Miente diciendo que me amas.
Título: Miente diciendo que me amas.
Fandom: Vampire Knight.
Claim: Ruka/Kaname
Prompt: "Húmedo"
Extensión: 669
Una vez más se encontraba a su lado, observando su cordura y su desespero, se revolvía dentro de sí mismo para encontrar un poco de paz, ¿cómo iba a encontrarlo cuando la sangre de “esa” inundaba los sentidos de todos? Se mordió el labio inferior indecisa sobre si dar el siguiente paso.
-Kaname-sama, yo…
El joven respiró con dificultad, aferrándose a su precioso diván, incapaz de escapar a sus propios demonios. Ella se acercó a él estirando su brazo, pero sus dedos se contuvieron de osar posarse sobre sus sedosos cabellos azabaches.
-No tienes que sufrir. -Le susurró. Él gruñó a manera de respuesta, como si estuviera objetando ante su idea-. Yo…
Una de las manos de él se posó sobre sus labios, existía determinación en el movimiento, pero también mucha delicadeza. -No… gracias… -Volvió a inhalar el aire con dificultad. Debía ser un tormento el aspirar el aire que contenía el más dulce de los aromas, sabiendo que a unos pasos el fruto prohibido podía ser degustado y sin embargo, no poder hacerlo en realidad. Idiota Cross con sus imbéciles accidentes.
-Por favor, sal del cuarto. -Era más una súplica que una orden, le temblor en su tono denotaba lo cerca que estaba de volverse loco ahí mismo.
Esta vez fue ella la que respiró profundamente, se clavó sus uñas sobre uno de sus dedos. El ansia de sangre del sangrepura se expandió por el lugar, su cuerpo le anunciaba que sería devorada si no salía corriendo del lugar, pero su terca mente le decía que esa era su oportunidad. Acercó la herida al rostro del Líder de la clase nocturna.
La fuerza de Kaname estaba por romperle la muñeca, sus brazos temblaban al intentar rechazarla y entonces empujó un poquito más. La tersidad de sus labios cosquilleó la yema de sus dedos, su cálido aliento fue el preámbulo para hablarle de la humedad de su lengua entregándose a la seducción de sus dedos. Era excitante sentirlo lastimando y lamiendo cada uno de sus dedos, cerró los ojos, dejándose llevar por la emoción de tenerlo alimentándose de su sangre. Soltó un suave gemido cuando él enterró sus colmillos en las venas de su muñeca.
En un acto de reflejo, lo abrazó pegando el rostro de él a su pecho y el sangrepura le rodeó la cintura con uno de sus brazos. El corazón le dolió de tanta emoción, cada palpitar parecía que abogaba por abrirle un agujero en el lugar. Su cuerpo se descontroló por entero cuando se le obligó a sentarse sobre una de las piernas del vampiro. Era la primera vez que estaba en un acto tan íntimo con un muchacho, Kaname le lamió el cuello y sin pensarlo dos veces la mordió fuertemente. Su cuerpo saltó pero él la jaló hacia abajo, su húmeda entrepierna clavándose en el muslo de él le arrancó un gemido de placer.
Ella se aferró a la espalda del joven que se estaba dejando arrastrar por la lujuria de la sangre. Ruka no pensó en que él estaba deseando a otra persona, cerró su mente a reparar que no era ella a quien deseaba o buscaba, ni siquiera quiso aceptar que todo eso era porque el ambiente olía a Yuuki Cross, prefirió engañarse diciendo que necesitaba de ella y sólo de ella. En ese momento no existía nada más en el mundo, salvo ellos dos haciendo algo tan natural en los adolescentes de su edad.
Los ojos rojos de Kaname le anunciaban el peligro de su esencia de depredador, necesitaba convertirse en la bestia mortífera que era la gente de su clase.
-Ka… na… me-sama -murmuró entrecortadamente.
El rojo de la lujuria se desvaneció de sus pupilas, la fría noche volvió a caer sobre la cordura de su resquebrajada mente. La tiró en el sillón, mientras se separaba de ella y se llevaba las manos a la cabeza.
-¡Vete! -El dolor en sus palabras hizo trizas su corazón, ella había lastimado a Kaname-sama más que Yuuki Cross y su accidente.
-
Aaah~ un día escribiré como ellos sobre pareja ¡posta!
