Jun 02, 2008 19:48
Es un afluir incesante de emociones, una explosión tras otra de recuerdos, sentimientos. Pasado y presente reencontrados despues de tantos años. Han pasado tantas cosas... Ha sido un fin de semana legendario, como no podía ser de otra manera.
Han pasado seis años, ¡Seis!, desde que me fui de tierras portuguesas y me he dado cuenta de que una vez pasada la frontera deje mis recuerdos, amigos, emociones atrás, encerrados en algún rincón de mi pasado. Sin embargo, todo seguía ahí, esperando este momento. Los recuerdos afloran incontrolados en un estallido alimentado por los años. y junto a ellos, lágrimas, presión en el pecho. Lloro ahora de felicidad por el reencuentro, el volver a pisar por donde tantos años caminé y por donde muchos de mis recuerdos habitan. Era como uno de esos sueños que parece demasiado real e incluso ahora, mientras viajo de nuevo hacía mi vida real, parece que todo haya sido un sueño. Pero no lo ha sido.
Todo seguía allí, esperando a que volviera.
He abierto una personal caja de pandora donde había recluido todo para que su recuerdo no me impidiera buscar una nueva vida lejos de allí, que era todo cuanto conocía.
Lloro ahora también la pena que nunca lloré por haberme ido, por que estando allí, paseando por Cascais, volviendo en tren desde Cais do Sodré o viajando por la marginal me sentía en casa.
recuerdo,
portugal,
emoción,
hogar