[Track 14] Underground 1/2

Dec 31, 2014 14:50

Bueno, pues aqui está el último capítulo del año de Underground! Esperamos que os guste y que os divirtáis con él. Recordaros que el concurso de edits y fan arts sigue abierto!! Y que esperamos que participe toda esa gente que sabemos que sigue el fic y ya nos ha regalado algún que otro fan art/edit. Son todos preciosos!! Os queremos desear ontokkishi y yo un FELIZ AÑO NUEVO y que todos vuestros deseos se os cumplan.

Agradecer el apoyo y cariño que nos está dando jaystomp_virus en todo el fic, la verdad es que sin ella muchas veces nos estaríamos dándo de cabezazos contra la pared. Podríamos decir que ella es la "madrina" del fic. xD  Y un beso a todos los que nos apoyan y quieren, a nuestras betas, amigas y sobre todo a nuestros lectores!!

Sin más dilación, el nuevo cap!

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Se dio toda la prisa que pudo en llegar al teatro, estaba nervioso, pero no quería parecerlo. Le gustaba estar con Jongdae, le gustaba verle sonreír orgulloso de él, le gustaba el tono de su voz cuando hablaba y también, por supuesto, cuando cantaba. Había permanecido trabajando ahí principalmente por esa razón, porque deseaba estar más cerca de aquel artista y también poder llegar a ser como él. Estaba ansioso por verle, y según se iba aproximando al lugar su sonrisa se ampliaba en los labios.

Jongdae no solía quedar con él, por eso esa vez era diferente. Si él decía que quería verle tenía que ser por algo verdaderamente importante, algo que valdría la pena. Se paró frente a la puerta de entrada de personal en la parte trasera del gran edificio del teatro y cerró los ojos tomando aire;  hinchando con amplitud sus pulmones. Se dijo que debía tranquilizarse y se tomó su tiempo para entrar.

Sacó la llave de uno de los bolsillos y la acercó a la puerta para abrir. En cuanto el sonido del desbloqueo de la cerradura se olló el corazón de Kyungsoo decidió apretarse con fuerza en su pecho causándole más angustia. Se llevó la mano hasta aquel lugar y se dijo de nuevo que todo iría bien. La voz de Jongdae no había sonado como si quisiera darle malas noticias, así que no había nada que temer.

Abrió la puerta, pestañeó y dio un paso entrando en el lugar dispuesto a escuchar aquello, que según él, le alegraría el día. La melodía rebotaba por todos los espacios del edificio, la última media hora de ensayo antes de la actuación era la definitiva. Retoques de sonido y luces, como no, también  maquillaje y peluquería para los artistas, Kyungsoo caminó entre bastidores buscando el camarote de Jongdae, sabía perfectamente cual era, había limpiado demasiadas veces aquella habitación.  Cuando observó que el cantante lo estaba esperando apoyado en la puerta muy sonriente las pulsaciones se aceleraron todavía más y el pequeño cantante de Riot sintió que se iba a desmayar.

Jongdae le indició que entrase en el camerino con él y cuando ambos estuvieron dentro cerró la puerta. Respiró hondo y le indició a Kyungsoo que se sentara.  Caminó un poco por el corto pasillo de la habitación y se frenó frente a él, observándole fijamente.

-Me alegra que hayas podido venir, se que ahora estás más ocupado en Underground.

Kyungsoo observó con atención el movimiento de los labios de Jongdae en su rostro casi sin escucharle. Continuaba nervioso, demasiado nervioso como para responderle hablando, así que simplemente asintió con la cabeza esperando a que siguiese.

Jongdae se sentó a su lado, ocupando la silla que debería de ser del personal del staff y sonrió mirándole fijamente a los ojos. Kyungsoo estaba nervioso pero tener a Jongdae tan cerca no ayudaba a que se calmase sino que hacía que sus nervios se subiesen a una montaña rusa.  Las manos de Jongdae eran tan suaves, estaba seguro que nunca tuvo que hacer ningún duro trabajo que pudiesen lastimarlas o incluso haber sufrido el desgaste del frío en su piel. Pero eso a Kyungsoo le agradaba, le gustaba saber que Jongdae era un chico que se cuidaba y que al contrario que él había vivido una vida sencilla sin tener que auto castigarse con trabajos esclavos. Porque Jongdae se lo merecía todo.

