Primera frase: Evening devotions at the Metropolis temple were a public ceremony, and the congregations were always large.
Última frase: Then the mirage faded and was gone, leaving only an echoing sense of peace that spread like a ripple in a pool, out of the chapel, to encompass the city and the world beyond.
312 páginas
Editorial Headline Feature.
The small kingdom of Vyskir is under threat of invasion by Dukle Arec, leader of the neighbouring state. The people of Vyskir look to the benevolence of their god and his consort, the Lady of the Snow, but for some years now, the Lady has sent no visions ant the religious elders are secretly questioning her very existence. A marriage union between Arec's daughter and the heir of Vyskir's ailing Imperator would eliminate the threat, but such an union can- and must- involve the Imperator's second son only, for the true heir apparent, Prince Osiv, is a congenital simpleton. As the law decrees that the eldest son must be the forst to marry, the elders set out to find Osiv a bride.
Nata is the perfect choice; meek, docile, well-bred and beautiful- and, along with the rest of the populace, unaware of Prince Osiv's condition. But Nanta has a sinister secret. For many years she has been haunted by visions of the Lady of the Snow; visions she dares not reveal to a living soul. For in them the Lady is dead. And a powerful voice, that's getting harder to resist, is calling Nanta to avenge her...
Louse Cooper falleció el pasado 20 de octubre de un aneurisma. Lo cierto es que me enteré de milagro, al buscar información sobre varios libros suyos (esos que no han visto la luz en español y se desarrollan en el mismo universo de El Señor del Tiempo), y me quedé anonadada. Era muy joven todavía y podría habernos regalado con más obras suyas.
Así que, a falta de volver con Tarod, Yandros, Cyllan y el resto de personajes que pueblan la Península de la Estrella y ese mundo fantástico, la tomé con una obra menor. Una novelilla, en inglés del bueno, que
aitkiar tenía en sus estanterías.
Se me ha hecho un poquito larga, no por la complicación de la trama (que, la verdad, no da para mucho), sino porque no lo he cogido con muchas ganas y me he dedicado a leerme otras cosas entre medias :p Media horita diaria, como mucho, de dedicación exclusiva.
Eso sí, dado el peculiar estilo de la autora, con largas introspecciones de los personajes y apenas diálogo (¿a quién me recordará eso :p?), me ha costado más cogerle el gustillo. Ayuda también que, al ser una obra corta, los personajes no están muy bien definidos. No sé, he echado en falta toda la profundidad y complejidad que he encontrado en otras obras suyas (tomemos la familia de cómicos del cuarto libro de la saga Índigo, por ejemplo. Es un libro con una longitud equivalente a este, más o menos, y los personajes son más tridimensionales que aquí). Son todos, por desgracia, excesivamente previsibles.
Habrá que volver con Tarod, para darle una despedida como es debido a esta mujer.