Arnie Cunningham se desvanece (despacio).

Aug 18, 2009 22:07

Me siento mal.
Siempre digo que me siento mal y nadie puede discernir si tengo ganas de vomitar o si mi ánimo se arrastra por el piso.
Hace media hora estaba bien (es un estado tan efímero), pero me detuve a pensar y se me desplomó el techo. O se abrió una grieta enorme en el piso, no lo sé. Digo que me siento mal, pero hoy en particular me siento mediocre. Sé, en realidad, que soy mediocre. El convencimiento se vuelve más nítido cada vez. Me avergüenza pasar un mes trabajando en una gigantesca porquería. Me avergüenzan mis ideas, para empezar. Evitando plantearlo en forma retorcida, no me gusta lo que hago. No se trata de un monólogo para inventar conflictos en pos de pasar el tiempo (o de evitar tomar consciencia del vacío); se trata de una suerte de crisis de identidad en la que carezco de los medios para avanzar hacia la dirección en que me gustaría avanzar.
El asunto es que, si la dirección es otra, no podría ni empezar a describir la magnitud del problema. Ni me ayuda el (voraz) paso del tiempo. Siento, creo, sé, que me quedo sin tiempo. Debe ser mi enemigo más grande, si es que tengo uno. Es un agujero negro que me succiona progresivamente más rápido.
Creo que enfrento un enorme bache en mi tendencia a buscar la magnificencia. El bache, resulta, empieza y termina en mí. No hay elementos externos que se interpongan; es el medio de esquivar el eje del conflicto, que son mis limitaciones en todo aspecto. Mi mediocridad en todo aspecto. No sólo mis metas son demasiado altas, sino que yo soy demasiado baja. Hagan las cuentas necesarias.

lou dice, stake-me

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