencionado que estaría bien ir a verlo alguna vez, luego de que el menor le contara con emoción casi infantil lo que el baile significaba para él, por lo que Kyungsoo se sintió tan contagiado que no pudo evitar decirlo, y en parte era verdad, pero nunca creyó que fuese tan pronto o que realmente se hiciera concreto. Era… extraño.
Lamentablemente, ya había hecho planes para esta tarde.
-Lo siento -Dijo devolviéndole la entrada-. Hoy no creo que sea un buen día.
La quijada de Jongin cayó ligeramente y la decepción adornó su rostro de manera detestable, ocasionando retortijones de culpabilidad en el estómago del más bajo.
-Oh, está bien, yo… no hay problema -Jongin tomó resignado el papel de las manos de Kyungsoo, pero cuando tiró de ellas para volver a guardarlas en el refugio de sus bolsillos, éste opuso resistencia al no soltarlas cuando debía.
Kyungsoo sabía que probablemente lo lamentaría, pero qué más daba. Quien provocara esa expresión en el rostro del menor merecía todas las penas del infierno, y él no estaba dispuesto a recibirlas. Suspiró. A la mierda su tranquila tarde de estudio.
-Está bien, creo que puedo hacerme un tiempo -Le sonrió amable, a lo que Jongin no pudo evitar sonreír también a todo lo que le daban sus labios. Definitivamente eso estaba mejor-. Ahora dime, cuánto te debo.
Kyungsoo se iba a quitar la mochila en busca de su dinero (que tal vez no le alcance; últimamente ha gastado mucho en fotocopias), pero en ese momento una mano sobre la suya detuvo todos sus movimientos.
-Por supuesto que no es nada, yo te estoy invitando hyung -Por un instante Kyungsoo quedó totalmente en blanco al sentir ese suave toque sobre él, y al verse enceguecido por la encantadora sonrisa de Jongin a unos centímetros de su rostro. Muy cerca, para ser sinceros.
Diablos, sí que era lindo ese chico.
Kyungsoo salió rápidamente de ese de pequeño y desafortunado trance, para luego verlo con ojos confundidos.
-Pero las entradas deben ser costosas Jongin, no tienes que gastar tu dinero en mí.
El mayor entonces vio como la cara del chico se tornaba carmesí de nuevo, sin realmente entender el porqué. No había dicho nada raro, ¿o sí? Pero bueno, Jongin se sonrojaba con facilidad.
-No, no, me d-dieron ésta gratis, y-ya sabes, y como mi madre no podía ir, entonces, ¿ya ves?... por lo del metro… apareciste en mi cabeza ¡No, no!... eso sonó raro… yo… -Jongin negaba y se rascaba la cabeza confundiéndose más, mientras balbuceaba más incoherencias intentando explicarse.
Aquella escena resultó tan adorable ante los grandes ojos del mayor, que no pudo evitar soltar una gran risotada callando de inmediato a un avergonzado Jongin. No entendía ni un poco a Jongin, pero no podía evitar sentir agrado hacia él.
-Ya entendí, te la dieron gratis y me la diste a mí por lo que dije esa vez. Está bien, entendí, no te preocupes -Volvió a sonreírle esta vez intentando relajar al otro que de un momento a otro se había exaltado tanto.
El menor le agradeció emocionado con una pequeña venia, y se alejó de allí olvidándose por completo de despedirse del otro par de chicos que estaban un poco más allá.
¡Demonios!
Kyungsoo abrió sus ojos con espanto. Él también había olvidado por completo la existencia de Chanyeol y Jongdae tras él. En el momento que giró hacia ellos y vio sus estúpidas sonrisas teñidas en sorna, ya se estaba arrepintiendo de haber aceptado. Se había ganado al menos dos semanas más de burlas.
Quizás sí merecía las penas del infierno, y ahora mismo comenzaría a pagarlas.
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¿Qué rayos era lo que estaba haciendo allí?
