Número: 71/71
Título: Príncipe Azul
Fandom: Highschool of the Death (H.O.T.D.)
Claim: Saya Takagi, Kohta Hirano.
Extensión: 304
Advertencias: Escrito sin ganas y sin inspiración.
Notas: Basado en el anime (era mucho ecchi para mí, como para seguir el manga).
Takagi, en un principio, al escuchar como Kohta proclamaba, a los cuatro vientos y sin pudor, protegerla para siempre, no podía reprimir un pequeño escalofrío, asqueado. ¿Qué se creía ese gordo? ¿Acaso vislumbraba, con su escasa inteligencia, que eso la deslumbraría? Estaba loco ¡Demasiado loco! Era un fanático empedernido de las armas, estaba pasado de peso y, con seguridad y sin conocerlo bien, podría afirmar que era un pervertido de primera.
Sólo lo usaría hasta encontrar a Komuro. Después, que el gordo se fuese donde quisiese, pues no lo necesitaría más. Eso creyó.
Sin embargo, las cosas no eran tan simples. Ese gordo, como lo llamaba Saya para sí, deseaba estar donde ella estuviese y protegerla de cuanto zombie se arrojase sobre ella. Incluso, para su sorpresa, Hirano no era el pervertido que ella había sospechado: la respetaba y la cuidaba, además de hacerle caso cuando se lo ordenaba.
Después de todo, Hirano no era tan mal chico, pensó, sorprendiéndose al notar que ya no lo llamaba por un apodo despectivo. Lo llamaba por su apellido.
Casi al acto, decidió restarle importancia al hecho, ya que no requería de tanta atención, pensó, en ese instante.
Sin embargo, al transcurrir las horas, los minutos y segundos, algo cambiaba. Takagi no sólo se percató que el muchacho, ni siquiera por asomo, se propasaría con ella, sino que aceptó, con total tranquilidad su vicio: las armas.
No era tan grave y anormal, pensó, tratando de justificarse consigo misma. Hirano la protegía, así que le debía, por último tratarlo mejor, se excusó, mientras en un espejo se reflejaban sus mejillas coloreadas. Fue ahí cuando pensó que si Hirano bajase un poco de peso, tal vez, las cosas podrían ser distintas.
Sin darse cuenta, aquel chico gordo y fanático de las armas se había convertido en su príncipe azul.