RETO: Día del Crack [2/2]

Aug 10, 2009 01:38


Título: DE-INCÓGNITO

Fandom: Harry Potter

Pareja: Albus Severus / Scorpius Malfoy

Género: Humor, General

Clasificación: G

Disclaimer: Todo pertenece a JotaKaRowling. Eso ya lo sabemos.

Notas: Este fic contiene varios guiños a otros fics (pongamos por ejemplo xD el P!C). Si molesta a las respectivas autoras, lo cambiaré.

Resumen: Scorpius Malfoy es el niño cantante más famoso del mundo, y Albus Severus es el mayor fan que pueda existir. ¿Qué hará Albus Severus para conseguir conocer a su ídolo, la persona más inalcanzable?

Primera parte




Cuando sonó el aviso del descanso y todos los niños se levantaron para salir corriendo al recreo, Al pensó que sería mejor no dejarse ver fuera de la clase, no fuera que lo reconocieran. Vio a Scorpius dirigirse hacia la salida y eso no podía ser. Alargó la mano y lo tomó por el brazo, pero evitando su mirada.

-¿Pero qué…?

Albus Severus dio un ligero tirón, indicándole que no se fuera. Scorpius miró a sus compañeros, quienes lo miraban desde la puerta, preguntándole a qué esperaba para salir con ellos. Un par de niñas hicieron un mohín enfadado, pero el rubio les hizo un gesto y se fueron.

Al recorrió la mirada por la clase, donde sólo quedaban ellos y la profesora, y decidió meterse en la casita de juegos del final del lugar. Indicó a Scorpius que se metiera dentro y lo secundó.

-¿Me estás secuestrando, Potter? -preguntó el rubio, burlonamente.

-Y-yo no… yo -tartamudeó el otro, nervioso- no soy Potter. ¡Soy un alumno nuevo!

­-Claro claro… -murmuró Scorpius, mirándole atentamente- ¿Ahora vas a pedir un rescate para mi liberación?

-No…

-¿Pedirás servir a mi papá entonces?

-No…

-¿Quieres ser famoso? ¿Quieres…?

-¡No, no! Yo sólo…

-No tengo todo el día, niño nuevo.

Albus temblaba. ¿Qué debía hacer ahora? Ya lo tenía a su alcance pero… ¿qué se supone que debía hacer ahora? ¡Estaba muy nervioso! ¿Y si no le gustaba a Scorpius? ¿Y si le odiaba? ¿Y si se negaría a ser su amigo?

¿Qué hacían las fans en momentos como este? Se desmayaban… cierto, pero no era una opción aceptable en esta ocasión. ¿Gritaban? Albus estaba demasiado nervioso como para gritar. ¿Lloraban? ¡Tenía unas ganas terribles de hacerlo!

-Ey… -el rubio le llamó la atención.

-Sí… quería decirte que… megustanmuchotuscanciones.

Scorpius levantó una ceja de nuevo, Albus Severus conocía esa acción que el rubio hacía continuamente. Era encantadora.

-¿Perdón? -pidió sonriente.

-Q-qué… me… me gustan mucho… tus canciones. ¡Soy tu mayor fan!

Scorpius ya no sonreía, reía con tiernas carcajadas que hicieron sonrojar a Al, quien escondió la cabeza entre los hombros, totalmente avergonzado.

-No te burles… -murmuró con la voz rota.

­-¡Que no me ría! -Scorpius se talló los ojos, sacándose una imaginaria lágrima y paró en seco- Es que es muy gracioso…

Se acercó al infiltrado, a quien se le habían deslizado las enormes gafas y ahora se le veían los verdes ojos húmedos por unas lágrimas que atentaban por salir. Albus se agarraba los faldones del chubasquero que aún llevaba puesto graciosamente.

-Ey, no llores -le arrancó cruelmente el mostacho postizo tan rápidamente que Albus no pudo detenerlo-. En serio Potter, eres tan gracioso…

Y volvió a reírse.

Albus Severus lo apartó de encima suyo y salió corriendo de la aula, sin que el que fuera su mayor ídolo pudiera detenerlo.

