[Fanfic] Extraño XIII
Prompt: Fuera de lo común
Personajes: ....
Fandom: Inazuma Eleven
Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece -si fuera mío, ah~ Bueno, habría escenas Yaoi y todo~ - y los de level 5 no hubieran creado el Chrono Stone (?)-
Notas iniciales: Bueno, dije que haría este más largo pero me di cuenta que si hacía todo lo que quería en este capítulo no iba a terminar nunca así que lo que falta de este capítulo lo subiré el día de mañana a más tardar pasado~ miren que planeaba esto como un one-shot y ya lleva 13 capítulos x'D en fin.
La explicación cutre que he inventado es cutre x'D
eso!
-Bien, ahora, ¿alguno de ustedes podría decirnos qué está pasando?-al parecer Fudou ya había agotado su paciencia, pues la cara de fastidio que traía no se podía disimular con nada.
-Bueno, ahora que todos estamos aquí creo que puedo decirles lo que averigüe- el detective buscó por un momento la mirada del entrenador Kudou, como buscando algún tipo de permiso para iniciar a hablar.
>>Cuenta la leyenda, que hace millones de años; exactamente en esta isla habitaba una extraña clase de seres, ajenos completamente a la pelea por el poder que tenían fuerzas que no especifica exactamente el manuscrito, solían vivir ocultos en una caverna submarina que quedaba en la parte norte de la isla, se mantenían gracias a la energía vital de la tierra virgen de la isla.
- ¿Cómo hacían eso?- intervino entonces, Aki.
-Pues- el detective sacó una pequeña memoria de su bolsillo derecho y conectándolo a la portátil que solían tener los japoneses en el comedor mostró un par de imágenes que habían sido grabadas en piedra en lugares aledaños al cuál se refería- según la leyenda, tomaban plantas o animales y al momento de tomar su energía los convertían en otra cosa…
- ¿Otra cosa?- tembló Kabeyama- ¿A qué se refiere?
Esta vez intervino el ex entrenador Hibiki, quien hasta el momento se había mantenido al margen-según lo que averiguamos, eran seres que vivían en aislamiento total, por ende no salían de su autoimpuesta morada, allí había poco alimento, como podrán imaginar.
Era cierto, es decir- si vivían en una cueva submarina sólo habría peces… y ni hablar del agua.
-Pero entonces… ¿Cómo lo hacían?- se atrevió a preguntar Mark, intuyendo lo que venía a continuación.
-Ellos cambiaban a los animales y rocas a su antojo- en actual entrenador al ver la cara que pusieron los demás, se apresuró para explicar- por ejemplo, ellos no podían convertir un pez o una piedra en agua o fruta, pero podían usar las rocas para mutarlas en envases de piedra, y a las gaviotas que solían bajar a buscar comida convertirlas en otro tipo de ave que pudieran amaestrar y hacer que fuera hasta la isla a buscar comida.
>> También hacían que las más grandes trajeran pequeños primates que habitaban en la isla y a ellos los controlaban para que trajeran agua dulce en los envases que creaban, o cosas así.
Los jugadores se quedaron mirando entre sí, aquella historia era demasiado fantasiosa como para poder creerla.
El detective se aclaró la garganta.
-Lo que encontramos no específica hace cuánto tiempo ellos vivieron aquí, pero sí mostraron el cambio radical de su civilización con la llegada del hombre…
>> Poco después de que el conflicto milenario entre las fuerzas del bien y del mal terminara, el hombre no tardó en aparecer trayendo consigo camiones cargados con tecnología, cemento y demás cosas que no producían energía vital, al ser todas artificiales.
-Como ustedes saben- intervino entonces Hibiki- La isla ha sido adaptada para emular la apariencia de diferentes partes del mundo, muy pocas cosas aquí son realmente orgánicas.
-Podríamos decir que lo único completamente natural son: el mar, la comida con la cual se alimentan los jugadores…
-Y los mismos jugadores…-completó Endou, comenzando a comprender por donde iba el asunto.
-Exacto… no estamos completamente seguros del por qué, pero tenemos razones para creer que han sido ellos.
-Alto- dijo entonces Fidio, que por un momento creyó estar escuchando un mal chiste- ¿quiere decir que nuestros amigos han sido capturados por… ¿alienígenas o algo así? Eso no tiene sentido.
Hiroto se sintió tentado a decir algo parecido, pero al escuchar la palabra “alien” abandonar los labios del italiano se quedó callado. Bueno, cualquier cosa podía pasar ¿verdad?
-Fidio…- Nakata se había puesto de pie, tomando al nuevo capitán por uno de sus hombros, diciéndole que se calmara.
-Lo importante ahora, es ir a ese lugar y ver con nuestros propios ojos lo que pasa.
