Número: 075/100.
Título: La suma perfecta [02/30].
Fandom: Yu-Gi-Oh! GX.
Claim: Johan Andersen/Yuuki Juudai/Yubel.
Extensión: 677 palabras.
Advertencias: OT3. Post-series.
Notas: Para la Tabla Abecedario de
retos_a_lacarta Puente
Yubel no pudo evitar poner los ojos en blanco mientras flotaba detrás de la parejita compuesta por Johan y Juudai. Nada le sorprendía ya cuando se refería a ellos, sin embargo, eso no evitaba que de cuando en cuando soltara un bufido de resignación ante sus infantiles planes, que esta vez consistían en tener el millonésimo duelo por la revancha. Johan nunca había podido ganarle a Juudai y casi siempre que se veían, los discos de duelo estaban preparados para volverlo a intentar. En el fondo, la mujer sabía que no lo hacían por el mero título del ganador, sino más bien porque les causaba mucha diversión el estar frente a frente, tratar de leer estrategias y también corroborar, si de verdad se conocían tanto así como para adivinar el próximo pensamiento del otro.
-¡Esta vez voy a ganarte, Juudai! -Johan revolvía su deck con ganas y en su hombro, Ruby lanzó un sonido de aprobación.
-¡Eso ya lo veremos, Johan! -se gritaban como si los separara un mar y sus voces, vibrantes y llenas de expectación, retumbaban en los árboles, cuyo follaje verde parecía lleno de vida-. ¡Apuesto a que no lo haces!
-¿Apuestas? ¡Eso suena interesante! ¿Qué podríamos apostar?
-El que pierda tendrá un castigo por parte del otro, ¿qué te parece? -por cómo lo miraba, Johan pudo adivinar en sus ojos castaños que ya se estaba cociendo un plan malévolo para torturarlo y eso lo hizo sonreír.
-Bueno, pero luego no se vale echarse para atrás, ¿de acuerdo? -el disco de duelo hizo un sonido característico al encenderse y mientras tomaban sus primeras seis cartas, a Johan se le ocurrió algo más-. Ya sé, Yubel puede ser el árbitro.
-Me parece que crees que no tengo nada mejor qué hacer -replicó ella, materializándose en el pequeño claro del bosque, donde el viento hizo mover la escena, desdibujándola en mil colores.
-¡Vamos, por favor! Te diré lo que planeo hacer si gano, ¿de acuerdo? -movida por la curiosidad, Yubel se desplazó hacia donde Johan esperaba, todavía sopesando las posibilidades en la mano que había robado, parecía satisfecho consigo mismo, por lo cual Yubel decidió que, si no le gustaba lo que iba a oír, bien podría darle una ayuda a Juudai diciéndole las cartas en su mano.
Juudai vio cómo el espíritu se inclinaba hasta que su oreja quedaba oculta tras la mano del europeo, en el más profundo secreto. Él también quería escuchar y su emoción se acrecentó cuando Yubel lanzó una carcajada al aire primaveral y seguidamente dio su aprobación para el proyecto. ¿Qué había dicho Johan que la había convencido de ponerse de su lado? ¡Algo así nunca había pasado! ¡Ah y era tan emocionante!
Con ese aliciente, el duelo se sucedió con rapidez y aunque pasaron varios turnos en los que la situación pareció desesperada para el lado del europeo, por fin sus bestias gema triunfaron y la victoria se reflejó en sus ojos por primera vez desde el duelo que habían tenido en el puerto de Dominó City.
-¡Ahh, me has ganado! ¡Felicidades! -más que estar enojado, Juudai parecía eufórico y corrió al encuentro de las dos personas que más le importaban en el mundo, olvidándose momentáneamente del castigo.
-Bueno, bueno -dijo Yubel, cuando los vio jugando el uno con el otro y haciéndose cariñitos-, no hay que olvidar el castigo. Juudai, perdiste, así que tienes que asumir las consecuencias.
Su sonrisa era maligna y pronto logró transmitírsela a Johan, quien se puso súbitamente serio y tras dirigirle una mirada cómplice al espíritu (¿no era genial que se llevaran tan bien?) ambos comenzaron a acorralarlo contra el tronco de un árbol, su sombra fresca, en donde las hojas se movían.
-Hey, esperen, ¡¿qué van a hacer?!
-¡Un ataque de cosquillas! -respondió Johan y de inmediato comenzó a atacar su estómago, logrando una avalancha de carcajadas, que apagó la de Yubel, que se perdió en la tarde. Era el castigo perfecto, nunca había visto a Juudai reír así, ni mucho menos estar tan indefenso y esperaba que Johan y ella pudieran unirse en más complots con tal de obtener resultados tan buenos como ésos.