[EXO/Sekailu] Delirium 3/3

Mar 26, 2014 22:38


Bund
La casa en la que Jongin vivía era vieja, demasiado grande para él, con dos pisos; en el de arriba había tres habitaciones y un baño, todo remodelado; en el de abajo, una cocina, un baño y un enorme salón comedor. A Jongin le gustaba el espacio, de pequeño había vivido con su madre en una casa muy pequeña y había sido muy incómodo para los dos, pero gracias a su trabajo podía permitirse una casa como aquella. El jardín no era tan grande como el interior, pero lo suficiente como para que bajo un cerezo hubiese un pequeño banco de piedra dónde muchas noches se sentaba a contemplar el cielo.

Le gustaba quedarse horas allí tumbado, en ocasiones encontraba alguna estrella brillante rodeada de millones de astros no tan luminosas y se acordaba de Luhan, siempre sonriente, siempre perfecto, adorado por todos y bueno con todos. Pero una noche una estrella fugaz se cruzó en su paisaje nocturno, esa estrella fugaz le recordó tanto a Sehun que desde aquel día comenzó a pensar en la posibilidad de unirlos a los dos. Ambos necesitaban a alguien, los dos visitaban Delirium por temor a mostrar al mundo su verdadero yo, pero estaba seguro que si conseguía que Luhan y Sehun estuviesen una noche en la misma habitación junto a él, aquella sería diferente a las demás.

Pasó semanas planeando la manera en la que convencer a Luhan. En cada sesión el chico chino le hablaba de los problemas que tenía en su vida, ese vacío que no era llenado por nadie. Intentó decírselo claramente pero le faltó valor, así que una noche cuando Luhan confesó que estaba agotado anímicamente, lo convenció para que el encuentro sucediese. Con Sehun fue fácil, le habló de posibilidades, de momentos increíbles y de poder olvidarse de las explicaciones o excusas, le habló de felicidad, y el joven chico aceptó cautivado. Cuando llegó el día y Sehun falló, Jongin supo lo que era el dolor por primera vez.

El moreno descubrió la enfermedad que tenía a muy temprana edad, cuando por curiosidad intentó alcanzar una rama en una hoguera, por suerte su madre actuó rápido y lo salvó de tener quemaduras graves. La noticia tomó a su madre por sorpresa, él era demasiado joven para entender lo que le sucedía, pero poco a poco y con el tiempo, supo que su insensibilidad congénita no debía de ser un problema.

Y no lo fue.

Cuando cumplió dieciséis años, Jongin encontró Delirium, conoció a Kim Joonmyun, el dueño del local,  y este le ayudó a ver su enfermedad como un regalo. En Delirium todos lo trataban como un Dios, un ser que no podía ser lastimado, que no sufría. Aunque en realidad no fuese así.

El jueves en el que Sehun no apareció, Luhan soltó toda su ira contra él, algo que comprendió en cierta manera. Zitao le ayudó con las curas y le dijo que hablaría con sus clientes, “una cosa es que no puedas sentir y otra es que poco a poco te manden a la tumba”, añadió muy cabreado. Jongin le pidió que no lo hiciera, que Luhan había sido consciente de su error y que le había pedido perdón. Incluso él mismo lo acercó al hospital esa noche.

A todos los empleados de Delirium se les tenía prohibido quedar con sus clientes fuera de la propiedad, si alguno de ellos lo hacía, la empresa no se haría responsable de lo que pudiese sucederle. Pero esa noche a Jongin le dio absolutamente igual esa regla.

Cuando salió del edificio y se encontró a Luhan escondido tras el contenedor de basura, supo que no tenía que tenerle miedo. El joven chino se acercó a él y lo abrazó con cuidado, le miró preocupado y lo invitó a cenar. Esa noche Luhan supo más de Jongin que muchas personas que lo conocían de siempre. Los dos solos, sentados en aquel banco del parque, hablaron de ellos, de sus vidas, pero sobre todo hablaron de Sehun.

-Por favor Luhan, escúchame cuando te digo que deberías de darle una oportunidad -insistió Jongin.

-¿Y por qué tendría que hacerlo? Estoy bien con lo que tengo.

