Eejanaika. Cap 3/6
Sumary: eejanaika es la app más usada de kansai, que te permite conocer gente nueva de forma rápida y confiable, así es como se conocen junta y ryusei.
Pairing: varias ㄟ( ･ө･ )ㄏ
Les presento a Junta.
-es solo una cita.- suspiró al teléfono.
-lo sé.- contestaron por del otro lado de la línea.
-sin compromisos.
-si no te agrada no tienes que volverá verlo ni hablarle.
-¿y si me gusta?
- ¡JUNTA! Cálmate, si te gusta estaría bastante bien, sería bueno que te consiguieras un novio que te defendiera para que te dejen de molestar tanto en la universidad, yo no voy a seguir arriesgando mi trasero por ti, tampoco quiero que me llamen gay por ti.
-eso no es mi culpa, todos en tu carrera saben que eres capaz de acostarte con cualquier cosa que se mueva.- suspiró de nuevo tirándose a su cama, no lograba calmarse pero caminar en círculos por su habitación no lo ayudaría en nada.- se amable conmigo, cuando esa chica termino contigo y te llamo gordo yo te consolé, hasta fuimos a comprar yakiniku y te abrace cuando lloraste.- silencio.- ¿Akkun?
-…
-¿Akito?
-¿crees que estoy gordo?
-¡ay, dios! Ya hemos tenido esta conversación miles de veces, deja el takoyaki y ve al gimnasio.
-si voy al gimnasio, sabes que voy, vas conmigo, talvez se te olvido porque siempre te le quedas mirando al idiota de Hamada.
-no es mi culpa, podrá ser la persona más desagradable que he conocido en mi vida, pero él desgraciado tiene buen cuerpo.
-aún tengo moretones de la última vez que pelee con él por culpa de alguien.- dijo la última parte sarcásticamente.-si no te vas a defender no le respondas cuando te moleste, no lo provoques solo ignóralo que luego el que termina golpeado soy yo.
-lo sé, perdón. ¿Qué debería ponerme mañana?
-con lo que fuiste a la fiesta de tu facultad el otro día te veías bien.
-sí, pero me he puesto ese conjunto muchas veces.
-pero él no te lo ha visto puesto.
-aun así…
-¿y si te pones ese pantalón negro ese apretado con la camisa blanca que compraste la otra vez?
-¿cuál?
-esa que compraste esa ves, cuando fuimos a esa tienda, ese día cuando fuimos a comer a ese restaurant que te había dicho.
-ah, ¿el día que nos pasó esa cosa y pasamos a esa otra tienda que tenía esas cosas locas y la rompiste por accidente y tuvimos que salir corriendo fingiendo que no había pasado nada?
-sí, pero no la que compraste en la otra tienda, la que compraste en la otra, otra tienda.
-ok, i got it, ya sé a cuál te refieres, la que tiene como una cosita en el cuello.
-bingo
Ambos rieron, era una clase de chiste interno, hace algunos años atrás cuando junta regresó de Taiwán trató de juntarse con sus viejos amigos, pero ya siendo adolecentes habían tomado caminos separados, aunque ingreso al mismo colegio en el que había estado cuando niño y la mayoría de sus compañeros seguían ahí, ya no era lo mismo, platicaban con él y todo pero por algún motivo Junta seguía sintiéndose un poco fuera de lugar, extrañaba el que por algunos años fue su hogar, sus amigos de Taiwán le daban mensajes de ánimo y seguían en contacto con él, pero Junta sabía que de a poco se olvidarían de él. Estaba muy deprimido así que su madre insistió en que hiciera alguna actividad aparte de la escuela, decidió audicionar a un grupo de baile y quedó, con eso fue bastante feliz, hizo amigos nuevos y se sintió menos abrumado, así fue como conoció a Akito, iban a participar en un matsuri y los hicieron formar grupos, para su desgracia quedaron juntos, Akito se llevaba por dos años con él, era descortés, reía a carcajadas mostrando todos los dientes, tenía bajas calificaciones y siempre andaba en peleas en la escuela, era todo lo contrario a Junta, pero allí estaban, atascados juntos, en los descansos se quedaban sentados en un silencio incomodo, hasta que un día en el descanso llamarón a Junta a su celular, Akito podía reconocer esa canción en cualquier parte. “¿te gusta kanjani?”. Y con eso fue suficiente.
-apenas termine tu cita me llamas, promételo.
