Un grito de mujer irrumpió en las silenciosas mazmorras, destrozando el tenso silencio que reinaba sobre ellas.
Un grito desgarrador, lleno de sangre y muerte, destrozó los oídos de las quinientas almas que resistían al asedio encerradas en las mazmorras.
Encerrados como criminales, como prisioneros condenados a muerte, como ratas.
La
(
Read more... )