-No, no lo estás, ¿acaso eres feliz? -preguntó, a pesar de que sabía que Luhan intentaría no responder a la pregunta.

-No, no lo soy. Pero dudo mucho que un crío pueda ayudarme a serlo -le respondió y se levantó del banco dispuesto a irse y dar por terminada la conversación.

-No es un crío, es Sehun -Jongin se apresuró a agarrarle la mano a Luhan para que no pudiera irse-. Os conozco a los dos, sois con las únicas personas que he compartido mis pensamientos, sois lo más importante en mi vida ahora. ¿Por qué no puedes ayudarme como dices que ayudas a todo el mundo? ¿Acaso el Luhan bueno y comprensivo sólo existe para los que no te conocen realmente?

El chino chasqueó la lengua molesto y suspiró, se soltó del agarre de Jongin y volvió a sentarse a su lado.

-Pero si tampoco quiere conocerme, no ha venido hoy.

-Confía en mí, conozco a Sehun, vendrá.

Desde la conversación con Luhan el jueves de la semana anterior y la visita de Sehun de la noche pasada Jongin no había dormido demasiado. A pesar de estar seguro de que iba a funcionar estaba nervioso, había comprobado toda la habitación como unas diez veces, y abrió la funda de su teléfono otras tantas para comprobar si los mensajes que había enviado a la sala de chat habían llegado correctamente.

Delirium’s room chat:

Machine: Ya estoy en Delirium, podéis venir cuando queráis.

鹿 y Ventus están escribiendo…

Ventus: Estoy de camino.

鹿: Tardaré un poco pero enseguida estoy con vosotros.

Jongin sonrió y apretó el móvil entre sus dedos. Después de una larga espera según su parecer, el sonido del timbre inundó la entrada. Corrió a abrir la puerta, y cuando la abrió se encontró con Sehun, que le sonreía dulce.

-Esta vez no me he echado atrás, aunque confieso que estoy luchando por no alejarme corriendo -bromeó el pequeño.

-Bienvenido -Jongin le sonrió dulce y le invitó a pasar-. Pronto llegará y comenzaremos.

Antes de que Sehun y Jongin pudiesen darse cuenta, el timbre volvió a sonar, cuando Jongin miró el reloj había pasado una hora, pero para las horas con aquellos dos chicos eran parecían segundos en su vida. Se disculpó ante Sehun y se apresuró a abrir la puerta. Luhan le saludó con una enorme sonrisa, se inclinó y le besó suavemente los labios, Jongin lo invitó a pasar y llamó a Sehun para que se acercara.

-Así que tú eres Ventus -preguntó Luhan analizando de arriba a abajo a Sehun, que se había quedado paralizado en  medio de la sala-. Eres alto y pareces fuerte. Uhm…

Jongin se acercó a Luhan y le agarró un hombro apretándolo despacio.

-No seas duro con él al principio 鹿, aunque le gusta que lo sean.

-¡Jongin! -Sehun se apresuró a responder, se acercó a ellos dos y los miró muy serio, con esa expresión fría en la cara-. Sí, yo soy Ventus, pero puedes llamarme Sehun. Un placer conocerte鹿.

Luhan sonrió y se alejó de Jongin para acercarse al más joven, lo observó unos minutos y luego le dedicó la más dulce y tierna sonrisa que este le había visto poner.

-El placer es mío.

Jongin invitó a los dos chicos a entrar a la sala que tenía preparada, no era la última habitación que había usado con ellos. Sino que esta era más simple, un pequeño armario, una estantería con los utensilios necesarios y una cama. Jongin podía ver la decepción en los ojos de Luhan y la curiosidad en los de Sehun.

-Creo que antes de nada deberíamos hablar -señaló el moreno hacia los dos muchachos que rápidamente lo miraron atentos-. Quiero que sepáis que esta noche no sólo es especial para vosotros porque os vais a conocer, sino que para mí es un sueño. Luhan sabes lo importante que eres para mí -se explicó antes de mirar hacia el chino y continuar-. Sehun, eres el niño consentido que me gusta proteger, ambos sois lo que me completa.

