[Fanfic] Extraño XIV

May 22, 2012 00:31



Prompt: Fuera de lo común

Personajes: ....

Fandom: Inazuma Eleven

Adevertencias: ¡OJO! está escrito a las tantas de la mañana... errores, errores everywhere.

Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece -si fuera mío, ah~ Bueno, habría escenas Yaoi y todo~ - y los de level 5 no hubieran creado el Chrono Stone (?)-

Notas iniciales : ¡Asdfasf! ¡Ryusey  Boy! (?) ok, yo también quería tener un saludo original pero fallo u_u en fin, este episodio no me ha quedado tan corto como el anterior, llegué  a las 3000 como había dicho y está la mar de raro, pero antes de seguir una pequeña explicación que a nadie le importa~ (?)
Yo planteaba esta historia como un One-shot. que tenía planeado usar con otro promp, en sí era un sueño de Mark, gracias a un balonazo que había recibido en una práctica (?) -sí, idea cutre es cutre, pero era como un what if (?)- pero he decidido ocupar esa idea para otra historia, con un matiz totalmente diferente x'D por que la primera es algo rara, pero más o menos con el mismo sentido.
En fin, toda esa cosa de arriba es un triste intento de explicar porque esta historia es tan tirada de los pelos. (´・ω・`) sé que no lo justifica, pero igual...

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El autobús se detuvo luego de una hora más de camino, cuando bajaron lo primero que hicieron fue estirar sus adoloridos cuerpos, sintiendo a sus músculos agradecerles.

-Ya estamos aquí, ¿ahora por dónde?-Fudou no se cortaba al momento de expresarse, no era agresivo pero se podía sentir un ligero tono de hostilidad en sus palabras, como siempre.

-Por aquí- el capitán comenzó a explicar mientras andaba-hace un tiempo encontramos esta ruta, nadie transita por aquí así que es un gran lugar para practicar.

- ¿Han venido aquí más de una vez?-preguntó el entrenador Kudou mientras apartaba un par de ramas largas que impedían su paso.

-Sólo un par de veces- Fidio trataba de hacer memoria, no sabía si era por el golpe que había recibido de Gianluca el día anterior pero sentía que tenía lagunas mentales-antes de que el torneo diera inicio.

Nadie dijo nada más en un rato, demasiado ocupados librando el camino de ramas y hojas, extraño pensaron los chicos, si la memoria no les fallaba toda aquella zona estaba completamente podada la primera vez que fueron, y a pesar de  que hubiera pasado un tiempo, las plantas no crecen tan rápido.

- ¡Aquí está!- gritó emocionado Sean, quien tenía un par de hojas metidas entre el cabello y ahora señalaba sonriente la famosa roca que andaban buscando.

-Lo vea por donde lo vea no es más que un peñasco, no tiene nada de especial- Teres se cruzó de brazos y su afirmación fue secundada por los ingleses, quienes habían sufrido especialmente para llegar hasta allí, los caballeros no se desplazan por terrenos agrestes después de todo.

-Debe haber una entrada o algo…-Endou se apresuró a comenzar a investigar la estructura, golpeándola y pegando la parte lateral de su rostro para poder oír mejor si es que había algún eco.

-Quizá del otro lado…- susurró Owen, lo sufrientemente bajo para no ser oído por nadie…. Excepto por un par de argentinos muy desesperados que tan sólo después de que esta frase abandonara los labios del muchacho inglés; y al grito de “¡Voy por ti, Leone!” se apresuraron hacia la piedra, y empujando a Endou comenzaron a buscar alguna saliente o algo.

Ante tal muestra de desesperación Kudou se preguntó si había sido buena idea aceptar ser nuevamente entrenador, quizá ya estaba muy viejo para eso… o esos chicos eran raros, cualquiera de las dos era factible.

-Mark, Fidio; ¿podrían mostrarnos el camino?

Ambos capitanes asintieron, y haciendo que todos se colocaran en una sola fila comenzaron a dirigir, al lado derecho había una pequeña saliente, que se camuflaba bastante pero era lo suficientemente ancha como para caminar si uno pegaba su espalda a la pared, de esta manera y con sumo cuidado el grupo comenzó su marcha.