Kyungsoo estaba incómodamente de pie en la entrada del teatro sin saber si debía entrar o no. Iba vestido con sus vaqueros negros y un suéter del mismo color con algunos tonos verdes sobre una sencilla camisa blanca, mas apenas y se veía porque sobre todo ello traía puesto una enorme chaqueta acolchada, que por su largo (llegaba casi hasta sus tobillos) parecía más un abrigo. Estaba completamente fuera de lugar allí. Todos a su alrededor iban vestidos jodidamente elegante; los hombres de impecable esmoquin y hasta corbata de moño alrededor de sus cuellos, mientras que las mujeres lucían vestidos largos y peinados extravagantes. Estuvo tentado a quitarse el gorro, en un intento por verse más digno, pero en cuanto puso sus manos sobre la tela, el aire congelado de la noche se coló en sus orejas, y se arrepintió al instante. No era tan idiota como para preferir morir congelado allí afuera.
Observó por última vez su entorno en busca de alguien o algo, que no lo hiciera sentir como si estuviese a punto de cometer una atrocidad por querer ver un poco de ballet, pero nada.
En eso, sus grandes ojos volvieron a toparse con el cartel de la obra que se presentaría esa noche junto a él: “Sueño de una noche de verano”. Sin duda el nombre no pegaba para nada con la estación en la que se encontraban, sobre todo en este momento en que las nubes estaban tan densas como el mismo negro que las pintaba, mas no sabía porqué le gustaba mucho como sonaba el título en sus labios. Tal vez tenga algo que ver con cierto chico moreno de mirada inocente que bailaría en la obra en unos minutos, que casualmente le daba esa sensación de fogaje y alegría juvenil del verano.
Bien, debía dejar de pensar así.
Sin embargo, lo que realmente llamó su atención del afiche, fue el valor de la entrada. Una entrada. Obviamente nunca iría a ver una función por cuenta propia, a menos que ganara la lotería o algo así. Era carísimo. Por fortuna a Jongin le daban una entrada gratis por ser parte del elenco. Jongdae, no obstante, había insistido en que no creía ni un poco ese cuento alegando: «Te apuesto mis calcetines de piglet a que ese chico gastó tres mesadas para invitarte. No seas iluso Kyungsoo». Y eso era un nuevo aporte al interminable libro de sandeces que vomitaba Jongdae. En serio era un lista gigante.
Cuando sólo quedaban 5 minutos para que el espectáculo empezara, la lluvia comenzó a caer y la desesperación de su indecisión de si debía entrar, lo atacó e hizo lo primero que se le vino a la cabeza.
-¡¿Chanyeol?!
Probablemente sea la jugada menos inteligente que haya hecho en toda su vida, pero en esta extraña ocasión Kim Jongdae era definitivamente su última opción, y bueno, Chanyeol era su única otra opción.
-¿No deberías estar viendo bailar a Jongin en este momento? Si mal no recuerdo, él te invitó a ti y no a mí -Kyungsoo no puedo evitar rodar sus ojos mientras alejaba un poco el móvil de su oreja fastidiado. Al parecer Chanyeol seguía dolido por el hecho de que, a pesar de ser el autoproclamado fan número uno de Jongin, éste no lo tuvo como primera opción.
-¿Quieres dejar de llorar por eso de una vez, y escucharme? Además, tú mismo le dijiste a Jongin que irías con Baekhyun-hyung algún día, así que… ¡mierda! -Dejó escapar cuando de pronto la lluvia se hizo más fuerte, y tuvo que correr a refugiarse bajo el techo sobresaliente de la entrada del teatro. Ya casi no quedaba gente fuera, y se sentía realmente patético encima de todo mojándose allí como un miserable perro sin hogar-¿Por qué carajos nunca me dijiste que había que venir jodidamente formal a esta cosa? -Le recriminó una vez puso el auricular y su mano dentro de su gorro nuevamente.
-¿Cómo querías que supiera? nunca he ido, además, ¿cómo andas vestido? -Kyungsoo se sonrojó ligeramente y no a causa del frío. Ugh, ya sabía lo que le diría.