Rápidamente saltó de sus pensamientos a la realidad del camerino cuando el cantante comenzó a decir lo que nunca pensó que diría.

-He estado hablando con un amigo sobre algunas dudas que tenía en mi cabeza, y bueno -carraspeó algo nervioso, pero sin perder esa sonrisa traviesa-. Creo que ha llegado la hora de que sea sincero contigo, Kyungsoo  -de nuevo la mirada de Jongdae sobre los enormes ojos de Kyungsoo-. Me gustas, me gustas demasiado como para dejarlo pasar. Me gustaría poder estar contigo, en fin, digo que me gustaría poder salir contigo -tragó saliva algo nervioso-. Sé que no formo parte de vuestro mundo, pero siempre he estado ahí, apoyándoos en todo lo que Riot hacía. Así que, por favor, dame una oportunidad y déjame estar a tu lado.

Kyungsoo no podía creerse lo que estaba escuchando. Parpadeó nervioso y abrió la boca para hablar pero no fue capaz de decir nada. Ahí estaba Jongdae, la persona que más admiraba, declarándosele. Estaba soñando, otra cosa no podía ser. Se pellizcó con disimulo e hizo un gesto de dolor. No, no estaba dormido, aquello tenía que ser real. Tomó aire y se centró mentalmente.

-Jongdae-comenzó a decir con un hilillo de voz-estás... ¿Estás hablando en serio? Quiero decir, ¿De verdad me estás pidiendo de salir?

Si Jongdae le decía que si, si de verdad aquello no era una broma, estaba dispuesto a dejar de lado su compostura y a lanzarse a sus brazos para retenerle a su lado por siempre. Aquel día no podría ir mejor.

A Jongdae se les escapó una risilla antes de asentir  sin decir palabra. Ambos parecían nerviosos. La situación estaba siendo realmente cómica y no hacían más que regalarse miradas y gestos tímidos. Pero el cantante cogió aire y lo confirmó, para que Kyungsoo pudiese dejar la compostura a un lado.

-Si, Kyungsoo, me encantaría que fueses mi pareja. Me gustas desde hace mucho tiempo y sería estupendo que me correspondieras.

- ¡Ah!-exclamó demasiado alto el cantante de Riot- ¡Eso...eso es estupendo Jongdae, claro, claro que me gustaría!

Kyungsoo le agarró entre sus brazos quizás con demasiada fuerza sin dejar de sonreír.

-No te puedes imaginar lo feliz que me hace esto, tú siempre me has gustado.

Kyungsoo no podía dejar de hablar sin controlar el volumen de su voz, aquella noticia, aquella petición...No se la había esperando pero era lo mejor que le podía haber pasado nunca. Estaba feliz.

Jongdae intentó soltarse del fuerte abrazo de Kyungsoo y lanzó una carcajada, cuando consiguió liberarse sujetó a su amante por el mentón y le besó suavemente. Era el primer beso de los dos y quería que fuese lento para poder disfrutar todos los detalles. Dejó que Kyungsoo le agarrara de la cintura y él atravesó las barreras lamiéndole los labios pidiendo permiso para poder pasar.

Y Kyungsoo le dejaba. Disfrutando del sabor de un extraño dentro de él, de aquel cuerpo que tanto había deseado, de aquella lengua que tanto adoraba cuando producía sonido. Y cerró los ojos y disfrutó de aquel momento, olvidando todo lo que había vivido hasta él y que después de aquel contacto continuaría viviendo. Fingiendo que no había muebles en ese camerino, que solo existía el cuerpo de Jongdae contra el suyo, el calor de su existencia, el sabor agridulce de su lengua, el aliento cálido de su respiración cuando se apartaba a tomar aire. Y supo entonces que nunca había sido tan feliz, que ya nada iría mal y que aquel momento era eterno.

Ninguno de los dos quería separarse, no querían romper ese momento, ese primer beso que en realidad lo comenzaba todo. Pero la falta de aire habló por ellos, y  ambos se separaron escasos centímetros para poder recuperarse. Se miraron a los ojos y sonrieron, porque aunque estuviesen deseando aquello ninguno de los dos sabía realmente qué decir o hacer.

Entonces unos golpecitos en la puerta del camerino les sacaron de esa fantasía. El encargado de aquella zona avisaba a Jongdae de que pronto comenzaría la función y entonces  la magia se rompió en segundos. El cantante acarició a Kyungsoo y le regaló una de esas sonrisas que hacía que el mayor se volviese gelatina.

