En cuarto año escribí un ensayo-berrinche sobre el mal uso que los adolescentes le daban (haha, daban) a los celulares y el cierre decía: ¿La vida es un mensaje de texto? Tal vez.
No tengo la menor idea de qué diantres quise decir con eso.
Leí mi agenda del 2006 y no me fastidió tanto mi yo de diecisiete años como pensé que habría de fastidiarme. Me pareció curioso que a fin de mes hiciera un balance de determinados aspectos; procedo a transcribir el de Abril:
Estoy escribiendo un balance de mi 2008, pero dado mi creciente amor por lo analógico, lo estoy plasmando a mano en mi cuaderno-monstruo-de-Frankenstein*. Tal vez lo transcriba en mi otro journal, no lo sé
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