fools in love ch04

Jul 26, 2009 14:11


Título: Camino Al Ifierno
Fandom | Personajes: Original (Fools In love) | Hellen Wellington, Noelle Raven, Redd Anderson & Rick Dermont
Rating | Advertencias: R | Nada
N/A: original escrito por thaly_black & pepperbee El índice está aquí.
Palabras: 1504
*CAPÍTULO ANTERIOR

Sentía como los zapatos se le clavaban ligeramente en los lados, pero le daba igual, se sentía fenomenal y además iban a asistir a un concierto, estaba especialmente emocionada. Jamás había ido a uno y, aunque este fuera de principiantes, nada le quitaba emoción.

El lugar estaba hasta arriba de gente que se gritaba y sonreía, se oían ruidos de botellas al chocar y el aire ligeramente olía a marihuana. Noe sonrió mientras se balanceaba de un lado al otro y se dirigía a la barra. Hell estaba hablando con un grupo de chicos, seguramente los acabara de conocer, pero ella era así y a Noe eso le encantaba. Era como el limón, a Noe le gustaba el limón porque era distinto y parecía tan alegre y sencillo pero en realidad era una fruta difícil de comer por su acidez, sin embargo ella le echaba mucho azúcar. Y es lo que Hell necesitaba.

-¿Me pones dos cervezas?- Sonrió al camarero inclinándose sobre la barra y levantando uno de los tacones para dar un par de golpes con la punta.

-¿Tienes edad para beber?- Preguntó el hombre con la misma sonrisa mientras le servía una copa a otra persona.

- ¿Crees que una niña estaría aquí a estas horas vestida de esta manera? -respondió juguetonamente mordisqueándose el labio inferior tal y como Hell le había enseñado.

El tipo la miró de arriba a abajo con la misma sonrisa, con ojos chispeantes y por su expresión, Noe pudo comprender que le gustaba lo que veía. No era de esas que se insinuaban a la primera pero prefería tontear un poco a quedarse sin una cerveza; al fin y al cabo tontear no le hacía daño a nadie...

De repente dos brazos fuertes y masculinos acorralaron a Noe contra la barra, y ella se giró sobresaltada para encontrarse con Damond; el dueño del bar.

-Esta chica tiene derecho a beber lo que quiera-le dijo al camarero, antes de dedicarle una sonrisa a ella-Invita la casa-añadió, antes de colocarle bien el pelo a Noe, que se le había movido levemente al girarse-¿En qué infierno está metida Hell? -preguntó con una sonrisa traviesa.

Noe le devolvió la sonrisa con dulzura y señaló con la mano a un rincón donde Hell bailaba con tres o cuatro chicos, al ritmo de la música.

-¡Hell! -gritó Damond, logrando hacerse oír por encima de la música-Ven aquí, pequeño diablito-dijo luego, haciéndole gestos para que se acercase.

Ella se despidió de los chicos esos con una sonrisa y en menos de tres segundos estaba a su lado. Era increíble como era capaz de correr con semejantes tacones sin partirse la cabeza.

-¡Dam! -dijo, con una sonrisa enorme, antes de pasarle un brazo por la cintura a Noe y acercarse al hombre para darle un beso en la mejilla-¡es genial que nos hayas avisado! ¿a que sí, Noe? -gritó, por encima de la música, estrechando a su amiga contra ella mientras hablaba.

Hell y Noe eran amigas de Dam desde hacía meses. Una noche en que él las había descubierto intentando colarse pese a tener quince años. Esa misma noche en la que, sin proponérselo, ellas consiguieron que la chica que le gustaba a Dam (y que también estaba colada por él) se pusiese tan celosa como para acorralarlo contra la pared del cuarto oscuro y demostrarle que una mujer podía ofrecerle más que dos adolescentes.

-No podía no hacerlo, nena-dijo, acariciándole una mejilla con los nudillos. De repente un nuevo grupo empezó a tocar. Damond esbozó una sonrisa-Estos dos tíos son la polla. Ya veréis como os encantan, preciosas-les dijo-ahora tengo que ir a hablar con un par de tíos… os veo luego-dijo, a modo de despedida.

Noe miró a Hell curiosa esbozando una sonrisa de pura inocencia.

-Así que ‘la polla’, ¿eh?- Hell rió y tiró de ella hacia el escenario.

Los dos chicos que estaban subidos encima de la tarima estaban dedicándose a la música en cuerpo y alma. Pese a que eran dos su energía y melodía hicieron que Noe agarrara la mano de Hell con fuerza. Y es que nunca había visto a alguien así.

Inmediatamente su atención se centró en el guitarrista que a la vez hacía de cantante mientras que el batería estaba más que entregado a tocar todos sus tambores. Sí, ‘tambores’, Noe nunca se aprendería cómo se llamaban esos cacharros, tal vez porque ella tenía mala memoria para los nombres, tanto de cosas como de personas, o tal vez porque a ella sólo le gustaba la guitarra. Era un secreto que sólo pocas personas sabían, pero la pequeña Noelle, tan discreta y modosa, sabía tocar muy bien la guitarra aunque su preferido era el bajo.

Se concentró en aquel chico de pelo corto y mirada oscura que sonreía con descaro y rasgaba la guitarra con fuerza y delicadeza, contradictorio pero cierto. Sintió que el corazón se le aceleraba hasta un ritmo demencial y amenazaba con escaparse por la garganta mientras que la piel se le erizaba y no existía nada ni nadie más que él. Quieta entre la multitud agitada y con la mirada fija en él. Por un segundo se le ocurrió que debía de tener una pinta de loca y justo en ese instante él la miró.