-Quédate a la actuación, después tengo más sorpresas para ti -le susurró dirigiéndose a la puerta-. Puedes verla desde el palco, les diré que te dejen un asiento libre. ¿Me esperarás?

Kyungsoo bajó la mirada evitando con vergüenza los ojos llenos de seguridad de Jongdae y asintió.

-Sí-respondió en un susurro-. Ahí estaré.

Jongdae salió del camerino dedicándole una mirada traviesa que hizo que Kyungsoo se volviese a poner como un tomate. El cantante de Riot tomó aire con amplitud y lo dejó salir con fuerza; la sonrisa boba en sus labios no parecía quererse marchar. Tomó su teléfono móvil y rió como un crio al pensar en la noticia que tendría que comunicar a sus amigos. Salió corriendo del camerino de Jongdae y abrió la puerta de personal sin pararse a pensar en si le podría dar a alguien con ella.

Se paró en el callejón que estaba al lado del parking y buscó el número de Chanyeol entre los contactos, sin duda él sería el primero a quien le contaría lo que le acaba de pasar. Encontró el número  y lo pulsó emocionado llevando el aparato a su oreja. Escuchó la señal y el descuelgue pero antes de que pudiese hablar algo le golpeó en la nuca y cayó al suelo.

El asfalto estaba frío y mojado, olía a basura y todo daba vueltas. Intentó levantarse pero no pudo, sentía que algo iba mal, las fuerzas le fallaban. Pensó en gritar pero alguien le tapó la boca, olía extraño y de pronto todo se volvió negro.

++++++

No sabía por qué estaba ahí de nuevo. Había decidido seguir adelante y vivir su vida de la manera que había escogido antes de conocerle, antes de sumergirse en la presencia de  Zhang Yixing. Pero estaba en ese lugar, esperando a entrar en la cola del local. Observaba a un grupo de jóvenes que parloteaban sobre las expectaciones de la  actuación de aquella noche, y de que estaban deseando poder compartir algún momento con ellos, una mirada, una palmada o si tenían mucha suerte quizá pudiesen tomarse una copa con ellos cuando terminase la actuación.

Baekhyun sonrió para sí pensando en la inocencia del fanatismo de aquellas muchachas, seguramente Chanyeol, Kyungsoo o incluso Tao podrían regalarles aquello con lo que soñaban, pero Yixing no era así. Yixing no regalaba cariño, sino que absorbía de uno lo que necesitaba y luego se iba sin importarle el estado en el que se encontrase.  Baekhyun lo sabía, le había pasado a él, pero a pesar de estar dolido, necesitaba estar de nuevo con él. No podía haberse quitado de la cabeza la imagen del guitarrista saliendo del hotel. La mirada no era la misma que siempre tenía, parecía cansado, asustado, además de que era evidente que había estado con Kris y Luhan y no podía evitar sentir un calor interno que el mismo definía como rabia.

Las puertas se abrieron y salió Chanyeol que estaba intentando poner un poco de orden fuera, alzó los brazos y la cazadora de cuero se tensó sobre sus hombros. Baekhyun le intentó saludar pero la muchedumbre se juntó cubriéndole de la vista del batería. Por la información que pudo recibir de los cuchicheos de los fans cercanos, al parecer aquella noche no habría actuación. Su primera reacción fue pensar que a Yixing le había pasado algo. Se coló hábilmente entre unos cuantos presentes y consiguió entrar en el local.

Dentro la gente bebía y disfrutaba de la música que sonaba a través de los altavoces. El ambiente estaba calmado, cosa que tranquilizó a Baekhyun, caminó hasta la barra y buscó a Kyungsoo, sin éxito. Escuchó como Chanyeol maldecía desde su despacho y sin preocuparse por la intimidad de sus nuevos amigos caminó hasta allí. Se encontró a Chanyeol sentado sobre el escritorio, demasiado pálido, Tao sentado en la silla de despacho e Yixing acostado en el pequeño y viejo sofá de cuero. No había ni rastro de Kyungsoo.  Dio dos golpecitos a la puerta antes de atreverse a entrar, a pesar de que esta estaba abierta, los tres jóvenes  se giraron automáticamente hacia él y Chanyeol soltó una maldición.

