Ayer tuve uno de esos días.
Uno de esos días en los que te despiertas por ti misma, un minuto antes de que suene el despertador, completamente renovada, descansada, y con un montón de ganas de levantarte y empezar a hacer cosas. Uno de esos días raros en los que llueve a mares, pero por algún tipo de extraña coincidencia para de llover justo cuando
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