Las miradas de los dos chicos estaban fijas en Jongin, éste tragó saliva y continuó hablando hasta que los labios fríos y húmedos de Luhan lo obligaron a cesar en su discurso. Sehun se acercó y le apretó la mano suavemente, acto que le indicó que también estaba ahí para él.

-Esta noche no habrá Ventus, Machine o 鹿, esta noche sólo estaremos nosotros -sentenció Luhan después de separarse de los labios de Jongin y mirar de reojo a Sehun que le devolvió la sonrisa disimuladamente.

Luhan suspiró y miró directamente hacia los dos chicos, caminó un poco hacia la estantería, se quitó la cazadora y la colgó en una de las partes superiores del mueble. Jongin le imitó colocándose a su lado.

-Antes de nada ¿no deberías hablar con él? -insistió Jongin-. No os conocéis apenas, ¿crees que se sentirá cómodo con nosotros si no te conoce?

-Jongin… -Luhan se giró y le agarró por el mentón ejerciendo presión en sus mejillas-. A él le encantará.

Sehun les miró confuso desde el otro lado de la habitación, curioso en parte por lo que decían pero nervioso por no poder tener con ellos esa confianza. Luhan se giró y le miró sonriente, con ese rostro de niño angelical que le había sorprendido cuando se lo encontró tras cruzar esa puerta. Cuando el menor miró hacia Jongin, éste sujetaba entre sus manos una cuerda, el mayor indicó al moreno que se adelantase y le siguió. Sehun se sorprendió de que los dos se colocaran a su lado, uno a la izquierda y otro a la derecha.

-Vamos Sehun, ven con nosotros, es hora de disfrutar de la noche -añadió Luhan mientras lo sujetaba con cuidado por la muñeca; Sehun sintió un escalofrío cuando lo hizo.

Se tumbó en la cama y Jongin le acarició suavemente el pecho por encima de la camiseta que llevaba, con la intención de que supiese que pronto comenzarían con lo que habían venido a hacer a Delirium.

-Un… un momento -habló Sehun justo cuando Luhan empezaba a estirar la cuerda que Jongin le entregó-. Antes de nada quiero probarte, quiero sentirte. -Luhan sonrió.

-No.

Jongin suspiró y miró hacia Luhan.

-Creo que deberías de darle un privilegio, después será él el que te lo entregue todo.

Luhan miró hacia Jongin y a continuación viajó su mirada hacia Sehun que lo contemplaba en silencio con la mirada fría y fija. Un escalofrío pasó por su mente pero cuando sintió la mano de Jongin acercar la suya propia hasta la de Sehun, supo que tenía que hacerle caso.

-Está bien, lo haré, pero sólo porque no puedo negaros nada.

Luhan se inclinó sobre Sehun y lo besó, primero fue suave, cariñoso, pero esos detalles educados se esfumaron rápidamente cuando la lengua golosa de Sehun lamió los labios del mayor y éste le regaló un mordisco a los suyos. Ambos devoraban al otro con ansias, sin pausa, con las respiraciones ya agitadas, y entonces Jongin los separó.

-Creo que os estáis precipitando.

Sehun soltó una risa divertida y acarició el cuerpo de Jongin, se sentó en el colchón y le miró inocente.

-Sólo estaba probándolo.

-¡Oh vamos! Venga ya -protestó Luhan- ¿Vamos a pasarnos la noche entera con insinuaciones estúpidas? Jongin ven.

Luhan agarró al moreno del cuello y lo besó goloso, lo lamió y mordió numerosas veces. Aquella escena era nueva para Sehun, pero demasiado agradable, poco a poco empezó a sentir el calor interno que tanto le gustaba. El menor gateó sobre el colchón acercándose a los dos, y con cuidado unió su lengua al beso, enredando su sabor con el de los otros dos chicos, creando la mezcla explosiva que comenzaría el juego.

Luhan se separó y observó cómo Sehun y Jongin continuaban con el beso que él había iniciado. Agarró la cuerda y rodeó una de las muñecas de Sehun, éste sintió la presión del sobre su piel y gimió suave mirando hacia Luhan, pero antes de que pudiese decir nada Jongin comenzó a lamerle el cuello y hundió dos dedos en el interior de su boca. Sehun  notó como la presión se unía también a la otra muñeca, Jongin lo besó hasta que un fuerte tirón lo sacó de la cama, sus rodillas chocaron contra el suelo y sintió como un electrizante dolor le recorría las piernas. Luhan sujetaba la cuerda en el otro extremo, le miró y sonrió.

