Normalmente hubiese escogido el sasunaru (¡vida eterna al sasunaru!), pero entonces recordé que los tenía muy gastados. Haber hecho fics de ellos durante más de un año hizo mella en mí y decidí dedicarme a otra pareja solo por un tiempo. Acepté el reto de los pecados capitales en "Retos a la Carta" y sinceramente me agrada la idea, por lo tanto, me basaré en el Twincest. Sasuke, Naruto... ¡¡tengan piedad!! (?!)
Ira Ira
Retrocedió casi instintivamente. Poco a poco, un sabor amargo se extendió por su garganta y una corriente eléctrica atravesó su columna a velocidad de vértigo. Apretó los puños con fuerza, sus ojos se entrecerraron con furia. Pensó por un momento en acercarse, en mostrar su desacuerdo; agarrarle de un brazo, tumbarle en el suelo y arrancarle la piel a arañazos. Pero no era correcto, por supuesto que no, esa no era la forma correcta de hacerle pagar.
Por primera vez en su vida, Bill Kaulitz se permitió pensar antes de actuar.
Giró sobre sus talones, reprimiendo aquella maldita sensación. Respiró profundamente, sentía que el aire le faltaba.
Y así, una sonrisa divertida se apropió de su rostro. La ira corría como sangre por sus venas, la venganza latía en su corazón y sentía aquella abrumadora necesidad de hacerle pagar. Quería a Tom, por supuesto que sí, pero él no era una chica.
Él sí que sabía hacerle sufrir como ninguna mujer podría.
Te veré retorcerte de dolor Tom, ya verás que sí.
Cerró la puerta de aquel camerino y anduvo con pasos silenciosos entre los oscuros pasillos. Apartó un pequeño mechón de cabello rebelde sobre su rostro y la maldad relució en sus pupilas casi como el fuego. De lejos, como en un susurro, podía oír los gemidos y aquello solo empeoraba las cosas.
George y Gustav le recibieron en la pequeña sala donde se supone todos deberían esperar a que se les llamara. No tardaron en preguntar sobre Tom, pero él supo mentir como todo un actor, se sorprendió de la seguridad en sus palabras.
Acababa de transformar la mentira en todo un arte.
- Será mejor que no tarde demasiado.
- No creo que demore, después de todo, no le conviene.
Tanto George como Gustav notaron un ligero cambio en él, pero no estaban seguros de poder afirmar tal cosa; Bill parecía normal, haciendo escándalo y molestando como siempre. Poco después, Tom atravesó el umbral de la puerta, arreglándose un poco la gorra.
- ¿Ya hay que tocar?
- Aún no nos llaman.
Un silencio aplastante se apropió de la habitación. En medio del mutismo, Gustav se permitió analizar la situación. Lo podía ver, casi como una sombra, ahí en medio de aquella bien disimulada indiferencia.
No podía ser algo bueno.
***
No me odien por odiar a Tom (?), pero no se preocupen, no es lo que parece ;D También habrán capis desde su punto de vista y según los pecados de la tabla... ya saben lo que se pueden esperar cofcofcofocof
No olviden que ser bueno es aburrido :D