*           *           *

Habían pasado tres días desde su fracasado intento de darse a conocer a Scorpius Malfoy, el personaje más intrigante y famoso del colegio. Tres días desde que lo arrastrara estúpidamente, le declarara su fascinación estúpidamente y saliera, también estúpidamente, corriendo del aula llorando como un niño.

¿Cómo se le había ocurrido que pudiera interesarle a alguien tan famoso como Scorpius Malfoy? La alta esfera no se mezclaba nunca con la baja.

Toda la perfecta imagen de su ídolo se había desmoronado desde lo más alto, cayéndole encima y enterrándolo en su desgracia. Lo había vencido.

-Albus -lo llamó un niño de su clase. No le respondió. -. Albuuuuus

Alzó la cabeza de su trozo de mesa para encarar al maldito que lo estaba molestando, para encontrarse a uno de sus amigos. Frunció las cejas.

-Albus, tienes que ver esto.

Lo levantó a la fuerza de su silla y se lo llevó a rastras al pasillo.

Allí en el medio había una plataforma hecha con cubos de juegos y, encima, se encontraba, como siempre, Scorpius Malfoy, esta vez con un micrófono de verdad.

-Ya era hora, patético Potter -rió el rubio, y todos los de su alrededor rió con él-. Callaos.

Y todos callaron al momento. Albus enrojecía de la rabia, quería salir de allí. AHORA.

­-Mucho mejor -Scorpius se aclaró la garganta y le indicó que se acercara-. Veamos, Potter. ¿Cuál te gusta más?

Oh sí, salir de allí en ese mismo instante e irse a casa de nuevo. Y terminar de tirar todas las cosas que le recordaran a ese maldito niño del demonio.

­-Canción, Potter. Vamos, cuál te gusta más…

Le gustaba mucho la del Pavo Real, pero no estaba para tonterías.

­-Polvos de amor….

Mucho mejor, Albus Severus Potter, elige una canción ñoña para que todos se burlen de ti. Mucho mucho mejor. Ahora sí quería ahogarse en su frustración.

El rubio alzó la ceja en ese ya conocido y odiado gesto y dudó un momento, pero terminó alzando los hombros y empezó a cantar.

Al abrió desmesuradamente los ojos al darse cuenta que Scorpius estaba cantando para él, sólo para él, la canción que él le había indicado. El micrófono era falso, pero su voz sobresalía entre las de los demás niños que se habían apuntado al coro.

-…y sólo se necesitan polvos de bicornio…

No se lo podía creer, eso debía ser un sueño. Se acercó a él y lo miró embobadamente desde su altura, titubeó antes de seguir su ritmo.

-…para una poción de amor hecha de temor…

Albus Severus se rió, feliz, cuando Scorpius le indicó, casi ordenó, que subiera a su lado. Dejó de cantar.

-Genial. Ahora serás mi amigo. No quiero escuchar ninguna queja de tu parte.

Al asintió rápidamente repetidas veces, para asegurarse de haber dejado claro que ninguna queja saldría jamás de su boca.

-…y tendrás que cumplir todos mis deseos. Es un trabajo muy difícil. ¿Serás capaz?

Volvió a asentir.

-¡Perfecto! -gritó con una sonrisa sincera el rubio. -¡Eh, no llores!

Albus se sacó la humedad de sus ojos y se abrazó al otro, escondiendo la cara en su camisa.

­-Si te atreves a llorar sobre mi camisa nueva te destrozo la vida… en serio…

Negó con la cabeza y se abrazó más fuertemente antes de soltar una risa de felicidad.

Y así fue como Albus Severus Potter no sólo conoció a Scorpius Malfoy, su mayor ídolo, y se hizo amigo suyo, recibiendo canciones en directo para él. Sino que, además, se ganó su propia canción.

Y jamás pudo deshacerse de la vergonzosa y burlona canción que Scorpius escribió en su honor el día después. El nuevo single del colegio contaba como un tonto Potter se había disfrazado De Incógnito para intentar secuestrar al prodigioso hijo del riquísimo Draco Malfoy y había fallado en el intento, había llorado y berreado antes de conseguir ser el mejor amigo del Dios de La Clase de los Bicornios.

FIN

..

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