-Con… -Dubitativo se mordió el labio antes de continuar-el regalo de mamá de mi último cumpleaños…
-¡Joder Kyungsoo! -El pelinegro tuvo que volver a alejar el móvil de sus oídos cuando escuchó el brutal grito de su amigo- ¡Con esa cosa pareces una maldita oruga! ¿Cómo se te ocurre ir así a tu pre-cita con Jongin? Juro que cuando vuelva a ver esa cosa le prenderé fuego.
-Ni se te ocurra. Es mi mejor aliado contra el invierno -Espetó indignado. Nadie quemaría a su preciada oruga. Sobre su cadáver-. Y por cierto, esto no es una pre-cita ni nada de eso, ¿bien? -Aclaró el otro punto de importancia. No podía creer que ahora también Chanyeol saliera con algo como eso.
-Lo es, y lo sabes. Es la pre-cita perfecta, de hecho es mejor que la mía con Baekhyun-hyung. Y oye, si necesitas un aliado contra el frío mejor consíguete un novio, pero, créeme, con esa cosa no lo harás…
-¡Ya cállate, y dime si debo entrar o no! -Le gritó totalmente avergonzado, viendo, estúpidamente, hacia todos lados por si alguien había escuchado algo a pesar de estar hablando a través del teléfono. ¿Qué se creía ese idiota? Le importaba una mierda lo que él hiciera con su noviecito para calentarse, porque él claramente no necesitaba nada de eso.
Joder, sí que odiaba a sus amigos a veces.
-¡Por supuesto que debes entrar! No lo dejarás plantado, ¿o sí?... Kyungsoo no te atrev-
Y sin más cortó la llamada. Eso era todo lo que necesitaba escuchar después de todo.
Con sigilo, y no sin antes haber apagado su teléfono, se adentró al lugar, intentando por todos los medios ignorar esas penetrantes miradas que lo hacían sentir como un bicho raro.
Sí, jodánse ustedes también, les dijo con la mirada a más de un par personas que le molestaron un poco más que el resto.
Vio la entrada en las manos, y luego buscó entre las butacas por el 22-B, lugar donde se sentaría, quedando muy conforme con él, ya que era bastante bueno; se podía ver a la perfección todo el escenario, sin estar exageradamente cerca.
Justo en el instante que se quitó el gorro de la cabeza y se acomodaba en su lugar, se apagaron todas las luces del recinto dando comienzo al show.
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Wow.
Es todo lo que pasaba por la cabeza de Kyungsoo. Es que… wow.
Cuando Kyungsoo aceptó ir a la obra, nunca se imagino lo que acababa de presenciar. Primero, jamás se le pasó por la cabeza que Jongin fuese uno de los protagonistas de la obra, y menos aún que bailara así. Admitía creer que Chanyeol era un total y completo exagerado cuando hablaba de Jongin, con sólo haber visto un par de vídeos de él, sumado al hecho de que antes sus ojos el menor era algo… torpe. Pero oh qué equivocado estaba.
Nadie que se moviera con tal grado de delicadeza, potencia y precisión al mismo tiempo sin verse contradictorio podría considerarse como torpe. Y no sólo eso, su interpretación era sensacional también. Muchas veces, inconscientemente, se encontró a sí mismo conteniendo el aliento a la espera del siguiente acontecimiento o movimiento del bailarín. Estuvo inmerso en esa esbelta figura bañada en colores cálidos, anaranjados y tristes, en la fluidez de sus hermosos y feroces movimientos, en las sensaciones erráticas que se asentaban en su estómago y principio de su garganta, y en emociones que sacudieron algún lugar cerca de su pecho. Kyungsoo, a regañadientes, no pudo negar el hecho de haber caído totalmente rendido a los pies de Kim Jongin tras haber visto tal majestuosa presentación. Eso sí, como bailarín, claro está... aunque puede que tal vez, en algún momento, llegara a sentir un poco de celos de las chicas que interpretaron a su interés amoroso. Esa mirada cargada de admiración y anhelo, el toque apasionado y gentil dedicado a las bailarinas... como sea, fue sólo un poco, sólo tal vez. Quién sabe.
