¿Un diario?
¿Debería volver a escribir en un diario? Escribir siempre ha sido un acto de alguna manera catártico, un momento de reflexión, de sentarse solo y sin distracciones. En este trance, que quizás sea el momento de mi vida que mas fuerzas tiran de mi en distintas direcciones, puede que no sea mala idea. Y como siempre, ¿que mejor sitio que este?
¿Debería escribir sobre mis días? ¿O me arriesgo a ser profundo y pedante? Por suerte confío en que nadie, o casi nadie, leerá jamás esto. Una gota en el océano de información actual.
Escribir. En mis horas más bajas, desde que era un adolescente, escribir ha sido una vía de escape. Pero más que eso. Los videojuegos son una vía de escape, una inyección de endorfinas puntual, un aislamiento voluntario del resto del mundo. Escribir es un ejercicio intelectual, introspectivo. Un momento solo para mi.
Es quizás por ello que la necesidad de escribir se acrecienta cuando la fortaleza mental flaquea.
Estoy pasando por el que quizás sea el mayor periodo de estrés y ansiedad hasta la fecha. Ahora no quiero entrar en detalles, pero es así. Si no fuera por la proximidad del viaje probablemente ya hubiera acudido al psicólogo. Veamos como me sienta unas largas vacaciones en familia.
Si, definitivamente creo que debería volver a escribir. Al menos por un periodo y quizás no de forma diaria, pero poner palabras a los pensamientos sienta bien. Al menos en parte.
Ya veremos.