Fandom: Vampire Knight.
Claim: Ruka/Kaname
Prompt: "Húmedo"
Extensión: 669
Una vez más se encontraba a su lado, observando su cordura y su desespero, se revolvía dentro de sí mismo para encontrar un poco de paz, ¿cómo iba a encontrarlo cuando la sangre de “esa” inundaba los sentidos de todos? Se mordió el labio inferior indecisa sobre si dar el siguiente paso.
-Kaname-sama, yo…
El joven respiró con dificultad, aferrándose a su precioso diván, incapaz de escapar a sus propios demonios. Ella se acercó a él estirando su brazo, pero sus dedos se contuvieron de osar posarse sobre sus sedosos cabellos azabaches.
-No tienes que sufrir. -Le susurró. Él gruñó a manera de respuesta, como si estuviera objetando ante su idea-. Yo…
Una de las manos de él se posó sobre sus labios, existía determinación en el movimiento, pero también mucha delicadeza. -No… gracias… -Volvió a inhalar el aire con dificultad. Debía ser un tormento el aspirar el aire que contenía el más dulce de los aromas, sabiendo que a unos pasos el fruto prohibido podía ser degustado y sin embargo, no poder hacerlo en realidad. Idiota Cross con sus imbéciles accidentes.
-Por favor, sal del cuarto. -Era más una súplica que una orden, le temblor en su tono denotaba lo cerca que estaba de volverse loco ahí mismo.
Esta vez fue ella la que respiró profundamente, se clavó sus uñas sobre uno de sus dedos. El ansia de sangre del sangrepura se expandió por el lugar, su cuerpo le anunciaba que sería devorada si no salía corriendo del lugar, pero su terca mente le decía que esa era su oportunidad. Acercó la herida al rostro del Líder de la clase nocturna.
La fuerza de Kaname estaba por romperle la muñeca, sus brazos temblaban al intentar rechazarla y entonces empujó un poquito más. La tersidad de sus labios cosquilleó la yema de sus dedos, su cálido aliento fue el preámbulo para hablarle de la humedad de su lengua entregándose a la seducción de sus dedos. Era excitante sentirlo lastimando y lamiendo cada uno de sus dedos, cerró los ojos, dejándose llevar por la emoción de tenerlo alimentándose de su sangre. Soltó un suave gemido cuando él enterró sus colmillos en las venas de su muñeca.
En un acto de reflejo, lo abrazó pegando el rostro de él a su pecho y el sangrepura le rodeó la cintura con uno de sus brazos. El corazón le dolió de tanta emoción, cada palpitar parecía que abogaba por abrirle un agujero en el lugar. Su cuerpo se descontroló por entero cuando se le obligó a sentarse sobre una de las piernas del vampiro. Era la primera vez que estaba en un acto tan íntimo con un muchacho, Kaname le lamió el cuello y sin pensarlo dos veces la mordió fuertemente. Su cuerpo saltó pero él la jaló hacia abajo, su húmeda entrepierna clavándose en el muslo de él le arrancó un gemido de placer.
Ella se aferró a la espalda del joven que se estaba dejando arrastrar por la lujuria de la sangre. Ruka no pensó en que él estaba deseando a otra persona, cerró su mente a reparar que no era ella a quien deseaba o buscaba, ni siquiera quiso aceptar que todo eso era porque el ambiente olía a Yuuki Cross, prefirió engañarse diciendo que necesitaba de ella y sólo de ella. En ese momento no existía nada más en el mundo, salvo ellos dos haciendo algo tan natural en los adolescentes de su edad.
Los ojos rojos de Kaname le anunciaban el peligro de su esencia de depredador, necesitaba convertirse en la bestia mortífera que era la gente de su clase.
-Ka… na… me-sama -murmuró entrecortadamente.
El rojo de la lujuria se desvaneció de sus pupilas, la fría noche volvió a caer sobre la cordura de su resquebrajada mente. La tiró en el sillón, mientras se separaba de ella y se llevaba las manos a la cabeza.
-¡Vete! -El dolor en sus palabras hizo trizas su corazón, ella había lastimado a Kaname-sama más que Yuuki Cross y su accidente.
-
Aaah~ un día escribiré como ellos sobre pareja ¡posta!