Aquellos cuentos de superhéroes....

Nov 12, 2010 17:52



Watchmen es una historia de superhéroes, más no de héroes, y eso precisamente es lo que la hace grandiosa.

¿Quién vigila a los vigilantes?


Es considerada la mejor novela gráfica de la historia y con justicia, Alan Moore es un genio narrativo y con el guión de esta historia lo demuestra una y otra vez, una historia plagada de simbolismos, de críticas mordaces, ácidas y duras, pero verídicas y certeras como puños, la historia se situa en una ucronía en los años 80 en EEUU, en lo que podríamos denominar el punto álgido de la guerra fría, los Estados Unidos al borde una guerra nuclear con la Unión soviética.

Los superhéroes existen, sí, pero ni las frasecitas hechas ni los reiterados clichés tienen cabida en esta obra.  Watchmen es una historia sobre superhéroes, es cierto, pero se basa en ellos para retratar, analizar, criticar la sociedad contemporánea, utiliza sin rubor la parodia a los sistemas socia-políticos de la época y los ridiculiza sin pensarlo dos veces, mostrando sus falencias, sus puntos débiles, el fango en el que se circunscriben.

Esta obra se basa en algo sencillo y a la vez tan complejo y magistral que la hace una joya, clásica e imperecedera: La deconstrucción, la desmitificación de los superhéroes, y con ellos del sueño americano, de “nuestra perfecta sociedad occidental”

Los personajes son brillantes, sublimes y todo los sinónimos que puedan seguir a eso, porque no hay palabras exactas para describirlos. Están dotados de una multidimensionalidad que te cala en la piel y te deja temblando, son asquerosamente imperfectos, descarnadamente humanos.

No son personajes con los que el público quiera sentirse identificado, muchas veces son despreciables, repulsivos pero están tan bien construidos, son tan coherentes con la historia, con el mundo, con la tarama y con la propia naturaleza humana, que no puedes evitar caer rendida y amar al menos a alguno de ellos.

Y porque vale la pena y necesito hacerlo, voy a hacer una ficha de cada uno:

The comedian/El comediante: Es quizás el personaje más complejo de toda la obra, y también el menos parecido a un héroe que se pueda encontrar. Con su asesinato empieza la historia, y realmente no tenemos un retrato completo de él hasta que esta termina. Es un cínico y un completo amoral, un nihilista y un depravado a partes iguales. Es a su vez el único que es capaz de ver lo que hay detrás de las mentiras y montajes organizados por el poder y la sociedad, pero a él simplemente no le importa (es un chiste, dice), es un mercenario, vive por sí mismo, a veces un poco por su bandera. Es, probablemente, el personaje más odioso y despreciable y sin embargo también el más humano, porque representa todos los excesos del hombre, el deseo desenfrenado, el egoísmo, todas las pasiones en su punto máximo. Es uno de ese tipo de personajes que deberías detestar, pero no, no se puede.

Rorscharch: Tal vez el mejor personaje de la trama, de todos es que él que más representa lo que caracteriza a un “Superhéroe” el único enmascarado que queda, la doble vida, la vestimenta, el símbolo, y sin embargo causa repulsión.

Es un hombre resentido, paranoico, ultraderechista y que blande un completo absolutismo moral, para él todo es blanco y negro no hay términos medios, el crimen es siempre malo, los criminales deben ser castigados (y el es un sádico al ocuparse de ello), la verdad debe saberse siempre, no hay atenuantes, no importa el contexto.

Es fiel a sus principios, y la lealtad que muestra ante lo que él cree que es correcto, la lucha que sostiene hasta el final por lo que cree está bien, es el tipo de hombre que muere por defender sus ideales, correctos o incorrectos no importa, él es leal y punto.  Frente a todo pronóstico Lo encuentras fascinante y te enamora, no hay de otra.

Ozimandias/Adrian: Es guapo, el hombre más inteligente del mundo, un empresario exitoso,  intelectual respetado tanto por derechistas como por izquierdistas, en pocas palabras: Perfecto ¿Y qué se esconde detrás de esa perfección? Aparentemente, más perfección, tanta que es casi repugnante, y uno no sabe como juzgarle. Es un tanto megalómano y está obsesionado con Alejandro Magno Y Ramsés II. Pero este playboy es mucho, mucho más, lastimosamente seguir hablando de él, develaría cosas importantes de la trama.

Dr Manhattan: Es el único con superpoderes en el estricto sentido de la palabra (los otros se limitan a dar hostias, de infarto es cierto, pero hostias al fin y al cabo), no obstante, a menudo encuentra mucho más interesante el estudio de un átomo, de la física cuántica que la raza humana, las guerras o incluso aquellos que solía amar, a lo largo de la historia sufre un proceso de despersonalización. Sus poderes son en apariencia ilimitados y eso lo aleja cada vez más de su antigua condición humana.

El verdadero hallazgo de este personaje no reside tanto en el personaje en sí mismo, sino en la seriedad y plausibilidad con las que Moore plantea las consecuencias de la existencia en la sociedad actual de un humano con superpoderes. Basta con leer la reacción del periodismo ante la existencia del Dr Manhattan: El superhombre existe y es americano, ante todo la politización del asunto.

Night owl/Búho nocturno: Es el reflejo turbio y muy deslucido del superhéroe, los años pesan y se convierte en un cuarentón con sobrepeso, solitario y depresivo. Le falta moral, le faltan pantalones si se quiere, mucho salvar niños y personas de edificios en llamas, pero a la hora de la verdad prefiere acomodarse, a veces dejarse guiar por otros, prefiere lo fácil a luchar por lo que quiere, es el antiguo compañero de Rorscharch y a menudo su carácter es opacado por el de este.

Silk Spectre I y II: Madre e hija, a mi parecer la primera supera con creces a la segunda. Una parodia a la visión típica de las superheroínas. Trajes ceñidos y diminutos, bellezas idílicas, que al final sólo son eso, fachada, porque señores y señoras en Watchmen nada es lo que parece.

Y el final, el final (toda la obra la verdad) es crudo, jodido y GLORIOSO, porque te hace replantearte muchas cosas, te invita a pensar, a revisar, a volver a revisar, te hace enfrentarte con tus propios principios morales, porque en Watchmen no puedes hacer una división, no puedes elegir malos y buenos, aquí eso no sirve (como en el mundo), porque los “nobles” a veces parecen amorales y los “despreciables” sacan de vez en cuando más integridad que el resto juntos.

Los vigilantes son una representación, a mi parecer, de la condición humana, desnuda, total y realista (llevada a extremos, es cierto, pero no por ello menos verdadera)

Todos siente un vacío, todos son producto de su sociedad imperfecta, de la locura, de los conflictos, de la incertidumbre de este mundo que gira demasiado rápido en ocasiones.

La película es buena, pero la obra en sí es Magistral, si pueden leérsela (son apenas doce capítulos) no desmerita un segundo.

Es cierto, ambas, película y novela gráfica, son enrevesadas, pero valen la pena.

Eso sí la película abusa un poco del carácter explícito (ya saben huesos rotos con enfoque en zoom y escenas de sexo con hallellujah’s de fondo (?)), así que chicas, ante todo con discreción y sin los hermanitos menores cerca xD

cine

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