-Ahora Jongin, desnúdale.

El moreno gateó desde la cama hasta Sehun y volvió a besarle, sus manos rápidas y maestras bajaron por el cuerpo del menor, primero levantó la tela de su camiseta y a continuación lo besó creando un camino invisible a la vez que su piel quedaba a la vista. Sehun sintió como Luhan los observaba, el mayor se había sentado en la cama, sujetando la cuerda y mordiéndose el labio inferior atento a los movimientos del moreno. Sehun no pudo evitar gemir cuando Jongin aprisionó uno de sus pezones entre sus labios y Luhan soltó una risita al respecto.

-Me encanta -murmuró el mayor inclinándose más.

Jongin no se detuvo, mordió y chupó ambos pezones con dedicación, acarició el pecho de Sehun  hasta que dejó la camiseta sujeta junto a sus manos atadas. Sehun tragó saliva y abrió los ojos, Jongin ya estaba sobre su abdomen, pudo ver como el moreno desabrochaba sus vaqueros y con maestría se deshacía de ellos. Luhan se levantó y se acercó a Jongin, le acarició la cabeza y se inclinó.

-Ya basta, ahora me toca a mí -le sonrió y besó suavemente.

Jongin se sentó a un lado y Luhan se colocó en el lugar en su lugar. Cuando los labios del mayor rozaron la piel de Sehun, éste no pudo reprimir un gemido, abrió los ojos y contempló a Jongin, que le observaba atento.

Luhan acarició el cuerpo de Sehun con maestría, respiró sobre su piel lentamente, provocando que se le pusiera de gallina, sintió como sus manos le despojaban de la ropa interior y los calcetines, éste abrió la boca y protestó con un casi insonoro gemido al sentir el frío del suelo. Se separó de él y agarró a Jongin, le susurró algo al oído y el moreno asintió obediente. Se levantó y comenzó a desnudarse ante ellos, Luhan sonrió.

-¿A qué es precioso? -le preguntó a Sehun-. Es nuestro chico de bronce.

-Sí, lo es. Es increíble.

Sehun sentía que la intensidad de su calor interno iba aumentando y que Jongin se le desnudara delante no ayudaba. Luhan se levantó y se acercó al moreno, le besó y comenzó a quitarse la ropa uniéndose a él. Sehun se sentía mal, él sólo era un observador. Antes de que le diese tiempo a decir nada, Luhan y Jongin, ya desnudos, se colocaron a cada lado de él y comenzaron a besarle con delicadeza centímetro a centímetro. Las manos de Luhan desconocidas para Sehun subieron por sus piernas, el tacto suave de las palmas contra su piel era demasiado placentero, le agradaban sus caricias.

El menor se revolvió cuando Jongin mordió uno de sus pezones, la cuerda estaba suelta así que pudo incorporarse. Luhan sonrió y le acarició la cabeza.

-Sehun, a cuatro patas.

El menor le miró desafiante, no le gustaba que nadie le diese órdenes, nadie excepto Jongin. Luhan bufó algo molesto, apretó sus dedos fuertemente alrededor del cuello de Sehun y le obligó a inclinarse.

-Cuando te ordene algo tendrás que hacerlo, ¿entendido?

Sehun protestó y Jongin apartó el brazo de Luhan de su cuello.

-Luhan creo que es demasiado -anunció Jongin, después de comprobar que Sehun estuviese bien.

Luhan miró hacia los dos chicos y respiró hondo, se levantó y asintió.

-Si así lo creéis, lo mejor será que me vaya, esto no va a funcionar.

Sehun abrió los ojos sorprendido, le había dolido el ataque de Luhan, pero su cuerpo había reaccionado como solía a hacer, la adrenalina que corría por sus venas en ese momento le obligó a levantarse del suelo y colocarse a cuatro patas. Jongin miró hacia él sorprendido pero antes de decir nada se arrodilló a su lado.

