TITULO: Sangre Incólume.
CAPITULO: 8.
PAREJA: Ron/Ginny
RATING: NC-17.
WORD COUNT: 2450 ~.
VIII.
La noticia de que las diferencias entre los recién casados se habían disuelto corrió más rápido que una cascada. Claro está que Percy se había encargado de avisarle a su madre, y esta a su vez a todos los demás, que Ron estaría por La Hura aquel mismo día. Molly sentía que podía respirar de nuevo. Su confianza estaba otra vez con ellos, ella sabía que sus hijos eran buenos muchachos, es por ello que quiso llevarles un regalo a la mañana siguiente, después de su reconciliación, claro. No querría importunarlos…
Aquella mañana hacía un calor incendiario, Ginny se había quedado sobre las sabanas después de su ducha y Ron había tenido que vestirse él mismo porque Ginny ni siquiera se había tomado la molestia de subirle los pantalones. ¡Mujeres!
Ron se despertó poco a poco y se levantó. Cuando la vio a ella se imaginó que estaba vencida de sueño y la dejó dormir, pero al sentir que él se levantaba ella también se despertó. Mientras Ron se daba un baño ella bajó a preparar desayuno para ambos, ahora que Ron estaba en casa hablaría con Luna para ver si podía ir a visitarla. Pero cuando empezaba a menear la sartén su madre tocó a la puerta.
-Hola hija, Buenos Días. ¿Llegó Ron anoche? -preguntó Molly al entrar y entregarle una cazuela bastante pesada.
-Sí, se está bañando. -respondió Ginny mientras husmeaba el contenido de la cazuela. -Mmmh…
-Ginny, por qué no te das una peinada, mira nada más que greñas.
-Me acabo de levantar. - se resintió la chica tratando de aplacarse la melena.
-Por Merlín niña, que no te vea tu marido en esas fachas…
Ginny rodó los ojos. -Ay mamá, nunca me ha visto Ron en estas fachas… - ironizó.
-¿Qué tal anoche? - preguntó interesada la madre.
-¿Qué tal de qué mamá? - respondió irritada la hija.
-¿Se reconciliaron? ¿Habrá bebé? Dime.
Pero la llegada de Ron la salvó de responder algo. Su madre se había lanzado a los brazos de Ron en cuanto lo vio, y él a los de su madre con cariño.
-¿Cómo estás hijo? Te traje desayuno.
-¿Ah es sólo para él? - preguntó la chica quien empezaba a encelarse fuertemente. Por lo visto en el pasado altercado ella había quedado como la loba que había atacado al cordero. Si supieran que le había salido caro el chistecito.
-No, claro que es para los dos. Pero siéntense, yo los atiendo.
Los hermanos se sentaron a la mesa e intercambiaron miradas cómplices. La actitud consentidora de su madre ahora podía ser disfrutada por ellos. Al menos por ese día.
Durante el transcurso del día Ginny pudo ir de visita a casa de Luna como lo había planeado. Fue una tarde sumamente divertida, la habían pasado planeando lo que podría ser la fiesta de cumpleaños de Luna, que estaba próxima. La pelirroja prefirió no contarle lo sucedido, la había encontrado muy entusiasmada con la idea de hacer un festejo y no consideró prudente decir nada más. Incluso, quedaron de ir de compras al día siguiente para la fiesta.
Ginny le había anticipado a Ron que se iría con Luna por lo que le advirtió que no fuera a comer, así que se vieron hasta la tarde a su regreso del Ministerio. Lo sucedido la noche anterior no volvió a comentarse entre ellos y se podría decir que regresaron a la normalidad. Pero a la normalidad antigua, a la de cuando eran sólo hermanos. Después de su disputa se había abierto una puerta que les permitía sobrellevar la situación sin sentir tantas presiones. Parecía como si la presión realmente se hubiera repartido.
Por la noche, Ron no se había acercado a ella y eso la tenía intranquila. Sus días fértiles habían comenzado y era idóneo hacerlo sin falta diariamente, pero no se atrevía a proponérselo y además, él había sido claro con ella, no quería masturbarse más, así que tendría que esperar a que le dieran los ánimos o, provocarlos ella personalmente como el día anterior… Se decidió por esperar los ánimos.
Y de hecho no esperó mucho. Ron se revelaba como un amante para las madrugadas, lo que no podía caerle peor a Ginny. Serían con suerte las 3:30 de la madrugada, cuando al chico le llegaron los ánimos y ella estaba en el más profundo de los sueños.
-Ginny, despierta…
Ginny lo escucho entre sueños y también sintió como le sacaba los pantalones y se acomodaba bajo las sábanas. La chica entreabrió los ojos y lo vio acomodarse sobre ella entre sus piernas. Nueva posición ¿Tan pronto? La chica todavía no terminaba de despertarse cuando fue lubricada y penetrada sin demasiada demora.
-Eyt, despierta. - seguía susurrando el chico mientras le sacudía la cara.