Si Junta pensaba que él estaba nervioso, no se imaginaba lo nervioso que estaba Ryusei, gasto la mitad de lo que ganaba en su trabajo part-time reservando una mesa en un lugar elegante, realmente quería causar una buena impresión y por lo que había conversado con Junta sabía que el mayor tenía una situación económica muy buena (…. Muy buena) además él tenía solo 17, cinco años menos que Junta. Estaba tan nervioso que en el momento en que vio entrar a Junta (a quien ya había visto en fotos) al levantarse de la mesa se dio vuelta un vaso de agua encima, él mayor aceleró el paso.
-¿estás bien? ¿No te golpeaste?
-no, estoy bien, estoy… bien.- Ryusei levantó la mirada y ahora si estaba cara a cara con Junta, a diferencia de sus hermanas Ryusei no creía en amor a primera vista, aunque le gustaban no creía en los amores de doramas donde tienen amores fantásticos y los únicos problemas que tienen son irreales o tontos, creía que el amor era algo complicado, algo en que se tenía que trabajar para lograrlo. Pero el hombre delante suyo, no había duda, ese hombre era el amor de su vida.- hola.
-hola, un placer, Ryusei-kun.- estiro la mano en su dirección con una sonrisa amable en su cara, Ryusei ya estaba perdido.
Su conversación fue simple, mencionaron cosas que ya habían dicho por internet, en un momento Junta empezó a hablar de sí, de la universidad, de su amigo Akito, de Taiwán, de sus padres, y el menor lo escuchaba, después de media hora se dio cuenta de que estaba hablando solo.
-mis padres siempre quisieron que estudiara algo relacionado con empresas, para tener un trabajo como mi papá y vivir para siempre encerrado en un cubículo, fue por él porque fuimos a vivir Taiwán pero cada vez que hablo de cuando vivíamos allí mi papá no recuerda nada, porque estaba muy ocupado trabajando como para salir a conocer, siempre hice todo lo que ellos me decías, creo que fue cuando me hice amigo de Akito me puse más “rebelde”, aun así me da un poco de tristeza siento que los decepcioné… lo siento, debes estar aburrido escuchándome hablar sin parar.
-no, para nada, me gusta escucharte, a decir verdad yo no soy de hablar mucho.
-la mayoría de la gente se enoja cuando me quejó mucho, dicen que soy un “pobre niño rico” que me quejó de nada.
-no lo creo, bueno, que tengas una buena situación no quiere decir que no puedes tener otros problemas, yo también siento que decepciono a mis padres, tienen muchos planes para mí y para mis hermanas y siempre siento que ellas lo están logrando y yo me voy quedando siempre atrás.
-a veces los comentarios de mis padres o familiares me hacen dudar en mis decisiones, mi mamá detesta a mis amigos en especial a Akito.
-me p…- Ryusei estaba tan metido en su conversación que se le olvido que estaba tomando jugo y nuevamente se le dio vuelta.
-por dios.- Junta se levantó rápidamente con una servilleta para ayudar al menor.- ¿te pasan estas cosas seguido o solo no es tu día?- le sonrió mientras lo ayudaba en un gesto que a Ryusei le pareció muy maternal.
-me pasa siempre, la verdad no soy muy inteligente.- Junta lo miró muy serio por un momento.
-yo creo que eres un chico inteligente Ryusei, un poco torpe talvez, pero inteligente, solo tienes que buscar, yo te apoyo ok.
Al final de la cena Ryusei acompaño a Junta a tomar su bus y cuando este estaba a punto de llegar le dijo.
-creo que eres una persona fantástica, me agradas mucho.- tomo sus manos entre las suyas.-eres muy esforzado y muy inteligente, también se te nota que te preocupas mucho por las personas que te rodean pero… pero no te preocupas por ti y yo quiero, yo quiero preocuparme de ti, quiero cuidarte y protegerte y estar siempre contigo no dejar que te pase nada nunca.- Junta solo le sonrió y le dio un beso en la mejilla.
- eres un buen chico, Ryusei-kun.
-oh, si estás aquí quiere decir que te fue mal.- realmente Akito estaba preocupado de que su amigo no lo llamará pero no se imaginó que vendría hasta su casa.
-no, estuvo bien, muy bien…- dijo sentándose en la cama de Akito.
-pero.
-estuvo mal, bueno no, no sé, era guapo, joven, amable y según el yo le gustó, pero siento que no es para mí, además fue un poco raro, cuando empezó a hablar sobre protegerme, no sé qué hacer.
-bueno, él no tiene que saber eso.
-¿qué?
-puedes seguir hablando con él en “eejanaika” pero también puedes hablar con otras personas, él no tiene que saber eso, puedes salir en otras citas con otras personas, si encuentras a alguien que te gusta le dejas de hablar, no le debes ninguna explicación y si no encuentras a nadie le mandas un mensaje diciendo que lo extrañas y que hace mucho que no se ven y que has estado ocupado y cosas así, nadie sale lastimado y tu sales ganando.