-Avancen con cuidado-advirtió Fidio que se aferraba a las pequeñas rugosidades que sobresalían y trataba de mantener su equilibrio

-No me gusta ¡para nada!-se quejaba un muy asustado Kabeyama- ni siquiera sabemos si de verdad están a- ¡Ahhhh!- tuvo que aferrarse con ambos brazos a la roca, ya que gracias a las olas rompiendo sentía que su cuerpo se mecía de un lado a otro ¡horrible! ¡Definitivamente horrible!

- ¡Con cuidado!- Endou estaba acostumbrado a entrenar en diferentes ambientes, pero ese no era uno de ellos, él tampoco era bueno para caminar en lugares tan pequeños y mantener el equilibrio.

Antes de que alguno de ellos pudiera reaccionar una fuerte ola arremetió contra la pared de piedra.

- ¡AHHHHHHHHHHHHH!- el pobre defensa de pelo verde no pudo sostenerse más, y a la par de un fuerte grito cayó al mar, causando un gran estruendo.

- ¡Kabeyama! ¡Kabeyama-san!- los demás miraron horrorizados como el más corpulento de sus amigos movía los brazos de manera frenética a la par que lanzaba seguidos alaridos.

- ¡Ayuda! ¡No sé nadar!- El de pelo verde sentía como el agua lentamente entraba a sus pulmones gracias a las desaforadas bocanadas que daba en sus vanos intentos de tomar aire, ahora deseaba haber podido tomar clases de nado como el resto de sus compañeros.

- ¡Aguarda, amigo!- Endou, como todo buen camarada haría, y sin pensar en las posibles consecuencias se lanzó al mar para sacar a su amigo.

- ¡Ca-capitán!- y justo cuando creía que las fuerzas lo habían abandonado por completo, los brazos de Endou lo tomaron por el cuello del uniforme  y comenzó a halarlo hasta la orilla.

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- ¿Desde cuándo puede hacer eso?- Nagumo apenas pudo seguir el movimiento del balón al entrar al arco, él había visto esa técnica durante su partido contra los mocosos del inazuma hace mucho tiempo, si no le fallaba la memoria el muchacho ese Fubuki tenía el mismo Hissatsu; pero el que había realizado Suzuno era un tanto diferente, le había tomado desprevenido.

-Demonios- murmuró entre dientes Jo, lamentándose el haber dejado que marcaran su portería tan rápido, ni siquiera había podido oponer resistencia.

- ¡No es momento de lamentarse!-Cho Chang So elevó la voz, tomando más su papel de capitán en serio, como en los viejos tiempos; no podía usar la perfect zone press ya que no habían suficientes jugadores, pero debía aprovechar el factor de ser más que el otro equipo-¡Jo, pásale el balón a Haruya!

- ¡Haruya!- el portero de cara blanca lanzó con todas su fuerzas, poniendo en ese balón todos los deseos que tenía de poder anotar.

- ¡Esta vez será un gol!- Burn con una habilidad y destrezas propias de él manejó el esférico a través del campo, rebasó a Gazelle que trató de hacerle un regate, rompiendo la primera línea de defensa, logrando llegar hasta Aphrodi.

Pero al parecer ese día la diosa de la victoria no le sonreía al equipo Coreano, ya que sin previo aviso el ex dios realizó una técnica hissatsu de defensa, que instantáneamente hizo retroceder a Nagumo, quien perdió el balón.

- ¡Sabaki no tetsui!

La onda expansiva llegó incluso hasta Hwan y Cho, que tuvieron que imponer presión en sus pies para no ser movidos de su lugar.

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- ¡Endou! ¡Kabeyama!-Mientras el resto de los jugadores aún se aferraban a la saliente como si su vida dependiera de ellos, el entrenador Kudou había bajado hasta la orilla, para encontrar a sus dos jugadores.

El más grande daba grandes bocanadas, intentando recobrar el aire que faltaba en sus pulmones; mientras el portero tomaba su muñeca derecha y cerraba los ojos tratando de disimular el dolor, aunque fallando lamentablemente.