-Vaya, menudo recibimiento -intentó bromear Baekhyun.

-Perdónale -se apresuró a decir Tao bajando los pies de la mesa y levantándose de la silla-. Estamos algo preocupados, algo le ha pasado a Kyungsoo y no conseguimos localizarle.

Yixing elevó la vista dando un salto en el sofá mientras colocaba los pies más cerca de él.

-Aquí todo se viene abajo en cuanto las cosas no salen como al chico grande le gustan-río el guitarrista-. Y bien cachorro ¿qué quieres?-añadió lamiéndose los labios divertido sin apartar la vista de él pero sin moverse de su asiento.

Baekhyun bajó la vista, ahora que sabía que Kyungsoo estaba ilocalizable no le parecía tan importante el hecho de que Yixing y él tuviesen que hablar.  Miró hacia los chicos, estudió el rostro preocupado de Chanyeol que paseaba de un lado a otro sin ni siquiera haberse acercado a él, Tao estaba ahora sentado al lado de Yixing y encendió su segundo cigarrillo, pero el fotógrafo estaba seguro de que no sería el último de esa noche. Yixing le miraba, fijo, intensamente, como si deseara que lo sacara de allí, que lo llevase a algún lado para olvidarse de lo que realmente importaba. Entonces se armó de valor y habló.

-Tengo que hablar contigo -sonó bajo, tampoco quería parecer rudo.

-Ok-respondió el guitarrista levantándose y caminando hasta él-. Luego hablamos de este tema-añadió acercándose a la puerta-. Chanyeol no hagas de esto un drama, vives en demasiada tensión tío, deberías de relajarte un poco, hablamos de Kyungsoo, fijo que no ha pasado nada malo.

Chanyeol clavó la vista en Yixing  y dejó el teléfono  a un lado.

-No puedo estar tranquilo, precisamente por lo mismo que tú dices. Es Kyungsoo.

Tao se acercó a Chanyeol, le frotó los hombros para relajarlo, y le tendió un bote de cerveza que tenía en la mano. El batería lo cogió y casi lo vació de un trago. El bajista sonrió y miró con ternura a Yixing y luego  clavó esa mirada fría que siempre le regalaba a Baekhyun en él.

-Ve y haz lo que tengas que hacer con el cachorro. Yo me ocupo de Chanyeol.

Yixing sonrió con amplitud mirando a Tao y pasó la mano por el hombro de Baekhyun llevándoselo con él.

-Cuenta con ello.

El guitarrista se llevó a Baekhyun por la puerta de atrás apartándolo de la gente y se separó de él apoyándose contra la pared del edificio contiguo mientras sacaba un cigarrillo para encenderlo.

-Dime, cachorro, ¿qué quieres?-le preguntó sin mirarle.

Baekhyun bajó la mirada algo nervioso, antes estaba decidido a hablar pero ahora después de saber lo que sucedía no estaba muy seguro de poder ser completamente sincero. Respiró hondo y miró hacia Yixing, allí estaba frente a él, observándole  como si pudiese saberlo todo sin que él siquiera moviese los labios. Necesitaba  sentirle de nuevo, necesitaba saber lo que realmente pensaba ese arrogante músico de él.  Pero también tenía miedo, miedo a que no fuese lo que llevaba pensando todos esos días. Se lamió los labios y metió las manos en los bolsillos de su cazadora intentando así sentirse un poco más cálido y protegido.

-Estuve pensando en todo esto, en cómo me siento y en que me gustaría saber cómo te sientes,  necesito saber qué piensas. Es innegable que siento algo por ti, Yixing -se paró unos segundos pero continuó rápidamente antes de que el guitarrista interviniera-. Pero me gustaría saber claramente qué es esto, qué es lo que piensas o sientes. Me gustaría saber si es lo mismo que siento yo.

Yixing dio una calada larga al cigarrillo, la punta brilló con intensidad mientras Baekhyun sentía que le perforaba con la mirada. El silencio les inundó demasiado tiempo en aquel momento, el ruido apagado de la circulación de los coches en las afueras, con sus motores y su claxon acentuó el nerviosismo en su mirada y el joven chico de pueblo apartó la vista sintiendo que quizás no había sido buena idea ir y decir aquello.