Si hubiera estado más despierta seguramente se habría molestado pero aún no acertaba ni a eso. Apenas se estaba dando cuenta de que no lo estaba soñando, y ahí lo tenía de nuevo sacudiéndole la cara y despertándola. Ya empezaba a comprender y estaba tratando de ver la manera de integrarse a la acción cuando el chico volvió a llamarla y a sacudirla.
-Ginny, despierta…
-YA ESTOY DESPIERTA, y si me vuelves a sacudir la cara te voy a aventar hasta al techo. - le respondió la chica varita en mano.
Ron no supo de dónde la había sacado con esa rapidez, pero sonrió, ahora no había duda que estaba despierta y en la acción. Se la quitó suavemente de la mano y la puso en la mesa de noche. Sabía que era impertinente, pero algo en sus sueños lo había hecho sentir dispuesto y al despertar estaba más tieso que un poste, eso debía aprovecharse.
-Lo siento, pero me desperté de pronto y…
-Sí, ya veo…
Efectivamente, lo podía sentir bastante más dispuesto y duro que en ocasiones anteriores cuando seguramente no se sentía con la libertad que tenía ahora. Ahora estaba sobre ella sosteniéndose en sus codos follándola con bastante comodidad. Después de unos momentos el chico arremolinó las ropas de cama a un lado y aumentó el ritmo un poco.
-Levántate un poco me estás cayendo encima. - pidió la chica amablemente.
-OK… mejor date la vuelta.
Ginny rodó los ojos y masculló algunas malas palabras en su mente, mientras se disponía… ahora iniciaba su cuota de cooperación. Se dio la vuelta quedando completamente recostada boca abajo, al menos la posición parecía más cómoda; hasta que Ron se sentó sobre sus muslos, claro… Le puso las manos superficialmente sobre la espalda y continuó la faena durante un buen rato en el que aceleraba ligeramente por momentos y otras lo hacía muy suavemente. Pero a pesar de la variedad y de la cooperación aún no se veía cerca el invitado de honor.
-Cuando me despertaste con esa prisa, pensé que estabas por correrte… -comentó Ginny a manera de sutil reproche.
-Yo también… hazte para acá, híncate. - le requirió el chico mientras la jalaba por la cintura.
La chica se encrespó. -¿Cada vez que te hable me vas a cambiar de pose?
-Jeje tal vez, es que no hallo mi sitio.
La chica lo siguió hasta dónde necesitaba y cómo necesitaba. Y él aprovechó la confianza que estaban recobrando, por eso le solicitaba y la movía con mayor libertad y seguridad. Ella por su parte también, después de la lección y de su acuerdo, le permitía y cooperaba, pero el tiempo seguía corriendo y ambos empezaban a cansarse.
-Ahora tú arriba. - sugirió Ron luego de otro rato.
Cambiaron de nuevo colocándose ella sobre él y ambos se esforzaron trabajando en equipo. Era grande la diferencia para Ginny ahora que él la sostenía por la cintura montada encima y la impulsaba con sus muslos, era mucho más cómodo. Pero a pesar de ello, tenían ya alrededor de una hora follando y la fatiga los estaba tumbando. Ginny ya sudaba como pocas veces y Ron ni se diga. Ella no quería hacer reproches pero no aguantaba más, el tiempo había pasado eterno, ambos estaban persistiendo y no había resultados.
-Oye… ¿Cómo vamos? Estoy cansada. - jadeó la chica deteniendo su ritmo.
-Yo también. Pero… no sé.
-Ya tenemos mucho rato…
-Si ya sé, pero… ¿quieres que lo dejemos?
-Pues no, pero…
Ron la sujetó y se giró sobre ella quedando entre sus piernas.
-Si quieres que acabe, acabo. Pero ¿aguantas?
Ginny rodó los ojos y aceptó. -Aguanto. Pero no te pases.
-OK.
Entonces Ron la envolvió en sus abrazos estrechamente para sujetarla mientras él se dejaba ir como tranvía. No era rudo, sino más bien intenso. Era cosa de concentrarse y llegar. Luego de unos momentos se corrió y quedó tan relajado que continuó sobre ella abrazándola sin moverse por un rato.
Ginny también estaba rendida, ninguno de los dos podía decir palabra. Ella no tenía reproches, al final Ron había dado un sprint tremendo pero había sabido hacerlo sin lastimarla, y aunque él estaba recargado completamente sobre ella, lo dejó hasta que él simplemente se rodó suavemente a su lado. No volvieron a saber más del mundo hasta que ya amanecido les sonó la alarma y Ron se levantó a tropezones.
La chica recordaba lejanamente haber escuchado la alarma y oír a Ron por la casa, pero de eso ya hacía bastante. Abrió los ojos y miró el reloj. Apenas le quedaba tiempo para estar lista y pasar por Luna para irse de compras. Se movió para salir de la cama pero sintió que algo le ligaba la pierna derecha. Aún tenía su pantalón y las pantaletas enrolladas en la rodilla. “Me urge comprarme un camisón”, pensó.