-Entrenador…-ambos muchachos miraron a los ojos al hombre, quien raudo revisó que el defensa no estuviera herido y después dirigió su vista hacia la muñeca que sostenía el capitán, quitando su mano y bajando un poco el guante y llevándose la poco grata sorpresa de que el portero tenía unas marcas rojas y al parecer por los pequeños quejidos que abandonaban la boca del moreno, la tenía torcida; de seguro por el esfuerzo.

-Esto no se ve bien- el peli lila sabría que en esa condición les sería difícil continuar, sería prudente ir primero a la caravana relámpago y atender la herida del portero luego podrían alcanzar a los demás.

- ¡Adelántense!, ¡Hibiki-san, cuento con usted!

El dueño del Rai Rai Ken asintió convencido, así que rápidamente dio la orden para que el resto siguiera la marcha; a pesar de estar preocupados confiaban que ellos los alcanzarían después, pero ahora tendrían más cuidado porque nadie quería más heridos.

-Caminen con cuidado muchachos- Todos asintieron, tras una marcha continua y lenta llegaron hasta otra saliente, por la cual entraba el agua en grandes cantidades y rompían en olas justo donde un montón de rocas se agrupaban formando una especie de escalera.

-Oh no, ¿ahora como bajaremos?-Aki y Fuyuka se tomaban de las manos, como manera de calmar sus ansias.

Todos miraban alrededor, buscando alguna manera de lograr llegar hasta el fondo de aquel lugar, bajar era imposible, además que todo estaba cubierto de agua… quizá se habían equivocado de lugar o habría una entrada por algún otro sitio.

Pero antes de que alguno sugiriera lo que todos ya estaban pensando, el mar pareció calmarse por un momento, haciendo que las aguas que rompían a su lado se tranquilizaran y comenzaran a alejarse, poco después el oleaje volvió, pero esta vez hacia el otro lado, como si la roca lo empujara lejos.

- ¡Mire, capitán!-Sean señaló hacia el fondo, mostrando como se veía un agujero lo suficientemente grande para entrar dentro de aquel lugar, que poco a poco se dejaba ver gracias al agua que se abría, como invitándolos a seguir.

-Debemos continuar-afirmó Hibiki, que ahora y gracias a esa para nada común señal estaba seguro de que allí adentro encontrarían a sus amigos.

“Sí” fue la respuesta de todos, algunos más seguros que otros; con mucho cuidado y ayudando a las tres muchachas que viajaban con ellos lograron bajar todas las rocas, que debido a que estaban húmedas eran en extremo resbalosas, no tenían idea de cómo sus amigas habían podido bajar sin lastimarse… esperaban que no estuvieran lastimadas.

-Espero que a Angelo no le haya ocurrido nada- murmuraba Fidio, los demás italianos que bajaban detrás de él se preguntaban cuántas veces había dicho lo mismo sólo ese día, un capitán enamorado era algo con lo que no sabían lidiar.

-Tranquilo, Fidio; ellos saben cuidarse- era el apoyo que le brindaba Hide, y no sólo decía esas palabras para  reconfortar al meteoro blanco, de manera oculta y subconsciente también trataba de calmarse él, sabía que Luca era bastante hábil pero a veces …. A veces podía llegar a ser un tanto distraído y eso era lo que no terminaba de dejar de preocuparle.

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-Se acerca, señor- Kidou aún mantenía su postura arrodillada frente al imponente sujeto que descansaba en su silla.

-Lo sé…. Creo que pueden darles una buena bienvenida, ¿verdad?

-Por supuesto- la estratega sonrió de lado, imitando perfectamente la expresión que su rostro siempre solía llevar cuando era capitán del Teikoku.

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-Al fin logramos bajar- Domon sintió que el alma le volvía al cuerpo- ¿Estás bien, Aki?- dijo acercándose a su amiga peli verde que estaba junto al ex entrenador Hibiki y el resto de managers de inasuma japan.

La muchacha asintió y le sonrió a su amigo.

-Ahora a dónde se supone que…-Gouenji había empezado a hablar, pero la frase quedó al aire cuando un  balón de futbol que nadie sabía de donde apareció arremetió contra su cuerpo, haciendo que se fuera de espaldas contra una roca.

- ¡Goeunji!

Someoka corrió hasta donde su amigo estaba tratando de levantarse sosteniendo su herido y adolorido estómago con la mano derecha mientras usaba la izquierda como apoyo.

