El cumpleaños, la muerte, el secreto y el asesino - Primera Parte: Capítulo 1

Aug 02, 2014 01:15


Autoras: missmausy y soylacomadreja
Género: Suspenso, drama.
Clasificación: M
Palabras: 4050 aprox.
Resumen: Ariasu, detective a cargo del caso, y Midori, una hacker dedicada a desenmascarar corporaciones, se unen para seguir el caso de un asesinato. Pero no será fácil, en un mundo lleno de poder, y conspiraciones. ¿Podrán éstas chicas revelar el misterio?.
En un mundo donde tienes todo que perder, la justicia y la verdad, son cosas difíciles de ejercer.
Nota: este fic es de unas amigas que me pidieron publicarlo. Lo habían empezado hace un tiempo pero decidieron continuarlo así que yo también estaré esperando por los capítulos =)
Primera parte: El cumpleaños

Prólogo
Tokio, Japón, 24 de Octubre del 2010.
“Japón conmocionada por la muerte del empresario Kitagawa Johnny”, “Kitagawa Johnny ha sido declarado muerto la noche de ayer, en la celebración de su cumpleaños número setenta y nueve”, “Se habla del asesinato de Kitagawa Johnny, aún no se han podido verificar estos datos”, “El futuro de la JE corre peligro, tras la muerte de Kitagawa Johnny”. Estos eran los encabezados de la prensa, tanto en Tokio, como en las otras ciudades. El 24 de octubre, Japón se paralizó para presenciar uno de los acontecimientos más importantes, Johnny Kitagawa, el hombre más amado y odiado, conocido por ser fundador y presidente de la mayor agencia de bandas masculinas en Japón, había sido declarado muerto, de lo cual, no se descartaba que podría haber sido un asesinato.
Los sucesos acontecidos ese día, giraron en torno a esta muerte, nadie pudo suponer lo que había detrás de esto. JE, como se le denominaba a la agencia de Johnny Kitagawa, era un umbral de misterios, rumores, conspiraciones y cavilaciones, adentrada en la mente de los más astutos, los más temerarios, pero que a la vez, estaba lejos de todo aquel que no tuviera suficiente imaginación, como para hilar todos los episodios vividos.
Es así como parte ésta historia, rellena de personajes conocidos, o quizás algunos no tanto, pero en el cual cada uno cumplía un rol y un papel primordial, para dar lógica ha aquella muerte anunciada. Todos con una historia oculta, con una trama transversal, pero que se unía, en cada paso, en cada palabra, y así también en cada escena.

Primer capítulo

Shibuya, Tokio, cuartel de investigaciones de la localidad de Shibuya, 22 de Octubre del 2010