Después de un rato Ginny y Luna estaban aventurándose por calles muggles en busca de decoración y otras ideas para la fiesta de cumpleaños y claro está, no pudieron escapar de las tiendas de ropa para conseguirse lindos atuendos para la ocasión. La ropa muggle era rara pero atrayente.
En una de aquellas tiendas Ginny se enganchó buscando algún camisón para dormir mientras Luna observaba la ropa íntima en esa misma sección.
-Ya está, creo que me llevaré este. - dijo Ginny después de un rato, cargando una prenda corta, de algodón, bastante sencilla.
Luna lo miró imperturbable. -¿Por qué te urgía un camisón?
-Porque tener sexo con pantalón es incómodo. -respondió la pelirroja mientras miraba un hermoso sostén de encajes rosados.
-¿Has estado teniendo sexo con pantalón todo este tiempo?
-De hecho con la pijama entera.
-¿Y Ron qué opina?
-No sé y no me interesa. Pero no te preocupes, ya llevo un camisón jeje.
-Toma este. - La rubia le dio un negligé entallado que llegaba hasta el muslo y traía una diminuta tanga. Tenía transparencias en color negro con motivos rojos. Parecía ideal para una noche apasionada.
-Jajajaja no Lunita, gracias.
Luna la miró detenidamente de arriba abajo y busco en la raca la medida adecuada. No dijo nada más. Al llegar a la caja, la rubia seguía con él y lo pagó. Al salir de la tienda le dio la bolsa.
-Es mi regalo de bodas.
-¡Luna!
-Llévatelo, lo vas a necesitar.
Ginny se sintió comprometida y también conmovida por el gesto de Luna. Lo aceptó, con buen agrado pero pensaba que era un triste desperdicio, pues no creía que lo fuera a utilizar realmente.
Por la noche, antes de dormir Ron y Ginny estuvieron platicando sobre la fiesta de Luna así como viendo la posibilidad de asistir.
Desde el momento en que Ron había llegado a la casa, había visto a Ginny con su nuevo camisón, pero no había comentado nada. Más tarde, el chico sintiéndose apenado por su extenuante desempeño de la noche anterior, trató de compensarlo y consintió (por decisión propia) en volver a aquellas primeras noches cuando tenía que estimularse, para que ambos pudieran dormir con mayor descanso durante toda la noche.
Ginny se extrañó de sentir lo que estaba haciendo pero no le comentaría nada, se lo agradecía bastante. Unos momentos después, Ron le estrenó el camisón alzándolo y cuando le puso la mano en la cadera se hizo para atrás con un rápido gesto.
-¿Para qué te compras un camisón si te vas a dejar los calzones? - recriminó el chico mientras se los quitaba por completo y cogiendo vuelo los lanzaba lejos.
-Pues no sé, no se me ocurrió quitármelos.
-Serás bruta. - le dijo acomodándola cerca de él, pero ella trató de girarse. -No, no, así de cucharita.
-¿De cucharita? No que no te gustaba.
-Yo nunca dije eso.
-Ah.
Ron empezaba a sentir poco a poco más confianza, ella iba tolerando y aceptando mejor las cosas y él también estaba empezando a encontrar la manera de convivir con mayores libertades, pero aún así era difícil trasladar la relación de hermanos a la relación de pareja y no faltarían los tropezones.
Aquel encuentro fue breve como los primeros, pero Ron excedió la dosis de confianza cuando cerca de venirse, tratando de tomarla más estrechamente su mano fue a dar a uno de sus pechos. La chica se incomodó seriamente pero se controló y trató de pensar que había sido una confusión. Poco después Ron soltó su agarre y se quedaron en silencio por unos momentos, hasta que él lo rompió.
-¿Sabes? Una vez escuché a Dean hablando de ti con Seamus.
-¿Ah sí? - respondió ella sin interés.
-Sí. Le estaba diciendo que te había agarrado una chichi.
Ginny se quedó en silencio. No entendía hacia dónde iba ese comentario y no tenía ganas de discutir.
-Yo le iba a romper el hocico, pero en ese momento llegó Hermione y fuimos a otra parte.
-Mh. Buenas Noches. - espetó la pelirroja cortantemente.
-Esa noche ni dormí pendiente de que el muy cabrón no se fuera a hacer una chaqueta en tu honor.
Ginny entonces se hartó y bruscamente quitó la mano que seguía superficialmente sobre su camisón.
-No te lo digo para que te enojes.
-No estoy enojada. Pero me extraña que Hermione no me haya defendido. - dijo la chica buscando defensa.
-Es que no se lo dije. No quería que supiera que mi hermana de 15 se dejaba apretar las chichis por cualquier noviete.
-Pues no hubiera dicho nada porque de seguro a ella también se las apretó Krum. - Escupió Ginny fallando al tratar de contener su molestia.
-Buenas noches. - finalizó Ron de manera definitiva.
N/A: O sea, hay de confiancitas a confiancitas… Bueno, capitulo un poco saturado, han pasado tantas cosas… ¡y las que faltan!