- ¿Qué fue eso?-Kogure miró aterrado de un lado a otro, tratando de adivinar de donde había provenido aquél golpe.

- ¡Allí!-Haruna pegó un pequeño gritito a la vez que señalaba un grupo de sombras que se acercaban desde la profundidad, eran sombras difusas que formaban todas juntas una gran mancha, pero pudieron reconocer inmediatamente el tono de Kidou cuando una de ellas comenzó a hablar.

-Vaya… ni si quiera puede parar eso, esto será algo muy rápido.

Incluso rió un tanto, bastante divertida con la escena que presenciaba.

- ¡Hermano!- La pequeña Haruna sentía sus ojos aguarse, esa persona que tenía delante no se parecía en nada a su querido hermano.

Poco después las demás se dejaron ver, todas su amigas desaparecidas estaban ahora frente a ellos, llevaban puestos unos extraños uniformes de color negro que podían recordarles un poco al de los dark emperors, incluso Luca, que no sabía jugar fútbol.

-No me hables con ese tono- a pesar de estar usando esas goggles que siempre tenía sobre los ojos, todos hubieran podido jurar que la molestia en los rojizos orbes de la estratega se veía a kilómetros.

- ¿Es que no me reconoces, hermano? Soy Haruna.

-He dicho que hagas silencio.

Y esta vez Dylan sacó un balón que estaba escondido tras ellas, haciendo un pase hasta Yuuto, que sin ningún miramiento y haciendo algo que absolutamente nadie esperaba, lanzó un tiro con toda la fuerza de la que fue capaz justo en la dirección de la peli azul.

- ¡Haruna!- gritaron tanto Fuyuka como Aki, mientras todos veían horrorizados como el esférico avanzaba sin ser detenido hasta casi impactar contra la manager… sí, casi, ya que en el último minuto y con una velocidad que él mismo ignoraba tener, el pequeño Kogure se lanzó al rescate.

- ¡Senpuujin!

Usando el remolino creado por sus piernas logró a penas desviar el balón que regresó hasta donde estaba el equipo de las ahora chicas, que sin ningún problema lograron atraparlo con un movimiento de la pierna.

- ¡Kogure-kun!

Pero el defensa era otra historia, él conocía perfectamente la fuerza de Kidou pues había jugado con él ya bastante tiempo y ese tiro estaba bastante más arriba del nivel al cual estaba acostumbrado.

Todos los demás se le acercaron preocupados, en especial Otonashi, que con cuidado movía de un lado a otro el temblante cuerpo del muchacho.

-Uhhh…-tardó un momento en sentarse, le dolían las piernas y dudaba que pudiera usar su técnica en un par de días.

- ¿Cómo pudiste hacer eso, Kidou?- reprendió un por demás furioso Gouenji, parecía que se indignaba más por que el de rastas había atentado contra su hermana que contra él mismo

Ella no respondió, estaba demasiado ocupada mirando hacia arriba, de donde una figura encapuchada bajaba cayendo junto con otras dos que traían un reloj de arena y un balón de fútbol soccer.

-Vaya escándalo que arman…- era una voz profunda, sonaba como si un viejo estuviera hablando, pero al ver el tamaño de la figura descartaban esa posibilidad.

- ¿Quién demonios son ustedes? ¡¿Qué han hecho con nuestros amigos?!

Fidio dio un paso al frente, encarando a lo que sea que fuere aquello, a la vez que buscaba desesperadamente con los ojos a Angelo.

- ¿Nosotros?- repitió como si el italiano acabara de hacer una broma de mal gusto- somos seres milenarios que han vivido aquí desde el inicio de los tiempos… seres que no gustan de ustedes, intrusos.

- ¿Intrusos?- repitió Hidetoshi- ¿a qué te refieres?

La figura encapuchada lanzó un suspiro, los demás pudieron jurar que  la tierra estaba temblando bajo sus pies.

-Nosotros no somos de pelear, nos gusta mantenernos al margen… cuando el hombre llegó con todas aquellas máquinas y cosas extrañas nosotros sabíamos que no teníamos salvación, no podemos salir de este lugar-levantó las manos haciendo que el piso se levantara en dos puntos muy distanciados, formando al igual que había pasado en Corea, dos estructuras muy parecidas a un arco, sólo que sin la red- creíamos que sería nuestro fin… hasta que los vi.