Nijima Ariasu, estaba sentada, en la sombra de una persiana americana, mirando con cierta cautela a Sonoda Kei, un hombre de mediana edad, el cual se identificaba como jefe del cuartel.
-¿Ya estás casada?-Dice juntando las manos al realizar la pregunta
-¿Revisaste el informe?-
-Sí, lo hice, pero no es suficiente-
Golpea la mesa con fuerza -Escucha, llevo meses infiltrándome en esa jodida agencia, y sólo me dices que no es suficiente, ¿qué quieres?, que ahora vaya y me meta a la cama con él, ¿eso quieres?-
-¡No digas tonterías!, sabes que eso no es así, pero éstas pruebas son sólo circunstanciales… no sirven de nada- Arroja aquellas hojas a un recipiente de varios papeles viejos -Si continuamos con este ritmo, pronto cerrarán el caso… y no podremos jamás atrapar al asesino de Eiji-san-
-Se me hace muy difícil conseguir declaraciones, sin poder ser descubierta, es como… si todos tuvieran una lealtad inquebrantable hacia él… esto está tan jodido… un semidiós del entretenimiento-
-¿Y hasta qué punto de confianza has llegado con él?-
-Con él es difícil llegar a una amplia confianza, en especial por el hecho de que soy mujer… sin embargo he tenido cierta cercanía con su hermana… pero necesito más tiempo- Dice esto último muy enfática.
-Es un gran lío, ¿no?- Arquea ambas cejas, mientras acomoda su cuerpo en la silla -Debo darles algo a mis superiores… pero con esto, no sé… que dios se apiade de nosotros y nos entregue un milagro-
-¿Un milagro?- Sonríe con cierta malicia -Quizás tú milagro llegue… pero deberías ser un poco más paciente… ¿sabes qué día es mañana?-
-¿Viernes?-
Se echa hacia atrás un tanto exhausta por la situación. -¿Acaso no ves televisión?, mañana es el cumpleaños del viejo-
-¡Oh, ya veo!-
-Su oficina estará desocupada, puedo conseguir el acceso de su ordenador… quizás allí encontremos algo-
-¿Y cómo se supone que lo harás?-
-¿Hoban aún colabora con la policía?-
-Sí, de hecho tiene un puesto estable, en cuartel general de Tokio… ¡vaya, ese tipo llegó bastante lejos!, ¿no?... ¿pero cómo harás que colabore?-
-Me debe algunos favores… después de todo, fui yo quién lo descubrió- La detective se cruza de piernas, viendo una satisfactoria aprobación en la expresión de su jefe, y antiguo profesor en la escuela de detectives, Sonoda Kei.
Tokio, Evento por el cumpleaños de Johnny Kitagawa, 23 de Octubre del 2010
-Bien, ¿lograste entrar?- Le dice con una voz exaltada, y nerviosa, a través de un auricular, que la conectaba con un sujeto llamado Alex Hoban, que en el mundo real no significaba nada, pero que en la red, era conocido como “Tensai”, un respetado Hacker, con una posición jerárquica importante, y a ratos un colaborador de la policía.
-Sólo dame unos segundos y… ¡ya!, estoy dentro…-
-Lo dejo en tus manos, ¿vale?-
-Entendido-
-Por cierto, Hoban-san, muchas gracias-
-No hay problema, me gusta husmear en la vida de la gente-
-Bien- Simultáneamente, corta la comunicación con Hoban, y apresurada camina hacia la salida. Coloca una clave de acceso en la entrada, y se coloca unos tacones, dirigiéndose hasta la entrada, en donde la estaba esperando un Taxi. Pero se ve interrumpida por una voz femenina.
-¡Aya-chan! -
-¡Eri-chan!, no esperaba verte tan tarde-
-Tuve trabajo que terminar. ¿Vas a la fiesta del señor Kitagawa?-
-Sí, ¿y tú?-
-Debo esperar un fax, apenas termine, me dirijo hacia allá-
-Bien, entonces nos vemos-
-¡Ok, bye bye!-
Ante la inoportuna interrupción de Ashida Eri, la secretaria primera de Mary Kitagawa, Ariasu prosigue el camino. En el taxi contacta con Kei, para indicarle que ya se dirigía a la fiesta, así también, después de esto, se echó un poco de perfume, en la zona del cuello y el busto.
