(no subject)
Fandom: Vampire Knight
Título: Muy en el fondo
Claim: Sayori Wakaba
Número de Palabras: 100.
Advertencias: Spoilers del capítulo 40 en adelante.
Muy en el fondo sabía que no existía otra salida aunque desesperadamente, trataba de sostenerse a mezquinos resquicios de esperanza. Se abrazó las piernas con fuerza pensando que quizás un día encontraría la solución perfecta a todo ese lío o que quizás, un día las diferencias no tendrían importancia. Convivir con los humanos, vivir pacíficamente. No importaba cuanto ahínco pusiera la tarea, lo único que ellos encontraban eran diferencias, no en los labios y asombro en los ojos. Sayori suspiró con pesadumbre. Los vampiros no querían convivir con los humanos, sólo saber que hacían lo correcto al tomar su distancia.
•••
Número: 34/34
Fandom: Assassin's Creed
Título: No les gustaba 2
Claim: Maria Thorpe
Extensión: 445.
Advertencias: Si no has jugado el primer juego o leído The Secret Crusade, encontrarás spoilers.
Notas: Podían ser los de menor rango, pero tenían su orgullo y una dama no era propia para enseñar labores de hombres, mucho menos de asesinos.
No les agradaba para nada. ¿Cómo una mujer podía mandar a un hombre? ¡A un asesino! Cuando Malik la introdujo como suplente del maestro Abu-Ali, los fedayines se sintieron indignados, eran los de menor rango pero tampoco era para tanto, además, al credo no le faltaban instructores, incluso el mismo Malik podría dárselas si quisiera. Sin embargo, la mujer se limitó a ordenarles que tomaran sus caballos y salieran con ella hasta los alrededores de Masyaf. De inmediato formaron un plan para hacerle notar al Maestro, que necesitaban de alguien que realmente pudiera darles clases, incluso decidieron que Akram sería quien hablaría, ya que él era bueno con las palabras y podría explicarle al líder la situación sin ofender a la mujer del Maestro.
Los asesinos encargados de cuidar a los fedayines a las afueras observaron con curiosidad al grupo al pasar, e incluso les dedicaron sonrisas burlonas. Si la extranjera había notado eso o no, no dio señas de eso, se limitó a seguir cabalgando. Al llegar a la planicie les ordenó… Nadîm no lo recordaba con precisión, pero se negaron a hacerlo por considerarlo demasiado fácil. Ella escuchó sus protestas, aunque se mantuvo firme recordándoles que quien dirigía la clase era ella y no ellos, al final, propuso que si lograban descabalgarla cambiaría de opinión. ¡Aquello era sencillo! O eso pensaron cuando los chicos tomaron sus espadas de entrenamiento, Sirâj les hizo prometer que nadie la lastimaría más de lo necesario, todos sabían que el que cometería semejante tontería sufriría la furia del Maestro. Al verla esperarlos con un simple palo de madera, algunos pensaron que tal vez enseñarle una lección no estaría tan mal.
Uno tras otro los jóvenes trataron de llegar a ella, no obstante, no podían hacerlo, se movía sobre el caballo con agilidad como si éste leyera sus pensamientos, el palo de madera hacía de lanza por lo cual era más fácil que ellos perdieran el equilibro o las espadas, a que lograran tocarla siquiera. Lo intentaron uno a uno, cuando no pudieron, entonces lo hicieron por grupos e inclusive cuando quisieron emboscarla todos, la mujer se las arregló para soltarles una tunda a cada uno. Al regresar al castillo, ella llevaba un semblante aburrido y aunque el sol había enrojecido su piel, no se veía cansada o sucia, en cambio, ellos estaban adoloridos, agotados y llenos de tierra.
Así fue como se tragaron cualquier duda sobre la valía de su nueva maestra, pese a que les costaba en algunas ocasiones seguir sus instrucciones, e inclusive seguían pensando que en algún momento lograrían demostrarle que no era tan buena, hacían su mejor esfuerzo para aprender de sus extraños métodos.