Su larga túnica se levantó un poco y pareció que señalaba al grupo de jugadores, específicamente a Fidio y Mark.

- ¿Q-qué quieres decir?- a Fidio todo aquello le daba mala espina, creía que había hecho algo terriblemente malo pero no sabía qué.

-Ustedes jugando con el balón… fútbol soccer le llaman, ¿verdad?- el hombre a su lado le dio el mentado objeto, a pesar de que sus ojos no estaban a la vista, podrían jurar que había un destello de admiración en el agujero donde se suponía iban estos- al parecer es una manera de resolver conflictos entre ustedes….  Así que… porque no intentar también nosotros.

Todos sintieron una escalofrío recorrer su espalda, ahora entendía perfectamente cuál era la intensión de aquellos seres.

-Nosotros no podemos jugarlo…. Nuestros cuerpos no pueden-colocó el balón en el suelo, a un par de metros de él- pero los suyos sí.

Y esta vez, señaló su brazo extendido al grupo de muchachas, quienes fueron iluminadas por todos los rayos de luz que se colaban entre las grietas: tenían los ojos oscuros y traían tenebrosas sonrisas adornado sus rostros.

- ¿Qué les has hecho?-Mark sentía su sangre hervir, no podía creer que parte de todo aquel desastre hubiera sido su culpa, si tan solo no hubiera ido a aquel lugar.

-Ahora son nuestras- avanzó con paso lento a través del lugar, para luego poner su larga capa sobre la cabeza de Kazuya como acariciándola- han sido de mucha utilidad, usado estos cuerpos no sólo nos podemos alimentar… si no también acabar con ustedes, y retomar el control de este lugar.

- ¿Sólo quieren de regreso su bosque, verdad?-trato de razonar con ellos Tsunami- Podemos hacer que nadie más vuelva aquí si es lo que quieren.

El surfista estaba preocupado por la seguridad de su querida portera, mientras pudiera terminar con eso lo más rápido posible y sin ningún herido más, mejor.

-Oh no- esta vez la afirmación vino seguida de una muy aguda risita- porque conformarnos con el bosque si la isla entera puede ser nuestra…

- ¿Qué dices?-Gouenji frunció el ceño, al parecer esos sujetos tenían intenciones ocultas.

-Siempre hemos mantenido bajo perfil debido a nuestra debilidad corporal, pero con los cuerpos de los humanos…. Eso ya no sería un problema.

- ¡Cierra la boca!, ¡Los humanos no somos juguetes!

- ¡Por supuesto que lo son!, y cuando uno se rompe…-pasó con delicadeza sus dos brazos por la cintura de la italiana con pecas, el cuerpo de Luca se estremeció ante el contacto, temblando un poco al tiempo que sentía las fuerzas que le quedaban abandonarle, para luego caer en los brazos de la figura-pues se desecha…

- ¡Luca!-el grito de Hide inundó todo el lugar, como un relámpago que desgarra la noche, oh esos tipos se la iban a pagar… ¡Y en grande!

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Notas finales:  ¡Eso es todo! ok, no. esto continuará... oh, los "malos" han tenido un clásico delirio de querer dominar el mundo, ¡Con el fútbol! *(ノ^∀^)ノ*(ノ^∀^)ノ* porque el fútbol es genial (?) ok no, pero en inazuma el fútbol es la clave de la vida, así que punto.
(´Д`) Creo que he cogido manía a lastimar a la gente golpeándola con balones, sí...
Y el mundo explotará, Kidou ha tratado de lastimar a Haruna u_u.
(Y un poco de suuuuper camuflado (?) Kogure/Haruna porque me gusta "ε")
¡Nos vemos! (?)

fail, genderbender, tampoco a hide, no tengo saludos pro, trama predecible es predecible, inazuma eleven, demasiados tags que no tienen nada que v, 100 theme challenge, los malos con complejos nunca pasan de m, el fútbol es la vida misma, a Paolo no le gustará esto, el fútbol puede conquistar el mundo, el fútbol llora-según Tenma... (?), fanfic

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