Click to view
El otro día, buscando vídeos por el Youtube, me topé con este. Cuando leí Wavin' Flag supuse automáticamente que sería la versión de K'naan, la que se usó en los Mundiales de fútbol, sin embargo, no fue así. Resultó ser una versión hecha por artistas canadienses (salen Nelly Furtado, Avril Lavigne y SÍ, Justin Bieber también) que se usó para recaudar fondos para la terrible catástrofe acaecida en Haití. Si alguien tiene un mayor interés en la letra de esta canción, bastante bonita por cierto, aquí le dejo el link:
http://letras.terra.com/hope-for-haiti/1654103/ ¿Que, exactamente, a qué viene todo esto? Bastante simple: a que me emocioné. Muchísimo.
Para empezar, las canciones en la que muchos artistas colaboran suelen emocionarme mucho, he de admitir. Desde el "We Are The World" al "Do They Know It's Christmas?". Estas canciones suelen ser hechas específicamente para un evento concreto cuyos fines suelen ser recaudar fondos para la beneficiencia, y, no sé, la mezcla de la música con la búsqueda de la ayuda humanitaria siempre me ha encantado. Esta canción, concretamente, no la había escuchado antes (esta versión al menos) y me causó mucha impresión escucharla. La versión "futbolera" me gustó mucho, pero es que esta es muuucho más. Es decir, mirad un extracto de la letra -traducido-:
>>Probablemente pienses que está demasiado lejos para siquiera preocuparte
Pero, échale un vistazo a donde vives, ¿y si pasara ahí?
Sabes que la urgencia de cambiar las cosas duerme en tu interior
y puede que seamos nosotros la razón por la que la bandera se vuelva a izar<<
Y creo que aquí es donde paso al siguiente punto. Y es que esta canción es mucho, pero lo que realmente me ha hecho adorarla ha sido, como no, Hetalia. Porque gracias a esta serie, -y, repito por enésima vez, aunque parezca tonto, no miento, me ocurre de verdad- he aprendido a amar y respetar a cada cultura y país de este planeta. Cada día olvido más y más la diferencia entre el "aquí" y el "allá", porque me preocupa tanto la crisis de mi propio país que la griega. Lo juro, ahora veo las noticias con el puño en la mano, porque ahora los países me preocupan. Porque he pasado de ver meros trozos de tierra a ver personas. Personas que, como tú y como yo, ríen, lloran, se preocupan y sufren, tienen buenos y malos momentos, y ellos, al contrario que los demás, sufren en su propio cuerpo lo que le ocurre a su país. Os aseguro, no creo que los que no la hayan visto o la vean como yo entenderán el dolor que supone ver a Alfred, el siempre sonriente de Alfred, llorar de impotencia al ver caer las Torres Gemelas; a Antonio perder su perenne sonrisa cuando le dijeron lo que ocurrió en un día normal en Atocha; a Kiku caerse al suelo, gritando de dolor, mientras sentía que alguna parte de su cuerpo se marchitaba porque en Fukushima había habido una fuga radioactiva que había dejado la zona totalmente muerta.
No es algo que la mayoría pueda comprender, pero, de veras, me ocurre. Para bien o para mal, Hetalia me ha cambiado la vida. Y ahora, una simple canción es capaz de hacerme llorar como una tonta, mientras mi mente visualiza una gigante bandera blanca levantada por 194 personas diferentes, pero todas igual de especiales, igual de dignas de ser amadas y admiradas, abrazadas todas en un enorme, enorme círculo, sonrientes, pensando que, tal vez, con esa sonrisa, puedan hacer más bonito este tan horrible como hermoso mundo.
Y me despido con mi frase favorita de la canción:
>> Cuando crezca, seré más fuerte
Y me llamarán libertad
Como una ondeante bandera
Que viene y que va <<