-Kiriyama Akito, tienes una mente brillante, malvada, pero brillante.
Pairing: varias ㄟ( ･ө･ )ㄏ
Les presento a Junta.
-es solo una cita.- suspiró al teléfono.
-lo sé.- contestaron por del otro lado de la línea.
-sin compromisos.
-si no te agrada no tienes que volverá verlo ni hablarle.
-¿y si me gusta?
- ¡JUNTA! Cálmate, si te gusta estaría bastante bien, sería bueno que te consiguieras un novio que te defendiera para que te dejen de molestar tanto en la universidad, yo no voy a seguir arriesgando mi trasero por ti, tampoco quiero que me llamen gay por ti.
-eso no es mi culpa, todos en tu carrera saben que eres capaz de acostarte con cualquier cosa que se mueva.- suspiró de nuevo tirándose a su cama, no lograba calmarse pero caminar en círculos por su habitación no lo ayudaría en nada.- se amable conmigo, cuando esa chica termino contigo y te llamo gordo yo te consolé, hasta fuimos a comprar yakiniku y te abrace cuando lloraste.- silencio.- ¿Akkun?
-…
-¿Akito?
-¿crees que estoy gordo?
-¡ay, dios! Ya hemos tenido esta conversación miles de veces, deja el takoyaki y ve al gimnasio.
-si voy al gimnasio, sabes que voy, vas conmigo, talvez se te olvido porque siempre te le quedas mirando al idiota de Hamada.
-no es mi culpa, podrá ser la persona más desagradable que he conocido en mi vida, pero él desgraciado tiene buen cuerpo.
-aún tengo moretones de la última vez que pelee con él por culpa de alguien.- dijo la última parte sarcásticamente.-si no te vas a defender no le respondas cuando te moleste, no lo provoques solo ignóralo que luego el que termina golpeado soy yo.
-lo sé, perdón. ¿Qué debería ponerme mañana?
-con lo que fuiste a la fiesta de tu facultad el otro día te veías bien.
-sí, pero me he puesto ese conjunto muchas veces.
-pero él no te lo ha visto puesto.
-aun así…
-¿y si te pones ese pantalón negro ese apretado con la camisa blanca que compraste la otra vez?
-¿cuál?
-esa que compraste esa ves, cuando fuimos a esa tienda, ese día cuando fuimos a comer a ese restaurant que te había dicho.
-ah, ¿el día que nos pasó esa cosa y pasamos a esa otra tienda que tenía esas cosas locas y la rompiste por accidente y tuvimos que salir corriendo fingiendo que no había pasado nada?
-sí, pero no la que compraste en la otra tienda, la que compraste en la otra, otra tienda.
-ok, i got it, ya sé a cuál te refieres, la que tiene como una cosita en el cuello.
-bingo
Ambos rieron, era una clase de chiste interno, hace algunos años atrás cuando junta regresó de Taiwán trató de juntarse con sus viejos amigos, pero ya siendo adolecentes habían tomado caminos separados, aunque ingreso al mismo colegio en el que había estado cuando niño y la mayoría de sus compañeros seguían ahí, ya no era lo mismo, platicaban con él y todo pero por algún motivo Junta seguía sintiéndose un poco fuera de lugar, extrañaba el que por algunos años fue su hogar, sus amigos de Taiwán le daban mensajes de ánimo y seguían en contacto con él, pero Junta sabía que de a poco se olvidarían de él. Estaba muy deprimido así que su madre insistió en que hiciera alguna actividad aparte de la escuela, decidió audicionar a un grupo de baile y quedó, con eso fue bastante feliz, hizo amigos nuevos y se sintió menos abrumado, así fue como conoció a Akito, iban a participar en un matsuri y los hicieron formar grupos, para su desgracia quedaron juntos, Akito se llevaba por dos años con él, era descortés, reía a carcajadas mostrando todos los dientes, tenía bajas calificaciones y siempre andaba en peleas en la escuela, era todo lo contrario a Junta, pero allí estaban, atascados juntos, en los descansos se quedaban sentados en un silencio incomodo, hasta que un día en el descanso llamarón a Junta a su celular, Akito podía reconocer esa canción en cualquier parte. “¿te gusta kanjani?”. Y con eso fue suficiente.
-apenas termine tu cita me llamas, promételo.
Si Junta pensaba que él estaba nervioso, no se imaginaba lo nervioso que estaba Ryusei, gasto la mitad de lo que ganaba en su trabajo part-time reservando una mesa en un lugar elegante, realmente quería causar una buena impresión y por lo que había conversado con Junta sabía que el mayor tenía una situación económica muy buena (…. Muy buena) además él tenía solo 17, cinco años menos que Junta. Estaba tan nervioso que en el momento en que vio entrar a Junta (a quien ya había visto en fotos) al levantarse de la mesa se dio vuelta un vaso de agua encima, él mayor aceleró el paso.