Una vez estuvo sobrio de la cautivadora ensoñación en la que se encontró, y pudo al fin cerrar su boca y dejar de aplaudir cuando sus manos estaban rojas y palpitaban de dolor, se percató de que algunas personas, se quedaron en sus lugares de pie, sin intención de abandonar el teatro como él pensó que se debía hacer luego de terminada la función. El pánico apareció cuando observó lo que esa gente traía en las manos: flores.
¿No me digas que debo quedarme y...? Mierda...
Atolondrado, volvió a sacar su teléfono de las profundidades de su oruga, comenzando a exasperarse cuando vio como los bailarines empezaban a salir de bambalinas para juntarse con familiares o lo que sea, cuando celular se demoraba una eternidad en sólo encenderse. Por suerte ese número era el cuatro en marcado rápido.
-¿Se supone que debo quedarme luego de que terminara la obra? -Escupió en cuando escuchó el click de descolgado al otro lado de la línea.
-“Hola Chanyeol, ¿cómo estás mejor amigo de la vida y que quiero más que a Jongdae?” ¿Dónde están tus modal-
-Basta, no tengo tiempo para eso, responde -Exigió, mientras, preocupado, miraba de reojo a los bailarines que aparecían por si Jongin era alguno de ellos.
-Mmm... -Chanyeol pareció meditarlo por un momento, y Kyungsoo juró que cuando lo viera le rompería un par de dedos por jugar con su paciencia. A ver si volvería a tocar su preciada guitarra-Yo creo que sí.
Kyungsoo rodó los ojos.
-¿Debía traerle flores? Porque Chanyeol, todos aquí tienen, y se las regalan a los bailarines, y yo no sabía como funcionaba esto, y ugh, me siento tan presionado -El chico de ojos grandes pasó su mano por su cabello con frustración. ¿Dónde mierda está el manual para un asistente a una obra de ballet? Porque, joder, qué era tarea.
Escuchó la profunda risa de su amigo calar en sus oídos. El muy maldito lo estaba gozando.
-Vale, vale, no te desesperes, no creo que a Jongin le importe. Pero dime una cosa, ¿Por qué estás tan preocupado por esto? Pareciera como si quisieras impresionar a Jongi-
Y nuevamente cortó la llamada.
No se trataba de impresionar, era hacer las cosas bien. Kyungsoo siempre hacía las cosas como debían hacerse. Sólo eso.
Suspiró. Ahora quedaba a su suerte.
Volteó nuevamente hacia donde se había reunido la muchedumbre, y entonces lo vio. El menor tenía varios ramilletes de flores en los brazos, parecía aún no haberse quitado el maquillaje y el vestuario, y conversaba animadamente con una mujer y un hombre de mediana edad. Kyungsoo sonrió. Jongin se veía genuinamente feliz y satisfecho, y su encantadora sonrisa iluminaba todo el lugar. O al menos eso parecía. Vio a varias otras personas acercarse y decirle algo, que Kyungsoo creyó felicitaciones, y allí supo que las flores no eran lo verdaderamente importante en este asunto.
Debía ir y decirle a Jongin lo maravilloso que lo había hecho, no podía haber mejor retribución que esa.
Se acercó despacio hacia él, mas decidió quedarse un poco más atrás para no interrumpir, y esperar su turno para felicitar a Jongin. Cuando estuvo lo suficientemente cerca se pudo percatar que definitivamente esa señora debía ser la madre de Jongin. El parecido era jodidamente aterrador, pero al mismo tiempo muy bonito.
Bonito, bonito, canturreó en su cabeza son una sonrisa en sus labios.
Sin embargo, esa misma decayó en cuánto escuchó hablar a la mujer.
«No puedo creer que después de todos estos años, aún no sean capaces de darte una entrada. ¡Es el colmo del robo! Si no fuera por ti, no podrían hacer todo esto».
