Dejando a un lado sus ojos verdes (lo más bonico del mundo) y su altura (ummmm), su enorme nariz, sus labios carnosos, su espalda... Dios... sus manos grandes y sus brazos fuertes, dejando todo eso a un lado tenemos la sonrisa perfecta (y tan perfecta), una mirada tierna y felina (ummmm) y una sensualidad tan marcada que da igual si está haciendo
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