Al llegar a un elegante hotel de Nishi-Shinjuku, Ariasu Nijima se dirige a un amplio salón, en donde se festejaba la fiesta más social y privada de ese año, la fiesta de Johnny Kitagawa. Asistido por mucho personal de seguridad, gente de la agencia (Idols, y dependientes), así como también otro tipo de personas del espectáculo, algunos hombres de negocios, políticos, presidentes de cadenas de televisión, y por supuesto, la infaltable visita de alguno que otro representante de la mafia. Ariasu, los podía reconocer a todos, ella, jamás olvidaba algo, todo estaba retenido en su memoria, podía decir fácilmente el lugar y la fecha de nacimiento de cada uno de los presentes, incluyendo personal de seguridad, camareros, chefs y anfitriones. Pues la chica se dio el trabajo de estudiar a cada uno de los presentes, ayudada también por su don.
Ariasu Nijima, más conocida como Aya Fushida, para la gente de la agencia, era la segunda secretaria de Mary Kitagawa, cumplía funciones administrativas, para el área de finanzas.
De lejos pudo divisar a Johnny, era quizás la cuarta o quinta vez, que lo veía en persona, a pesar de que llevaba más de cinco meses en la agencia. El hombre, vestido de un traje azul oscuro, encorvado ante la edad, reía junto a un hombre que sostenía un vaso de Whisky. Ariasu sólo hace una clavada con la mirada, y junto a sus tacones se dirige al área del coctel, saca una copa de vino, y desde lejos observa aquella fiesta.
Midori Akibayashi colocaba sus guantes de cuero, mientras se cercioraba mentalmente de todo lo preparado hasta ahora. Según su fuente anónima, Masato Ohmiya, jefe de la mafia del sector norte, sólo estaría acompañado por un guardaespaldas, tenía una sola oportunidad, en el momento que Johnny Kitagawa diera su discurso, ese sería el momento preciso de ocasionar el apagón. Su reloj de muñeca marcaba las diez de la noche en punto, tenía media hora para poner en marcha su plan.
Diez y cuarto, y ya estaba en el ducto del aire acondicionado, podía oler a un metro de ella el aroma a fiesta, tenía fijada una pequeña alarma de vibración para las diez y veinte, por ahora debía fijarse en el ángulo exacto. Por una rejilla de entrada, podía ver a al público desde arriba, sus movimientos estaban medidos, para que no produjeran grandes sonidos, se había preparado dos meses para realizar con fina precisión aquel plan.
Midori, de pronto fija su mirada en un objeto inusual. Un hilo fino y transparente se hallaba enredado a un extremo de la rejilla. De pronto, la alarma sonó, y en un acto reflejo, saca una palm que tenía guardada en un bolsillo de su estrecho pantalón de cuero. Con la palm, rápidamente tuvo acceso al control digital del hotel, el reloj aún no daba las diez y veintiuna. Con unos cuantos accesos en claves digitales, claves que fueron entregadas por su anónimo colaborador “Tensai”, entró sin ningún problema al sistema madre de las funciones de electricidad. Antes de hacer click, fija la mirada hacia Johnny Kitagawa, quien ya estaba en el escenario, riendo ante las ovaciones de los presentes. Midori sólo coloca aceptar, y de pronto, la iluminaria desapareció abruptamente. Midori tenía diez minutos para poder actuar, saca una delgada, pero firme cuerda, hecho de fibra óptica, que daba finalidad en un arnés que ella llevaba puesto, Colocó unos lentes que le permitían ver en la oscuridad, similares a los que usaban los equipos S.W.A.T. en los Estados Unidos, y se propuso a bajar.
-¡Pero qué diablos!- Masato Ohmiya, ya no estaba entre los presentes, sólo se encontraba el guardaespaldas, con el arma apuntando hacia todos lados, y ni un rastro de Masato. Fue como si se lo llevara el diablo. Iba a conectar nuevamente las redes de electricidad, su plan había fracasado, tantos meses preparándose para que en sólo segundos, su objetivo desapareciera. Sorpresivamente fue interrumpida, por un piquete en el cuello, y antes de que pudiese identificar a su atacante, o de tirar de la rejilla para bajar, perdió el conocimiento, quedando tumbada en aquel ducto de aire acondicionado.

