"Mi salvación fue leer, leer los buenos libros,
refugiarme en esos mundos donde vivir era exaltante, intenso, una
aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz. Y
fue escribir, a escondidas, como quien se entrega a un vicio
inconfensable, a una pasión prohibida. La literatura dejó de ser un
juego. Se volvió una manera de resistir
(
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