Yixing dejó escapar el humo a través de sus labios y lanzó el cigarro al suelo justo a un charco que se había formado cerca de los cubos de basura. Caminó hasta Baekhyun con paso seguro y sin apartar los ojos de él, sin mover la boca. Baekhyun se sintió pequeño e indefenso pero no estaba dispuesto a echarse a atrás habiendo llegado tan lejos como ya lo había hecho. Sintió el frío de la pared a su espalda el peso del cuerpo de Yixing contra el suyo propio. Su corazón se aceleró y supo que el guitarrista lo sabía cuando le vio sonreír.

-He de decir-comenzó a hablar Yixing-, que has tenido cojones viniendo aquí y diciendo esto. No soy gilipollas, sé que te gusto, es obvio, a casi todos les gusto-Yixing elevó la mano y agarró el mentón del fotógrafo-eso es lo que busco, sé que hacer para agradarte, para camelarte, para hipnotizarte, para hacer que me desees.

El guitarrista acercó todavía más su cuerpo contra el de Baekhyun, el fotógrafo tragó saliva nervioso al percibir el calor del aliento de Yixing sobre su cuello. Le escuchó reír pero se mantuvo firme.

-Pero aún así, sabiendo que esto no era lo que necesitabas, que no soy lo que debes escoger, que no puedo cambiar, sigues viniendo e insistes en que hay algo más en mí, que hay algo… ¿bueno?

Baekhyun elevó la vista y asintió con seguridad, por un segundo le pareció ver algo que parecía ternura corriendo fugazmente por los ojos de Yixing.

- ¿Te gusta sufrir, cachorro?-le susurró el guitarrista seductoramente bajando una de sus manos hasta la cintura de su pantalón.

Baekhyun estaba asustado, demasiado como para poder reaccionar de una manera totalmente inesperada. Pero no quería que aquella vez terminase como las anteriores. Le gustaba como Yixing le tocaba, adoraba el sabor de sus labios, el calor de su cuerpo y el clímax del momento. Pero odiaba el frío del final, el no tenerle a su lado en los momentos cotidianos que cualquier pareja pudiese vivir, no le gustaba estar pensando en él y saber que ese arrogante guitarrista con millones de historias ocultas  vivía sin siquiera dedicarle un par de segundos en su mente. Sintió como las manos de Yixing se apretaban sobre su entrepierna y como el cuerpo de este le presionaba contra la pared fría del callejón, se le erizó el pelo de la nuca cuando el aliento cálido de Yixing se posó sobre su piel. Tragó saliva y respiró hondo, dejando escapar la respuesta a esa pregunta que le había creado un revuelto en el bajo vientre; odiaba excitarse de aquella manera por situaciones tan sucias. Él no era así.

-No, no me gusta sufrir -respiró hondo intentando calmarse y no centrarse en la mano que había comenzado a moverse sobre su zona-. A nadie le gusta sufrir.

Yixing rió con suavidad.

-Sabes tan poco de la vida, niño de pueblo-Yixing continuó moviendo su mano sobre el paquete de Baekhyun-. Vives bajo tu punto de vista, te crees que lo sabes todo, que lo has visto todo, que puedes hacer que las cosas sucedan cuando tú quieras. Pero no es así, cachorro-Yixing comenzó a lamerle lentamente el cuello desabrochando la hebilla del cinturón-. No todo es blanco y negro, no todo es bueno y malo y sí-Yixing apartó el contacto con el cuello de Baekhyun mirándole directamente a los ojos-Hay personas a las que le gusta sufrir.

Baekhyun se sintió derrotado, las palabras de Yixing le estaban condenando, pero sus caricias y besos lo obligaban a continuar ahí, sin que pudiese hacer nada, tan solo deseando que siguiera, que no parase. Que le diese esa lección de la vida que se había saltado. Estaba cansado de ser el niño de pueblo, que nadie lo tomase en serio, pero sobre todo quería conocer a Yixing y parecía que a través de las palabras no podría ser, tendría que sumergirse mucho más para saber cuál era el porqué de que ese arrogante guitarrista jugase con la inocencia de los demás. Alzó los brazos y apresó el cuello de su acompañante para atraerlo hacia él. Respiró hondo y gimió con la última caricia que le dedicó.

-Muéstrame, explícame todo lo que no entiendo -clavó la mirada en los ojos oscuros del guitarrista y sonrió-. Quiero dejar de estar perdido. Explícame todo lo que no entiendo. Hazme ver, ábreme Yixing.