Título: Muy en el fondo
Claim: Sayori Wakaba
Número de Palabras: 100.
Advertencias: Spoilers del capítulo 40 en adelante.
Muy en el fondo sabía que no existía otra salida aunque desesperadamente, trataba de sostenerse a mezquinos resquicios de esperanza. Se abrazó las piernas con fuerza pensando que quizás un día encontraría la solución perfecta a todo ese lío o que quizás, un día las diferencias no tendrían importancia. Convivir con los humanos, vivir pacíficamente. No importaba cuanto ahínco pusiera la tarea, lo único que ellos encontraban eran diferencias, no en los labios y asombro en los ojos. Sayori suspiró con pesadumbre. Los vampiros no querían convivir con los humanos, sólo saber que hacían lo correcto al tomar su distancia.
•••
Número: 34/34
Fandom: Assassin's Creed
Título: No les gustaba 2
Claim: Maria Thorpe
Extensión: 445.
Advertencias: Si no has jugado el primer juego o leído The Secret Crusade, encontrarás spoilers.
Notas: Podían ser los de menor rango, pero tenían su orgullo y una dama no era propia para enseñar labores de hombres, mucho menos de asesinos.
No les agradaba para nada. ¿Cómo una mujer podía mandar a un hombre? ¡A un asesino! Cuando Malik la introdujo como suplente del maestro Abu-Ali, los fedayines se sintieron indignados, eran los de menor rango pero tampoco era para tanto, además, al credo no le faltaban instructores, incluso el mismo Malik podría dárselas si quisiera. Sin embargo, la mujer se limitó a ordenarles que tomaran sus caballos y salieran con ella hasta los alrededores de Masyaf. De inmediato formaron un plan para hacerle notar al Maestro, que necesitaban de alguien que realmente pudiera darles clases, incluso decidieron que Akram sería quien hablaría, ya que él era bueno con las palabras y podría explicarle al líder la situación sin ofender a la mujer del Maestro.
Los asesinos encargados de cuidar a los fedayines a las afueras observaron con curiosidad al grupo al pasar, e incluso les dedicaron sonrisas burlonas. Si la extranjera había notado eso o no, no dio señas de eso, se limitó a seguir cabalgando. Al llegar a la planicie les ordenó… Nadîm no lo recordaba con precisión, pero se negaron a hacerlo por considerarlo demasiado fácil. Ella escuchó sus protestas, aunque se mantuvo firme recordándoles que quien dirigía la clase era ella y no ellos, al final, propuso que si lograban descabalgarla cambiaría de opinión. ¡Aquello era sencillo! O eso pensaron cuando los chicos tomaron sus espadas de entrenamiento, Sirâj les hizo prometer que nadie la lastimaría más de lo necesario, todos sabían que el que cometería semejante tontería sufriría la furia del Maestro. Al verla esperarlos con un simple palo de madera, algunos pensaron que tal vez enseñarle una lección no estaría tan mal.
Uno tras otro los jóvenes trataron de llegar a ella, no obstante, no podían hacerlo, se movía sobre el caballo con agilidad como si éste leyera sus pensamientos, el palo de madera hacía de lanza por lo cual era más fácil que ellos perdieran el equilibro o las espadas, a que lograran tocarla siquiera. Lo intentaron uno a uno, cuando no pudieron, entonces lo hicieron por grupos e inclusive cuando quisieron emboscarla todos, la mujer se las arregló para soltarles una tunda a cada uno. Al regresar al castillo, ella llevaba un semblante aburrido y aunque el sol había enrojecido su piel, no se veía cansada o sucia, en cambio, ellos estaban adoloridos, agotados y llenos de tierra.
Así fue como se tragaron cualquier duda sobre la valía de su nueva maestra, pese a que les costaba en algunas ocasiones seguir sus instrucciones, e inclusive seguían pensando que en algún momento lograrían demostrarle que no era tan buena, hacían su mejor esfuerzo para aprender de sus extraños métodos.