-Luhan espera -el menor de los tres llamó la atención de Luhan antes de que saliera de la habitación con la ropa en las manos.

Aquella imagen agradó de sobremanera al chino, soltó la ropa y cogió una de las fustas de la repisa. Se acercó a Jongin y se la tiró delante, le indicó que se levantara. Rápidamente Jongin entendió el mensaje de Luhan, como siempre, quería observar. Sin dudarlo ni un segundo cogió la fusta y se mordió el labio justo cuando el primer golpe chocó contra las nalgas rosadas de Sehun.

El gemido del menor rebotó por toda la habitación, Luhan sujetó de nuevo la cuerda  y se sentó en el borde de la cama observando como Jongin castigaba a Sehun por su comportamiento anterior. Cuando se dio por satisfecho se levantó y agarró por el pelo a Jongin obligándolo a parar.

-Ahora arrodíllate tú.

Jongin respiró hondo y asintió, se arrodilló y bajó la cabeza mientras que Sehun miraba interrogante lo que Luhan tenía pensado hacer. El mayor se acercó a él y le lamió los labios sujetándolo por el mentón, tiró de la cuerda y lo atrajo hasta Jongin, que continuaba de rodillas frente a ellos dos. El miembro del moreno estaba prácticamente erecto, Sehun se mordió el labio ante la necesidad de complacer a su amigo y Luhan asintió.

-Cómele la polla Sehun, vamos chúpasela bien, quiero que Jongin jadee y suplique.

Sehun se inclinó y con las dos manos, todavía sujetas, tomó la extremidad de Jongin. Estaba caliente y latía, pero sabía que no podía sentir ese calor, así que comenzó a lamerlo como nunca, deseando muy dentro de él que Jongin pudiese notar aunque fuese la mínima parte de todo lo que él sentía. Lamió, sorbió e incluso mordió el miembro del moreno, su instinto comenzó a elevarse a tales extremos y todo su cuerpo quería más, quería sentir la esencia de Jongin sobre él, dentro de él, en sus labios. Siguió saboreando el miembro hasta que Luhan lo separó de un fuerte tirón que lo empujó hacia el suelo. Jongin protestó por la falta de consuelo sobre su erección, y se inclinó hacia delante.

-Joder Luhan, no podías ser más oportuno -masculló el moreno y el chino soltó una suave risa.

-Lo siento Jonginnie, es que yo también quiero atención, los dos estáis muy entretenidos mientras yo sólo observo, no me parece justo.

Jongin sonrió y negó con la cabeza mientras que Sehun sin perder un segundo se sentó ante Luhan, abrió sus piernas y habló inclinando un poco el rostro ocultando sus mejillas sonrojadas.

-Luhan, por favor, hazlo… haz conmigo lo que quieras.

Jongin miró hacia Luhan sorprendido y este le devolvió la misma mirada, ninguno de los dos se esperaba una reacción así por parte del menor. Apretó la cuerda entre sus dedos y sonrió malicioso, se acercó hasta Sehun y se sentó sobre él, frotando su miembro ya erecto contra el suyo, le rodeó el cuello con el resto de cuerda y apretó ligeramente.

-Cada vez que gimas apretaré más la cuerda -le susurró al oído mientras comenzaba a mover su cadera contra la de Sehun-. Uhm… tienes una polla enorme Sehun, creo que será divertido probarla.

Jongin se acercó a los dos muchachos y les agarró a ambos del pelo, se inclinó y les lamió los labios después de juntar sus rostros.

-Ahora quiero que ambos me la comáis a mí -ordenó, se levantó y colocó ante ellos su miembro palpitante.

Luhan fue el primero en apoderarse de la verga de Jongin, la lamió y acarició con sus labios, mientras que sus caderas seguían frotándose intensamente contra Sehun. El menor no tardó en unirse al juego, su lengua tropezó varias veces con la de su compañero, ambas rozaban el glande de Jongin arrancándole algún gemido por sorprendente que pudiera llegar a ser. Justo cuando Sehun iba a gemir gracias a la fricción de Luhan, Jongin introdujo su miembro en la boca del menor ayudándole a ser todavía más ahogado por su compañero de juegos.