-¿estás bien? ¿No te golpeaste?
-no, estoy bien, estoy… bien.- Ryusei levantó la mirada y ahora si estaba cara a cara con Junta, a diferencia de sus hermanas Ryusei no creía en amor a primera vista, aunque le gustaban no creía en los amores de doramas donde tienen amores fantásticos y los únicos problemas que tienen son irreales o tontos, creía que el amor era algo complicado, algo en que se tenía que trabajar para lograrlo. Pero el hombre delante suyo, no había duda, ese hombre era el amor de su vida.- hola.
-hola, un placer, Ryusei-kun.- estiro la mano en su dirección con una sonrisa amable en su cara, Ryusei ya estaba perdido.
Su conversación fue simple, mencionaron cosas que ya habían dicho por internet, en un momento Junta empezó a hablar de sí, de la universidad, de su amigo Akito, de Taiwán, de sus padres, y el menor lo escuchaba, después de media hora se dio cuenta de que estaba hablando solo.
-mis padres siempre quisieron que estudiara algo relacionado con empresas, para tener un trabajo como mi papá y vivir para siempre encerrado en un cubículo, fue por él porque fuimos a vivir Taiwán pero cada vez que hablo de cuando vivíamos allí mi papá no recuerda nada, porque estaba muy ocupado trabajando como para salir a conocer, siempre hice todo lo que ellos me decías, creo que fue cuando me hice amigo de Akito me puse más “rebelde”, aun así me da un poco de tristeza siento que los decepcioné… lo siento, debes estar aburrido escuchándome hablar sin parar.
-no, para nada, me gusta escucharte, a decir verdad yo no soy de hablar mucho.
-la mayoría de la gente se enoja cuando me quejó mucho, dicen que soy un “pobre niño rico” que me quejó de nada.
-no lo creo, bueno, que tengas una buena situación no quiere decir que no puedes tener otros problemas, yo también siento que decepciono a mis padres, tienen muchos planes para mí y para mis hermanas y siempre siento que ellas lo están logrando y yo me voy quedando siempre atrás.
-a veces los comentarios de mis padres o familiares me hacen dudar en mis decisiones, mi mamá detesta a mis amigos en especial a Akito.
-me p…- Ryusei estaba tan metido en su conversación que se le olvido que estaba tomando jugo y nuevamente se le dio vuelta.
-por dios.- Junta se levantó rápidamente con una servilleta para ayudar al menor.- ¿te pasan estas cosas seguido o solo no es tu día?- le sonrió mientras lo ayudaba en un gesto que a Ryusei le pareció muy maternal.
-me pasa siempre, la verdad no soy muy inteligente.- Junta lo miró muy serio por un momento.
-yo creo que eres un chico inteligente Ryusei, un poco torpe talvez, pero inteligente, solo tienes que buscar, yo te apoyo ok.
Al final de la cena Ryusei acompaño a Junta a tomar su bus y cuando este estaba a punto de llegar le dijo.
-creo que eres una persona fantástica, me agradas mucho.- tomo sus manos entre las suyas.-eres muy esforzado y muy inteligente, también se te nota que te preocupas mucho por las personas que te rodean pero… pero no te preocupas por ti y yo quiero, yo quiero preocuparme de ti, quiero cuidarte y protegerte y estar siempre contigo no dejar que te pase nada nunca.- Junta solo le sonrió y le dio un beso en la mejilla.
- eres un buen chico, Ryusei-kun.
-oh, si estás aquí quiere decir que te fue mal.- realmente Akito estaba preocupado de que su amigo no lo llamará pero no se imaginó que vendría hasta su casa.
-no, estuvo bien, muy bien…- dijo sentándose en la cama de Akito.
-pero.
-estuvo mal, bueno no, no sé, era guapo, joven, amable y según el yo le gustó, pero siento que no es para mí, además fue un poco raro, cuando empezó a hablar sobre protegerme, no sé qué hacer.
-bueno, él no tiene que saber eso.
-¿qué?
-puedes seguir hablando con él en “eejanaika” pero también puedes hablar con otras personas, él no tiene que saber eso, puedes salir en otras citas con otras personas, si encuentras a alguien que te gusta le dejas de hablar, no le debes ninguna explicación y si no encuentras a nadie le mandas un mensaje diciendo que lo extrañas y que hace mucho que no se ven y que has estado ocupado y cosas así, nadie sale lastimado y tu sales ganando.
-Kiriyama Akito, tienes una mente brillante, malvada, pero brillante.