Argh~
Nombre: No lo tolera
Fandom: D.Gray-man
Claim: KandaYuu/AllenWalker
Palabras: 400
Advertencias: ligerito OoC, no estoy segura, es mi primer fic~
Kanda odia a Allen.
Listo, eso ya es conocimiento público y realmente no le da dolor admitirlo.
Lo detesta, es como llevar sobre tus espaldas el doble de la carga, preocupándose por estupideces como que si a fulano se le perdió el gato ya anda haciendo drama. ¡Hey, Lavi! Deberíamos ayudarle. Y entonces comenzarían con una penosa persecución en la cual Kanda nunca participaría. Primero, porque no es su problema, segundo, es una soberana pérdida de tiempo.
Tercero, Kanda es un exorcista, no tiene por qué soportarlo.
Entonces se iría por su cuenta, encontraría la inocencia, se las entregaría y buscaría una nueva misión. Porque ésta es una guerra y no tiene tiempo qué perder con el maldito brote de habas, ni su cabello que parece nieve, ni mucho menos su ojo maldito. Ése que tantos problemas ha dado y que a veces se le aparece de repente, en sueños.
No lo aceptaría nunca, por eso lo detesta y se lo hace saber por medio de discusiones absurdas en las que, la mayoría de las veces, el que participa más activamente es Walker. Y competirían, claro, pero en algo más.
Kanda también sabe que nadie debe enterarse qué es eso en lo que compiten. Nadie puede saber que, a veces, en la Orden Oscura, ambos comparten algo más que simples palabras. Ahí, en donde se exploran mutuamente. Con fuerza, agresividad, energía. Con Kanda no hay lugar para la dulzura ni el cariño, solo el poder y la gloria.
Allen lo sabe y no se molesta, de hecho, lo prefiere así. Simplemente no lo concibe de otra manera y entonces decide responderle de la misma forma, con ansia desmedida.
Allen simplemente no tolera a Kanda.
Odia su sentido de responsabilidad, ése que le lleva a abandonar a sus compañeros y a creer que él solo siempre va a poder ¡¡Es ridículo!! En ese momento le dan ganas de patearlo, agarrar esa maldita espada y lanzarla lejos, donde no pueda encontrarla. Para ver si deja de pensar únicamente en sí mismo y se abre un poco, solo un poco.
Quiere ver su interior, saber qué le molesta, qué le hace sufrir. Pero no lo admite, claro. Lo deja estar y ve las cosas de reojo, queriendo con tantas ganas pero absteniéndose con la misma fuerza.
Lo saben, por supuesto, pero es imposible aceptarlo.
Porque son muy diferentes, porque son hombres, porque quieren creer que son enemigos.
*Es más o menos feliz*
Fandom: D.Gray-man
Claim: KandaYuu/AllenWalker
Palabras: 400
Advertencias: ligerito OoC, no estoy segura, es mi primer fic~
Kanda odia a Allen.
Listo, eso ya es conocimiento público y realmente no le da dolor admitirlo.
Lo detesta, es como llevar sobre tus espaldas el doble de la carga, preocupándose por estupideces como que si a fulano se le perdió el gato ya anda haciendo drama. ¡Hey, Lavi! Deberíamos ayudarle. Y entonces comenzarían con una penosa persecución en la cual Kanda nunca participaría. Primero, porque no es su problema, segundo, es una soberana pérdida de tiempo.
Tercero, Kanda es un exorcista, no tiene por qué soportarlo.
Entonces se iría por su cuenta, encontraría la inocencia, se las entregaría y buscaría una nueva misión. Porque ésta es una guerra y no tiene tiempo qué perder con el maldito brote de habas, ni su cabello que parece nieve, ni mucho menos su ojo maldito. Ése que tantos problemas ha dado y que a veces se le aparece de repente, en sueños.
No lo aceptaría nunca, por eso lo detesta y se lo hace saber por medio de discusiones absurdas en las que, la mayoría de las veces, el que participa más activamente es Walker. Y competirían, claro, pero en algo más.
Kanda también sabe que nadie debe enterarse qué es eso en lo que compiten. Nadie puede saber que, a veces, en la Orden Oscura, ambos comparten algo más que simples palabras. Ahí, en donde se exploran mutuamente. Con fuerza, agresividad, energía. Con Kanda no hay lugar para la dulzura ni el cariño, solo el poder y la gloria.
Allen lo sabe y no se molesta, de hecho, lo prefiere así. Simplemente no lo concibe de otra manera y entonces decide responderle de la misma forma, con ansia desmedida.
Allen simplemente no tolera a Kanda.
Odia su sentido de responsabilidad, ése que le lleva a abandonar a sus compañeros y a creer que él solo siempre va a poder ¡¡Es ridículo!! En ese momento le dan ganas de patearlo, agarrar esa maldita espada y lanzarla lejos, donde no pueda encontrarla. Para ver si deja de pensar únicamente en sí mismo y se abre un poco, solo un poco.
Quiere ver su interior, saber qué le molesta, qué le hace sufrir. Pero no lo admite, claro. Lo deja estar y ve las cosas de reojo, queriendo con tantas ganas pero absteniéndose con la misma fuerza.
Lo saben, por supuesto, pero es imposible aceptarlo.
Porque son muy diferentes, porque son hombres, porque quieren creer que son enemigos.
*Es más o menos feliz*