Mierda.

O al menos eso fue lo único que se le pasó por la cabeza mientras el corazón se le detenía y apartaba la mirada hacia un lado, como si hubiese algo de interesante en una pared cubierta de pósters medio arrancados.

Bien. Ahora seguro que sí parecía una loca. Porque se sentía como una tonta con el corazón martillando contra las costillas y las mejillas sonrosadas. Jamás le había pasado.

-Hell, vayámonos... -se acercó todo lo que pudo a ella para que la oyera. La castaña puso una cara amenazante y negó rotundamente.

-¿Bromeas? ¿Has visto cómo está el batería? De aquí no me voy hasta haberlo probado...

Bueno, no la iba a dejar sola ni tampoco volver a su casa, aunque ya les había dicho a sus padres que dormiría en casa de su amiga.

-Te esperaré en la barra... -señaló pero Hell sólo tenía ojos para el tío de las baquetas.

*

Habían conseguido algo que creía increíble y ahora estaba temblando como un flan. ¿Él? ¿Desde cuándo era así?

Apretó los puños e inspiró lentamente para luego espirar y repetir un par de veces hasta que notó como la tensión disminuía poco a poco. No tenían un camerino ni nada por el estilo, estaban en el pasillo en cola trás el grupo que iba a tocar delante de ellos, eran los quintos en una lista de once, cosa que no estaba mal teniendo en cuenta que los habían aceptado a penas seis horas antes de la actuación. Tomó nota mental de apuntarse a alguna religión porque estaba seguro de que había alguien ahí arriba que movía hilos y era mucho mejor cuando tenías enchufe.

-Tío, no te lo vas a creer -Rick apareció de alguna parte, no se sabe de donde, poniéndose la camiseta por la cabeza -Me acabo de liar con una tía que tenía más tatuajes que el viejo que nos alquila el piso -sonrió con descaro como siempre hacía -no veas las tensiones que libera, deberías probarlo…

-No, gracias -murmuró algo inseguro pero sonriente mientras se sacaba las baquetas del bolsillo trasero y las pasaba entre los dedos con una sola mano -¿Has revisado la guitarra? -su amigo asintió con una sonrisa- ¿las púas? -volvió a asentir mientras tomaba la guitarra roja que estaba apoyada contra la pared y se la colgaba del hombro -¿y las cuerdas?

-Pareces la mamá gallina…-comentó sin dejar de sonreír.

-Dejaría de parecerlo si te tomaras las cosas un poco más en serio.

Rick soltó una carcajada y le puso una mano en el hombro. Puede que fuese algo despistado pero había que reconocer que sin él, Redd tal vez hubiera perdido la esperanza hace mucho tiempo.

-Tranquilo, tío, vamos a triunfar, nos vamos a comer al público y luego, a lo mejor, a unas cuantas nenas, que he visto a unas ahí afuera que… -se mordió el labio inferior y puso los ojos en blanco.

-¿Sabes que cuando haces esa cara me das miedo?

-Deberías follar más- asentía con la cabeza mientras lo decía -tal vez liberarías esas tensiones que tienes acumuladas…

-Déjame en paz- murmuró a la vez que movía el hombro para deshacerse de su mano -tenemos que salir ya, como te olvides de la letra o se te pase una sola nota me encargaré de que el que necesite follar seas tú y no puedas…

-Eso no pasará nunca- sonrió poniendo las manos detrás de la cabeza y caminando hacia el escenario.

-Tú tiéntame y verás…

Rick negó con la cabeza. Pilló una cerveza de una caja que había allí amontonada y la abrió con la parte de atrás de la navaja que siempre llevaba en el bolsillo trasero del pantalón. Se bebió media botella de un trago y después se la tendió a Redd. Porque necesitaba cualquier cosa para paliar los nervios. Porque aunque fingiese estar más tranquilo que recién levantado, tenía el estómago encogido.

-Esto va bien para los nervios-le dijo, antes de colgarse la guitarra. Acarició el mástil, y eso le transmitió seguridad. Era como una tabla de salvación en medio del caos y de los nervios.

Redd dejó la botella de cerveza allí a un lado y lo miró, con algo parecido a una sonrisa nerviosa. Rick le devolvió la sonrisa, intentando no parecer tan acojonado como realmente estaba.

Era su turno. Sí. Su turno para comerse el mundo un rato.

Cuando salió al escenario le dio una palmadita a Redd en la espalda. No eran necesarias las palabras. En el preciso momento en que se paró delante del micro los nervios se disiparon como por arte de magia, y en una sincronización perfecta, sin ni siquiera mirarse; como si fuesen una sola mente repartida en dos cuerpos, empezaron a tocar a la vez.

Y ya no existía nada más. Nada más que ellos dos y la música. La sincronización. Y el público que chillaba e intentaba cantar con él.

De repente su mirada cayó sobre una chica rubia, quieta en medio de la multitud. Y, entre acordes, de una forma irracional que no logró entender, decidió que iba a ser suya.

CAPÍTULO SIGUIENTE*

(fanfic), contiene: canon, rated: k+ (9+)/ pg, this fic is currently: wip, genre: genfic, genre: fanfic, lj user: thaly_black, fandom: fools in love, oc: redd anderson, pov: 3rd person (omniscient), oc: noelle raven, genre: original fiction, oc: helen wellington, contiene: ust, genre: angst, oc: rick dermont

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