La carcajada de Yixing se elevó hasta el cielo, no sonaba arrogante, tampoco era algo gracioso. Baekhyun sabía que se estaba riendo por algo que no podía entender, nada que debía ofenderle. Buscó su mirada en lo profundo de sus ojos, no esa mirada perdida y descarada, sino aquella que tenía en el escenario, esa mirada que le había enamorado y que no dejaba de gritar, piérdete conmigo.

Baekhyun apoyó su frente contra la del guitarrista y acarició sus labios con su propio aliento. Yixing cerró los ojos y respiró por los labios del fotógrafo.

-No puedo-susurró-no dejes que nadie haga eso contigo Baekhyun, no dejes que alguien se convierta en tu dueño, que nadie te muestre nada, que nadie te diga lo que hacer. Observa el mundo con tus ojos, aprende y juzga por ti mismo, jamás dejes que nadie te domine.

Yixing besó con fuerza los labios de Baekhyun tanto que el chico de pueblo sintió que le hacía sangre y que el sabor de la saliva se mezclaba con aquel sabor metálico. Se separaron para tomar aire, buscándose en los ojos del contrario.

- ¿Quieres que te abra, cachorro? ¿Quieres perderte conmigo?-le susurró volviendo a sonreír-. El mundo de las maravillas no es para todos, si vienes será porque tú quieres, tú serás el único responsable de lo que te pase. ¿Lo entiendes?

El corazón de Baekhyun latió con fuerza, tanto que apenas podía escuchar lo que Yixing estaba intentando decirle. El dolor en los labios era agudo, escocía y palpitaba, se pasó la lengua por encima de la herida, el sabor metálico de la sangre. El sabor que seguramente marcaba demasiado en el día a día de muchos. Pero eso no era para él, Baekhyun quería que Yixing le mirase como lo había hecho la primera vez, que tocase música y fuese libre como lo era en el escenario y él pudiese estar a su lado. Clavó los dedos de ambas manos en los hombros del guitarrista y negó suavemente.

-No quiero perderme en un acto cualquiera, quiero vivir, quiero que ambos vivamos nuestra historia -respiró hondo-. Puede que me equivoque, pero Yixing, no quiero un ahora, quiero algo sincero.

Yixing se apartó mirándole directamente, tenía los ojos abiertos como si las palabras de Baekhyun le asustasen. Baekhyun respiró con tranquilidad, había dado en el clavo, Yixing no estaba tan seguro de sus propios actos, había algo más, algo más que un chico arrogante, maleducado y despreocupado. Aquella actitud autodestructiva venía de algo mucho más profundo, algo que le llamaba y le llenaba de curiosidad.

Yixing retrocedió y se mordió los labios provocando que aquella sonrisa arrogante volviese a ellos.

-No lo hagas Baekhyun, no intentes eso conmigo, solo conseguirás que me marche.

Baekhyun alzó la mano  y acarició la mejilla del guitarrista, dejó que Yixing se separase y diese un par de pasos torpes hacia atrás antes de mirarle a los ojos y sonreír.

- ¿Hacer qué? Tan solo estoy siendo sincero contigo, no quiero juegos y sensaciones increíbles que desaparezcan después de que uno se levante de la cama -esperó unos segundos y continuó hablando a pesar de que Yixing parecía que quería que no continuase-. Quiero conocerte, que me conozcas y que si esto funciona formemos una historia juntos.

- ¡No!-Yixing gritó alejándose de él-. No hagas eso, no digas esas cosas, no quiero oírlas, no vas a conseguir que cambie.

Baekhyun contempló sorprendido como Yixing apretaba con fuerza las manos en puños y caminaba alejándose de él retrocediendo.

-No vas a lograrlo, no te voy a dejar hacerlo. ¿Te crees que puedes llegar aquí y pretender ser mi dueño? ¿Piensas que con cuatro palabras y una noche o dos de sexo puedes pedirme algo? ¿Crees que puedo cambiar por ti? ¿Qué quiero hacerlo? No eres más que un crío mimado de pueblo que sigue pensando en los cuentos de hadas, no soy uno de tus caprichos, no voy a volver a serlo, de nadie más.

Baekhyun acercó la mano hasta él para acariciarle pero nada más tocarlo Yixing se apartó al notarlo y elevó la vista mirándole con rabia y los ojos a punto de llorar.

-No voy a dejarte.

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