Kyungsoo sintió que sus ojos saldrían de sus cuencas en cualquier momento mientras miraba al menor sonreír tímidamente hacia sus interlocutores. No había querido espiar, pero, mierda, ¿Jongin si había comprado su entrada? Entonces, ¿Jongdae tenía razón? En ese caso, si le había apuntado a eso, quizás... ¿Jongin sí estaría...?
-¡Hyung, viniste! -Oyó interrumpiendo su delirio.
Levantó los ojos hacia el menor ante el llamado, quien se hacía espacio para llegar hasta él, y Kyungsoo no hizo más que tragar el nudo en su garganta debido a su posible descubrimiento. Jongin le sonrió radiante hasta casi hacer desaparecer sus ojos, y por primera vez desde que conoce al moreno, Kyungsoo se permitió observarlo sin recelo en busca alguna señal. Y por más que lo veía de pies a cabeza, examinando cada gesto, lo que absorbía su atención una y otra vez era sin duda, su mirada. Esa mirada; esa mirada que le estaba dedicando a él en este momento. ¡Oh dios! Definitivamente ya había visto esa mirada antes. Con las bailarinas.
Kyungsoo abrió sus ojos con espanto. Jongdae y Chanyeol siempre tuvieron toda la puta razón.
Jongin comenzó a inquietarse al no recibir ninguna otra respuesta más que una mirada extraña por parte del mayor e, inconscientemente, intentó rascar su cuello para aliviar la tensión en sus hombros por el momento de incomodidad, pero lo único que consiguió fue tirar un par de ramilletes al suelo.
Esa pobre y triste acción fue lo que hizo a Kyungsoo volver a la realidad. ¿Por qué tenía que sentirse él cohibido cuando era Jongin quien exponía sus sentimientos como un libro abierto? (Bueno, ahora era un libro abierto).
Sus labios se curvaron hacia un lado en una sonrisa torcida, que estuvo apunto de transformarse en una pequeña risilla, en tanto ayudaba al chico a recoger lo que había botado.
-Jongin estuviste fenomenal, felicitaciones -Le dijo en un tono un tanto austero, pero acompañado de un leve sonrisa, y sólo eso hizo que el más joven se viera incluso más feliz, si es que eso era posible.
¿Cómo había estado tan ciego?
-¡Muchas gracias! Me alegra que te haya gustado.
El más bajo vio hacia ambos lados intentando lucir apenado.
-A pesar de que fuiste el mejor, y uno de los protagonistas de la obra, y que yo fui el afortunado de obtener tu entrada de regalo -Dijo, saboreando con intención especial aquella última frase-, soy un pésimo hyung. No te traje flores y no vine arreglado como se debía. Lo siento -Se disculpó, no tan sincero como lo estaba realmente antes de saber de los sentimientos del menor por él.
No podía evitarlo, de pronto se vio demasiado encantado con la idea de tener a Jongin tras suyo. No le molestaba en absoluto.
El bailarín velozmente negó con la cabeza.
-¡Eso no importa! Además hyung siempre se ve bien, y por supuesto que no tenías que traerme nada, con haber venido está bien para mí.
-¿Me dejas invitarte a comer como compensación? Es lo mínimo, ¿sí? -Ofreció ante un muy sorprendido Jongin.
Y ciertamente, era lo mínimo, luego de haber estado tan ciego ante los sentimientos del chico, y por lo que tuvo que gastar en la entrada para invitarlo. Si Jongin seguía intentando así, por supuesto que Kyungsoo no tendría ningún problema en recompensarlo.
Jongin aceptó una vez que proceso la información y presuroso le pidió que lo esperara mientras él iba y se cambiaba rápidamente. Kyungsoo esbozó una sonrisa cuando lo vio correr tras bambalinas, y a la pasada le gritada a sus padres (ahora estaba seguro que lo eran) que se iría más tarde porque comería con un amigo.
Tal vez esto sí era una pre-cita, pero eso era algo que sus amigos no tenían porqué enterarse, al menos no por ahora.
Por cierto, Jongin sí que se ve bien en mallas.