Agradecimiento | Tatsuya/Isaac | Fanfic
Título: Agradecimiento
Fandom: Original
Personajes: Tatsuya/Isaac, Moncef
Género: General, Familiar
Palabras: 349
Notas: Inspiración nocturna mientras veia Swenney Todd (o como se escriba).
Agradecimiento.
No llevan ni un minuto fuera del baño y ya desea regresar a ese cuarto. Eran las dos de la mañana, ¡dos de la mañana! ¿Esa criatura no sabía de horarios y descanso? Lo observa, se está acomodando en el regazo de su padre, de Isaac, quien no reconoce el genio maligno de esa criatura.
Esta seguro, tan seguro como que no dará su brazo a torcer, de que ese niño en brazos lo hace a propósito, en el momento mas placentero, en medio de una de sus fantasías, ese niño siempre rompe todo con su llanto.
Lo ha hecho otra vez, con una exactitud mecánica, un reloj biológico arreglado para aterrorizar su sueño y demostrarle quien es el que manda. Por que lo sabe, que el odio es mutuo, y que el padre de tan horrible monstruo ni cerca está de comprender tan disfuncional rivalidad. Él solo despierta y lo carga hasta que vuelve a dormirse, en el peor de los casos lo acuesta junto con ellos y tiene que soportar el despertar con el olor de baba de bebé.
- Parece que se ha dormido - murmura Isaac, volviendo a colocarlo dentro de la cuna, arropándolo como si se lo mereciera. Aguardando unos segundos para comprobar que el trabajo está hecho. No se fija en él, medio dormido y molesto. No lo resiste, esa mirada tan dedicada que le dirige al interior de la cuna, gruñe prefiriendo acomodarse en su lugar y olvidar a su compañero de cama.
Luego viene el apagón y siente como se recuesta en el lado contrario de la cama, se finge dormido, ofendido por ocupar un segundo lugar.
- Gracias, Tatsuya - maldice al escuchar esa palabra, pero cede a esa mano que pasa por su cintura, al abrazo que los acerca más. Aun cuando es un egoísta todavía recibe el agradecimiento, como si realmente fuera tan paciente y considerado como piensa su pareja que es.
Por que es por eso, por que a veces lo hace sentir mejor persona de lo que es, uno de los motivos por los que ama a ese tontillo rubio.
Fin.
Fandom: Original
Personajes: Tatsuya/Isaac, Moncef
Género: General, Familiar
Palabras: 349
Notas: Inspiración nocturna mientras veia Swenney Todd (o como se escriba).
Agradecimiento.
No llevan ni un minuto fuera del baño y ya desea regresar a ese cuarto. Eran las dos de la mañana, ¡dos de la mañana! ¿Esa criatura no sabía de horarios y descanso? Lo observa, se está acomodando en el regazo de su padre, de Isaac, quien no reconoce el genio maligno de esa criatura.
Esta seguro, tan seguro como que no dará su brazo a torcer, de que ese niño en brazos lo hace a propósito, en el momento mas placentero, en medio de una de sus fantasías, ese niño siempre rompe todo con su llanto.
Lo ha hecho otra vez, con una exactitud mecánica, un reloj biológico arreglado para aterrorizar su sueño y demostrarle quien es el que manda. Por que lo sabe, que el odio es mutuo, y que el padre de tan horrible monstruo ni cerca está de comprender tan disfuncional rivalidad. Él solo despierta y lo carga hasta que vuelve a dormirse, en el peor de los casos lo acuesta junto con ellos y tiene que soportar el despertar con el olor de baba de bebé.
- Parece que se ha dormido - murmura Isaac, volviendo a colocarlo dentro de la cuna, arropándolo como si se lo mereciera. Aguardando unos segundos para comprobar que el trabajo está hecho. No se fija en él, medio dormido y molesto. No lo resiste, esa mirada tan dedicada que le dirige al interior de la cuna, gruñe prefiriendo acomodarse en su lugar y olvidar a su compañero de cama.
Luego viene el apagón y siente como se recuesta en el lado contrario de la cama, se finge dormido, ofendido por ocupar un segundo lugar.
- Gracias, Tatsuya - maldice al escuchar esa palabra, pero cede a esa mano que pasa por su cintura, al abrazo que los acerca más. Aun cuando es un egoísta todavía recibe el agradecimiento, como si realmente fuera tan paciente y considerado como piensa su pareja que es.
Por que es por eso, por que a veces lo hace sentir mejor persona de lo que es, uno de los motivos por los que ama a ese tontillo rubio.
Fin.