Nishi-Shinjuku, Tokio, 23 de Octubre del 2010, 22:25 pm

Cinco minutos habían pasado en el apagón, se escuchaban nombres ir y venir, y la gente del hotel que no paraba de deambular de un lado para el otro. Ariasu intentaba seguir en su puesto sin ser pasada a llevar por algún desesperado, cuando vuelve la luz nuevamente. Toda la gente se mira así misma, y un grito de escucha en todo el salón. Johnny Kitagawa yacía tirado en el piso.
Ariasu corre rápido hasta el escenario, encontrándose de forma instantánea con Mihashi Kento, el médico de la familia Kitagawa, el cual colocó su dedo índice en el cuello del casi octogenario, mirando con pavor a la joven.
-Está muerto-
La chica arquea la cejas, y mira a su alrededor, haciendo un conteo mental de la gente que estaba en el lugar. Luego prosigue en hacer un peritaje exprés, buscando el arma homicida, pero no logra divisar nada que le indique asesinato, después se dirige nuevamente a Mihashi -¿Ataque al corazón?-
-Lo dudo, la posición de su cuerpo… si hubiese sido un ataque, su brazo derecho estaría en el corazón… a mí me parece una muerte sorpresiva-
-Entiendo, llamaré a la policía, usted mantenga a todos alejados del cuerpo-
-¿Y usted dónde va?-
- Debo ir a hablar con el administrador-
-¿Quién es usted?-
Ariasu hubiese respondido, o quizás hasta mostrado su placa, la cual llevaba guardada en el busto ante cualquier eventualidad, pero era un proceso innecesario que no se podía permitir a esas alturas. Johnny Kitagawa, el hombre que llevaba investigando hace cinco meses, ahora estaba muerto, y en las más extrañas condiciones, se temía un asesinato, pudo haber sido cualquiera, pero todo giraba en torno a catorce personas, que no se encontraban en la fiesta, o que habían desaparecido unos minutos antes del apagón. La situación tenía un extraño color, no había arma homicida, ni rastros de haber un forcejeo. Durante el apagón se escuchó sorpresa, pero ningún grito de agonía o dolor. Habían personas cerca, pero nadie logró percatarse del ataque hacia el anciano. Mientras intentaba darle algún sentido a la situación, intentó comunicarse a través del auricular con Kei Sonoda, pero este no contestó. Para no empeorar las cosas, llama a la policía local, y tal como lo había indicado antes se dirige hasta la oficina de administración. Habían pasado unos cinco minutos de la muerte oficial de Johnny.
-Con el administrador, por favor-
-Lo siento mucho, señorita- Adelanta una secretaria de administración -Pero ante la eventualidad no podemos atenderla
Ariasu saca su placa de policía y se la indica a la muchacha -Con el administrador por favor-
-En seguida- La secretaria nerviosa y torpe, se dirige hasta el cuarto, en donde mantiene unas palabras con el administrador -Es la policía- Agrega en voz baja.
Un hombre de no más de treinta años, sale detrás de una puerta, el hombre de apariencia distinguida y expresión seria, dirige una mirada impetuosa hacia Ariasu -¿Usted es policía?-
-Nijima Ariasu, detective del cuartel de investigación de Shibuya-
-¿Shibuya?, ¿qué hace la policía de Shibuya en Nishi?
-Eso después se lo puedo aclarar, de momento necesito que toda la gente presente, sea trasladada a algún salón-
