Humillación
G | Momoshiro & Oishi | Amistad, drama ligero
380 palabras
Tema 21. Violencia. Escrito para
30vicios Tabla Es con esfuerzos que termina el set, que lleva su cuerpo a rechazar cada pelota con furia a su oponente, aunque su mente diga otra cosa, aunque con la desventaja que lleva pueda muy fácilmente darse por vencido, aún si sigue cayendo al suelo. Desea golpear algo o a alguien, mas, tras dejar que sus pasos le arrastren al término de la cancha, permite que un par de sus compañeros se acerquen a ayudar y llevarlo a la banca más próxima, pero no voltea a mirarlos por miedo a romper en enojo.
Desea llorar de rabia pues sus movimientos, sus tiros, su fuerza, su talento, son insuficientes, mas no lo hace, se mantiene en el límite, del dolor, la cordura y la exasperación, frustrado, cansado, sintiéndose inútil.
Su descompasada respiración se rompe cuando alguien se sienta a su lado y le toma del mentón, empujando una botella de agua a sus labios. Momoshiro trata de negarse, moviendo bruscamente la cabeza, pero el agarre es muy fuerte para su posición y el agua pronto cae bruscamente dentro de su boca, sobre sus labios y barbilla, sobre su uniforme húmedo por el sudor. A él no le importa el desastre y bebe ávidamente. La botella es vaciada pronto, dejada a un lado; y otra es tomada y abierta en su lugar, mas antes de que Momoshiro pueda tomarla es llevada a su cabeza, y su contenido vertido sobre él, liberándole del calor.
-Aplástalos- a su derecha el joven pronuncia, y Takeshi vira para encontrar a Oishi-senpai con una mirada decidida aunque sincera y cariñosa. Le cuesta trabajo reconocer 'a la madre de Seigaku' aunque aquellos ojos y expresión le pertenezcan, palidece ante sus palabras. El dolor de cabeza desaparece. -Olvídate de Seigaku. Nadie debe humillarte de esta manera.- El vicecapitán vira, se agacha y de una maleta toma una toalla blanca que tras desdoblada va a parar a la cabeza del más joven, secando la humedad de ésta con completa naturalidad, como si nunca hubiera hablado en primer lugar. -Ánimo, Momo.-
Y con esto, cuando pisa la cancha nuevamente, Takeshi lo hace empuñando la raqueta con fuerza, con la que señala al otro por breves segundos antes de virar y tomar una nueva pelota de tenis. Por primera vez aquella mañana, sonríe.