Primera frase: Los aristocráticos matones de la Ciudad Alta silban mientras juegan a las facciones entre los observatorios en ruinas y las fortificaciones abandonadas de Lowth.
Última frase: Pronto las ascendería y dejaría que el viento se llevara lejos de él aquellos pequeños pecados, infantiles y puros.
212 páginas.
Editorial Bibliópolis.
Viriconium está en peligro. La Ciudad Pastel, cuna de la última cultura de la humanidad, se ve invadida por hordas de bárbaros norteños y socavada desde el interior por los partidarios de la falsa reina, Canna Moidart. Ante la amenaza imparable de una horripilante tecnología desenterrada de los yacimientos de las culturas muertas, la única esperanza de la joven reina Jane reside en los restos de la orden de guerreros de élite de su padre, conocidos como los Methven: lord tegeus-Cromis, que se considera mejor poeta que soldado, con su espada sin nombre; Birkin Grif, contrabandista y pendenciero; Theomeris Glyn, artero esgrimista y jugador fullero; Sepulcro el enano, forjador de hierro y constructor de un exoesqueleto de energía... Ellos son los últimos caballeros de Viriconium.
Primera parte de una trilogía que, según se anuncia en la contraportada del libro :p, es una de las obras maestras del género de fantasía.
Yo, la verdad, no diría tanto. Quizás en el momento de su publicación, a falta de que otros maestros del género vinieran y le sacasen de la primera línea de focos de un más que justificado codazo. Tampoco es que sea para abrirse las venas a bocados el libro, porque una vez que asumes que te dejen caer en un mundo apocalíptico y en decadencia sin más referencias temporales ni culturales, lo cierto es que hay una poesía extraña en su prosa. Muchos colores, muchos de ellos exóticamente descritos (al menos para el que no esté al tanto de los colores naturales de los elementos metálicos y sus combinaciones), ese heroismo del que sabe que la muerte es cierta y no le queda nada más que morir de forma que se inmortalice en las canciones... aunque no quede nadie ni para componer esas canciones ni para recordarlas.
El libro consta de dos cuentos cortos (uno al principio y otr al final) y uno central y mucho más largo en el que se desarrolla el grueso de la trama. La guerra entre las dos Reinas, una guerra sin esperanzas para la joven reina Jane. Pero, como casi siempre en este tipo de historias, las cosas nunca suelen terminar como se espera de ellas.