-¿Qué más?-
-Pronto llegará mí equipo, necesito acceso a las cámaras de seguridad-
-¿Algo más?-
-De momento sólo eso-
-Nijima-san, ¿cree que fue asesinado?-
Ariasu se toma un respiro, y mira fijamente al hombre. -Me temo que no es una muerte natural-
-Comprendo, moveré a la gente para poder colaborar en lo que más podamos-
-Muchas gracias- Ariasu prosigue su camino hasta el salón, nuevamente intenta contactar con Kei Sonoda, y ésta vez obtuvo éxito. -¡Kei-san!
-¡Oh, Alicia-chan!, estaba cenando con mí esposa, por eso no pude atender, ¿qué sucede?, ¿tienes novedades?-
-Está muerto- Logra escuchar por el otro lado a Kei atragantarse con lo que estaba ingiriendo.
-¡Estás jodiendo!-
-¡Nada de eso!, necesito al equipo en…- Observa su reloj. -Diez minutos-
-¿Acaso estás jodidamente loca?-
-Sí, estoy enfurecida, ¡el tipo que he estado siguiendo acaba de morir!, y ahora no podremos saber nada… no podemos encontrar ni una prueba para ese hijo de puta, ¿y por qué?, porque alguien se interpuso en mí camino, así que ahora no me jodas, y mueve al maldito equipo hasta acá… ¿quedó claro?-
-Siempre me haces sentir como un subordinado y no como un jefe-
-No tengo mucho tiempo… contacta a Hoban, que llene el informe-
-¿Sabes que esto quedará en manos de los de Nishi?-
-Entonces también consigue una orden-
-¿Y cómo se supone que conseguiré un juez, un día viernes a las diez y cuarenta?-
-No lo sé, llevas diez mil años en la policía, debe haber alguno que esté dispuesto a hacerte algún favor-
-¿Fushida-san?-
Mira sorprendida. -Kitagawa-san… debo colgar, diez minutos- Observa a una mujer muy elegante, pero con la expresión más fría conocida en su vida. Mary Kitagawa, era una mujer que estaba lejos de aparentar alguna emoción o un sentimiento por algún ser vivo. Fría y vil, apodada sutilmente como“Iron maiden”, por parte de los empleadores, una mujer que inspiraba temor en cualquiera. Mary Kitagawa, era la hermana menor de Johnny, de aproximadamente unos setenta y dos años, años que no se les notaban con las continuas operaciones a su rostro, que quizás le habían dejado la expresión tan fija, pero que al fijarse en pequeños detalles, como sus manos y el cuello, se podía notar el paso de los años por su cuerpo. -¿Dónde había estado?-
-Acabo de llegar, ¿qué está pasando?-
-El señor Kitagawa… está muerto-
-Oh- La mujer baja intrincadamente la mirada, parecía preocupada, pero algo imposible de descifrar en una mujer con esos caracteres. -¿Qué se supone que estás haciendo?
Indica su placa.
-Pero, Fushida-san-
-Nijima Ariasu, detective del cuartel de Shibuya- Mantiene la mirada imponente, y una posición defensiva ante cualquier reacción.
-¿Qué es todo esto?, ¿eres policía?... ¿pero cómo?-
-¿Dónde estuvo entre las diez y las diez y media?-
-¿Acaso soy sospechosa?-
-Usted odiaba al señor Kitagawa, ¿puedo pensar diferente?-
-Entonces, comuníquese con mí abogado, Nijima Ariasu-san-
-Entendido- Ariasu prosigue su camino hasta el salón principal -Será mejor para usted, y por el bien de la compañía que colabore con nosotros-
-Nijima-san… era una buena secretaria-