El tono del japonés era bastante imponente, totalmente correspondiente a un jugador de su nivel, y a pesar de la reticencia que mostraron los demás seleccionados a seguir una teoría tan extraña, los japoneses más acostumbrados a esa clase de cosas lo siguieron sin rechistar.
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Creía que sus pulmones ya no darían para correr más, estaba cansado y no esperaba una reacción tan violenta por parte de las otras dos; llevando a Burn del cuello de la camisa -como si de un muñeco de trapo se tratara- había logrado salir hasta el jardín trasero, el cuál daba hacia un parque que sólo tenía terreno verde y árboles, bastante espacioso.
-Ellas están locas, ¡Locas te digo!- dijo Haruya, intentando recobrar el aire.
-No sé qué pasa, pero no me gusta.
Tan solo al decir esto, puedo ver como acompañados de un gran ventarrón aparecieron frente a ellos Aphrodi y Gazelle, bajando usando las alas de la primera.
-Pónganse en guardia humanos- Aphrodi lucía una sonrisa prepotente- es hora de demostrar quién es más fuerte.
Tanto Chae como Haruya no entendían a lo que la coreana se refería, pero no eran los únicos confundidos, ya que otros dos ex jugadores de Fire Dragon que habían decidido ir más temprano a ver a las ahora dos lindas chicas que estaban en la casa del ex capitán también habían oído la extraña afirmación.
Jo Jun-Soo y Hwan-Myang se miraron entre sí, intrigados.
Ambos, que se encontraban a punto de entrar al patio trasero de la casa de su capitán, aceleraron el paso y vieron un extraño escenario.
- ¿Qué ocurre?- Jo Jung-soo se aventuró a preguntar, al darse cuenta que la ropa de los muchachos estaba arrugada y tenían un par de heridas en el rostro, mientras que las muchachas sólo usaban un ligero vestido blanco.
- ¿Chicos, qué hacen aquí?- Cho Chan Su no podía creer la mala suerte que tenía ese día, no quería que sus amigos fueran víctima de la ira de ese par.
-Han llegado más- dijo entonces Gazelle, dirigiéndose a Terumi.
-No importa- hizo un gesto con la mano- podemos con ellos y más.
- ¿Qué?-Hwan levantó una ceja, en señal de duda.
-Silencio, tomen sus posiciones.
Y seguido de esa declaración la rubia colocó el balón de fútbol que había traído consigo en medio del campo vacío; una luz vino desde el horizonte, confundiéndose con los rayos del sol; sólo cuando el resplandor superó la luz matutina fue que se dieron cuenta que una figura comenzaba a aparecer frente a ellos.
- ¡¿Y ahora quién eres tú?!-Nagumo perdía la paciencia.
El encapuchado no respondió, la capa que traía no dejaba ver su rostro, pero pudieron haber jurado escuchar una risita antes de ver como el desconocido ponía las manos en el suelo y las plantas del jardín se movían envolviéndose, llevándose consigo el concreto del muro que separaba el jardín del parque, formando un par de arcos de fútbol.
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En uno de los hospitales más grandes de aquella ciudad en Corea, la madre del que hubiera sido ex capitán de la selección nacional sintió un escalofrío en la espalda, pensando nada erróneamente que su hijo tendría mucho que limpiar cuando ella volviera.
Que ni se le ocurriera tocar las bellas flores de su jardín.
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El camino hasta la famosa cueva le pareció interminable, nunca había reparado en la grande que era la Isla Lioccot hasta ese momento, bueno, tampoco es que se moviera mucho fuera de su residencia, ni siquiera conocía toda la zona estadounidense… ¿Cuánto ya había pasado? ¿Cuántos kilómetros ya habían recorrido en ese pequeño autobús? Podría jurar que más que los que había recorrido en toda su estancia allí y los constantes “¿Aún no llegamos?” de Fidio no ayudaban en nada, oh ese sin duda alguna no era un buen día para ser él.
-Mark- se le acercó entonces Teres, que al igual que los muchachos ingleses tenía rastros de no haber pegado un ojo en toda la noche- ¿Sabes con exactitud hacia dónde vamos?
La pregunta le pareció algo extraña, dado que ninguno de ellos había visto ese famoso lugar antes, no fue sino hasta que se dio cuenta de que estaban siguiendo el camino hacia donde se alojaban los americanos fue que cayó en cuenta, llevó una de sus manos a su mentón y cerró los ojos tratando de recordar.
- ¡Alto!- el autobús bullicioso hasta ese momento se quedó en completo silencio, todos voltearon a ver al capitán de Unicorn, curiosos por el repentino arrebato-Michael, Sean, Billy, Steve, Azuka ¿acaso no recuerdan que nosotros ya hemos visto ese lugar?