Nishi-Shinjuku, Tokio, 23 de Octubre del 2010, 23:42 pm

Había pasado poco más de una hora, y el salón constaba con la presencia de policías locales, y el equipo de Nijima Ariasu, que constaba con una perito forense, llamada Kate Tsutsumi, un detective del mismo rango de Ariasu, llamado Hiro Nakamura, y un joven criminólogo, llamado Trick Sloven, de origen sueco.
El lugar estaba cerrado, con cintas policiales, y estaba muy silencioso. El administrador se encontraba rotundamente nervioso, y a ratos hacia movimientos con las manos, para disminuir sus ansias. Ariasu y su equipo analizaban superficialmente el cuerpo, antes de que llegara la orden para que pudiesen trasladarlo a la clínica forense de Kate.
Kate analizaba la parte del cuello, en donde se podía ver un pequeño piquete, que formaba una aureola ennegrecida.
-¿Qué piensas?- Pregunta Ariasu, algo ansiosa.
-Esto claramente es un asesinato- Agrega Trick.
-En efecto… si se fijan en ésta área- Señala el cuello -Hay un piquete que pudo ser realizado por una jeringa, o un dardo, hasta por una aguja… no hay símbolos de lucha, ni de agonía, lo que me hace pensar que fue rápido, cosa de segundos, posiblemente por algún veneno, o algo por el estilo, creo que un análisis de sangre nos revelará su contenido- Añade Kate, en una posición observadora- Pero hasta ahora sólo es una suposición… la verdad, es la primera vez que me topo con un caso como este
-Por supuesto que debería ser especial, estamos hablando de la muerte de una persona muy importante, en frente de personas aún tan importantes como él… pensándolo bien, ni con la muerte de él, podemos deducir que tenemos algo, pudo haber sido cualquiera, y por cualquier motivo- Dice el reservado Hiro.
-Aún, hay una alta probabilidad de que esté relacionado con el caso de Eiji-san- Habla Trick, quien desde hace un rato, estaba comentando la relación. Todos quedan en silencio, pues hablar de aquella persona, parecía ser un tema delicado entre el grupo, aún más para Ariasu.
-De todas maneras, lo que dice Hiro-san, parece más lógico- Dice Ariasu, después de unos minutos -Había mucha gente a su alrededor, y estamos claros, de que Kitagawa tenía más enemigos que amigos… además, está la gente que no estaba presente en aquel momento-
-¿Sabes quiénes son?- Pregunta Trick
-Sí, estoy muy segura-
-¡Vaya, vaya, vaya!, pero si no es Alicia en el país de las maravillas-
Todos se miran entre sí, desagradados por la nueva presencia en el salón. Se trataba de Jim Tomiya, detective del cuartel de Shinjuku, que en su pasado, fue un detective de Shibuya. Jim era considerado un traidor para el cuartel de Shibuya, ya que a través oscuras influencias y tratos, logró obtener el puesto en un cuartel más grande. Jim, también pertenecía a la lista negra de Ariasu, considerado no sólo como un traidor, sino también como un enemigo declarado para la chica. Lo consideraba un detective corrupto y mequetrefe, envidioso y despiadado, que siempre compitió de una forma tramposa con Ariasu, para conseguir los mejores casos.
-¿Qué te trae por acá?- Dice Ariasu, tratando de simular su antipatía.
-Es lo mismo que yo me preguntaba, “¿qué hace la insignificante policía de Shibuya en mí territorio?”-
Ariasu empuña las manos, dispuesta a darle un puñetazo por su ofensiva aseveración, a los que Hiro se adelanta para apaciguar la reacción -Deja eso, Jim-
-Este no es lugar para ustedes, están en mí territorio, es decir, este es mí caso-
-Lamento informarte que eso no es así- Aparece Kei en el salón, junto a la esperada orden. Se aproxima raudo hacia Jim -Aquí tienes, para que tengas un poco de lectura de bolsillo-
Jim arruga un tanto el papel, enfurecido, y apretando los dientes para no perder la compostura -Esto no se va a quedar así- Alega antes de desaparecer de la escena.
-Lamento la demora. Conseguir jueces a éstas alturas, no fue un trabajo fácil-
-Llegaste en el mejor momento, Sonoda-san- Dice Hiro, estrechándole la mano a su jefe
-Siempre es placentero, hacerle pasar un momento desagradable a ese imbécil- Agrega Trick
-Kate-san, la ambulancia está lista para llevar el cuerpo-
-Perfecto, entonces nos vemos-
-Hiro-san, Trick-san, ustedes busquen cualquier pista que nos lleve al arma homicida. Ventanas, ductos de ventilación, orificios extraños, y si es necesario, hasta por debajo de las tablas del escenario. Tendremos una noche larga, pero amablemente el administrador nos ha facilitado todo el café y la comida que necesitemos-
-Entonces iré por unos cuantos- Dice Trick, mientras que Hiro, tan reservado como siempre, se entregó instantáneamente a la búsqueda de pistas.
-Alicia, a ti te dejo a cargo del caso. Quiero que dirijas los interrogatorios, y así también la investigación, necesitamos una causa, antes que un criminal, tú lo sabes-
-Kei-san, ¿estás seguro?-
Coloca una mano sobre el hombro de la chica. -Tú eres el mejor detective que dispone este cuartel, por favor, has un buen trabajo-
-Entiendo-
-Por cierto, hay algo que quiero pedirte-
-¿De qué se trata?-
-Te lo diré mañana. Te invito a desayunar-
-Kei-san, andas hecho un raro-
El hombre ríe, y luego arregla su chaqueta -Vaya cumpleaños… terminar así- Observa el elegante lugar -Parece ostentoso, ¿no crees?-
-Al viejo le gustaban las parafernalias-
-Sería lindo celebrar tú boda aquí-
-Ni en tus mejores sueños- Dice la chica, dándole unos golpecitos en la espalda, y emprendiendo su camino hasta el cuartel, y hacer las gestiones para los interrogatorios. Mientras integraba una lista a sus sospechosos. Ariasu hacia un análisis sobre todas esas personas, sus historiales, sus relaciones con Kitagawa, y sobretodo, cuál sería el motivo para querer asesinarlo.

Nishi-Shinjuku, Salón de invitados, 23:42 pm

Muchos de los invitados estaban reclamando exigiendo sus salidas, ya que no se les tenía permitido ir. Mientras que otros conversaban preocupadamente.
-No puedo creer que Kitagawa-san esté muerto- Dice un joven sorprendido
-¡Calla, idiota!, esto no se puede hablar tan abiertamente- Dice el otro más irreverente
-Como sea, es una situación difícil, por como van las cosas, se habla de que fue asesinato- Agrega uno más reservado
-Yo quiero largarme de aquí- Reclama el otro, que mira la hora sin parar
-Oí que había un policía infiltrado en la agencia-
-¡Infiltrado!- Grita aún más sorprendido
-Aiba, ¿podrías dejar de ser escandaloso?-
-Lo siento, Sho-chan-
-Idiota-
-Nino-chan, estás muy malhumorado- Dice Aiba
-¿Y qué esperas?-
-Me pregunto qué habrá estado haciendo un policía infiltrado en la agencia- Dice Ohno
-Esto sólo me hace pensar que tenía relación con Kitagawa-san- Dice Jun
-Eso está claro, por cierto, ¿alguien estuvo en aquel momento?- Pregunta Sho
-Yo fui al baño- Contesta instantáneamente Aiba
-Yo tuve que atender un asunto urgente- Agrega Jun
-Yo recién llegué- Dice Nino
-Yo estaba atendiendo unos asuntos familiares- Se coarta Ohno
-¿Y tú?- Le pregunta Jun a Sho
-Tenía una reunión con Mary-san, pero ella jamás llegó- Agrega el chico
-¿Creen que ella pudo hacerlo?- Pregunta en voz baja Aiba, mientras los chicos instantáneamente miran a la mujer, que se encontraba dialogando al otro lado del salón con otras tres personas.
Y así, al otro lado del salón, una conversación de la misma índole se planteaba. Mary Kitagawa, Noriyuki Higashiyama, Eri Ashida y Hideaki Takizawa, ninguno de ellos estuvo en el momento de los hechos, por una u otra razón, todos tenían una coartada poco convincente.
-Ashida-san, necesito que llames a mí abogado ahora- Dice la fría Mary, quien no presentaba símbolo alguno de estar conmovida por la muerte de su hermano
-¡Sí!-
-Mary-san, ¿está segura que esa mujer era policía?- Dice Hideaki, más conocido como “Tackey”
-Por supuesto que sí, me mostró la placa-
-¿Pero cómo pudo suceder algo como esto?- Se pregunta para sí mismo Noriyuki. -¿Podremos tomar acciones legales?-
-Lo dudo- Dice Tackey -Si estaba infiltrada es porque llevaban un caso, además, ahora con la muerte de Kitagawa-san, una investigación dentro de la agencia, será algo inevitable-
-¿Qué buscarán?- Pegunta Noriyuki
-Creo que tendrá que ver con el caso del policía-
-¿Policía?-
-¿No lo sabías?- Pregunta burlonamente Tackey
-Higashiyama-san, tendrás que ayudarme en esto, ¿aún sigues dudando con respecto a la sucesión de Johnny?-
-Siempre dije que ayudaría en lo que fuera, Mary-san-
-¿Qué?, pero Mary-san… Kitagawa-san-
-Johnny ya está muerto… Ashida-san, ¿contactaste con mí abogado?-
-¡Sí!, dijo que está en camino, y ya tiene una orden del juez-
-Perfecto, Higashiyama, Ashida, acompáñenme- Dice Mary, emprendiendo un rumbo hacia la salida.
-Vieja bruja- Dice Tackey entre dientes, mientras camina hacia el lado opuesto, sacando su teléfono celular.

*Nota de las autoras: Nótese el OHMIYA, que es un apellido real, así que es mera coincidencia con la realidad xDDDD
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