Los demás se miraron entre sí, como buscando algún índice de respuesta en los rostros ajenos.
-No entendemos, Mark.
-No solo nosotros, ¡Ustedes también, Fidio!
Esta vez todos los ojos enfocaron al castaño italiano, que movía los brazos de manera frenética.
-No entiendo de qué hablas, Mark.
- ¿Es que acaso no lo recuerdas?- el americano frunció su ceño- fue cuando apenas habíamos llegado a la isla, tuvimos un partido…
Y como si de una epifanía se tratase, todos los implicados abrieron los ojos de par en par, entendiendo de lo que hablaba el muchacho:
Poco después de iniciado el torneo, cuando aún los equipos llegaban a la isla tanto jugadores de Orpheus y The Unicorn habían decidido realizar un partido amistoso, aún eran pocos los equipos que ya estaban instalados y para suerte suya, ellos se habían conocido y llevado bien al instante, además que tanto Fidio como Mark y Dylan eran famosos a nivel mundial.
Las canchas de ambas residencias no estaban listas aún, por lo tanto habían decidido que buscarían algún lugar abierto en el cual practicar, su búsqueda terminó justo frente a una gran saliente de rocas, cerca de la playa y el bosque, un paisaje calmo y amplio.
Habían pasado horas persiguiendo el balón, y ya entrada la noche todos habían subido a esa estructura ígnea que se erguía frente a ellos, completamente exhaustos.
Mark ahora mismo podría haber jurado que había sentido a la roca misma latir junto a su corazón, y voces surgir de lo profundo para susurrarle al oído, en su momento atribuyó esas cosas a claras señales de cansancio, pero ahora y en retrospectiva, todo aquello tomaba otro matiz.
-Era ese lugar, estoy seguro.
Fidio aún no salía de su asombro, ¡pero si era un lugar común y corriente!
- ¿Estás seguro?-Preguntó entonces Gouenji, rompiendo el mutismo que ahora mantenían todos los jugadores.
Kruger asintió- Y conozco un atajo, ahorraríamos un par de horas.
-Entonces muéstranos el camino, Mark- dijo finalmente Endou, dispuesto a seguir la senda que les mostraría su homólogo.
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-E-está seguro de esto…-Hwan-Myang miraba nervioso a su capitán que ahora estaba delante de él y junto a Haruya, Jo Jung Soo defendía la improvisada portería en aquel lugar que pretendía ser un campo de fútbol- ¿capitán?
Cho Chan Su miraba nervioso de un lado para el otro, suponía que… lo que fuera que había llegado tomaría el lugar de un árbitro, pero su equipo apenas tenía cuatro miembros, y además no quería jugar contra sus amigos, le dejaba un mal sabor de boca.
-No te preocupes, Hwan-giro su rostro para darle una sonrisa conciliadora a sus otros dos compañeros- todo saldrá bien.
El de pelo verde quería creer en las palabras del muchacho, pero algo en la mirada de sus ex compañeros le decía todo lo contrario.
Mientras que los tres coreanos parecían ya haberse dado cuenta de cuál era su situación y más o menos entender que sus compañeras no estaban completamente lúcidas, Nagumo parecía seguir creyendo que todo aquello era un extraña broma de muy mal gusto.
-Para esto de una maldita vez, Gazelle- comentó llevándose las manos a la cintura y sonriendo- o acaso quieres que te derrote como cuando éramos niños.
La alvina, que estando en una situación normal habría respondido con un mar de insultos para el goleador de fuego, esta vez se limitó a ignorarlo sacando de quién sabe dónde una pequeña banda de tela que luego reconocerían como la banda de capitán que solía llevar Chae.
La tomó con cuidado entre sus finos dedo y se la colocó en el brazo a Terumi, quedaba un poco grande pero logró finalmente acomodarla.
-Empecemos.
Y antes de que alguien más pudiera decir algo, o siquiera pensar que un juego cuatro contra dos que no tienen arquero es una victoria fácil, el sonido de un silbato se dejó oír, anunciando el inicio del partido.
Aphrodi dio inicio al juego adelantándose y golpeando el balón un poco, haciendo que este fuera hacia la derecha donde Gazelle lo recibió y comenzó a avanzar seguido de cerca por la centrocampista, si bien en un momento los cuatro muchachos pensaban que el partido sería fácil, tuvieron que replantearse la idea cuando Gazelle, usando una técnica que ninguno le conocía, disparo desde el medio campo hasta la portería, logrando anotar.
- ¡Eternal Blizzard!
La técnica que usa Fuusuke es una que tiene en el Go x'D es que para poner diversidad~ porque sólo le conozco el northen impact y tal.
mañana subiré el resto.