La tensión en los tres iba aumentando, Jongin  empujaba sus caderas contra los labios golosos de ambos chicos, que lamían, mordían e incluso chupaban ruidosamente.

-Ya basta -protestó Sehun-. No… no quiero correrme todavía…

Luhan lo observó y detuvo su movimiento, Jongin se separó jadeante, algo molesto por robarle su momento de placer. Pero era su turno, Sehun tenía que escoger el siguiente paso. El menor les miró y sonrió mirando hacia la estantería.

-Quiero aquello -Sehun habló con ese tono de niño consentido que le revolvió el estómago a ambos muchachos, y señaló el dildo de dos puntas que descansaba sobre uno de los estantes más altos de la habitación.

Luhan sonrió satisfecho y se levantó de encima de Sehun, soltó la cuerda y le indicó a Jongin que lo desatara mientras cogía aquel juguete.

Sehun se frotó las muñecas calmando el escozor que sentía sobre las marcas que la cuerda le había dejado, y sonrió cuando Luhan se acercó a él y le tendió el objeto.

-Y dime Sehun, ¿qué es lo que vas a hacer con esto?

Jongin y Luhan esperaron las indicaciones del menor, éste se levantó con cuidado, su miembro estaba demasiado duro y le dolía pero sabía que todavía quedaba noche por delante para poder disfrutar de ello. Se acercó al moreno y lo besó antes de indicarle que se colocara para usarlo. El moreno, obediente, se colocó a cuatro patas y alzó su trasero a la espera de que Sehun le introdujera una de las partes del dildo. Luhan se preparó con la idea de que Sehun iba a ordenarle que se colocara en la otra dirección pero para sorpresa de los dos, Sehun fue el que lo hizo. Untó un poco de lubricante en su parte y se la introdujo suavemente jadeando y gimoteando de tal manera que Luhan se emocionó como un niño pequeño ante un día de Navidad. A continuación se colocó frente a Jongin y miró hacia Luhan.

-Ah… hazlo -le susurró-. Méteselo y luego quiero que te folles su boca.

Luhan se lamió los labios sorprendido, colocó un poco de lubricante en sus dedos y lo untó suavemente por la entrada de Jongin, agarró la cadera de Sehun y sujetó el utensilio en su lugar. Sehun ansioso empujó su cuerpo contra él, lo que provocó que el dildo desapareciese prácticamente por completo entre sus nalgas y las del moreno.

Ambos muchachos se movían provocando que el enorme y duro aparato rozase su interior, y lograse excitarles todavía más. Luhan se colocó ante Jongin y le levantó el rostro, lo obligó a abrir la boca y coló su miembro en su interior. Jongin había mamado la polla de Luhan muchas más veces, pero la sensación que le daba tener a Sehun chocando contra él, gimiendo como un cachorro en celo, y a Luhan jadeando ante él, apretando su cadera contra su garganta, era única.

El moreno apretó sus labios contra el miembro del mayor y notó como su cuerpo se tensaba, Sehun se quedó quieto y los tres chicos respiraron al unísono. Luhan se movió y dejó que Jongin se soltara del dildo, Sehun protestó y se lamió los labios. El moreno sujetó al menor por las caderas y lo levantó del suelo, le sacó el juguete y lo besó por hombros y cuello. Luhan se acercó por delante y comenzó a acariciarlo y besarlo de la misma manera que Jongin lo estaba haciendo.

Era el turno de pasar a la siguiente ronda del juego, Jongin sacó del armario un collar negro con dos cadenas, cuando los otros dos chicos se fijaron bien entre beso y beso, contemplaron  que al final de las cadenas adornaban dos pequeñas pinzas plateadas.

-Luhan ven aquí -le indicó Jongin.

-¿Yo? Pero si a mí eso no me va.

-Haremos que te vaya -susurró Sehun y lo empujó hacia el moreno.

Jongin sujetó el collar en su cuello y Sehun agarró una de las cadenas, Luhan protestó e intentó soltarse el collar, lo que les obligó a esposarlo en el  cabezal de la cama.

-No te pongas nervioso Luhannie -sonrió Jongin-. Sabemos que te va a doler al principio pero verás cómo lo disfrutas.

Jongin sujetó una de las cadenas y Sehun la otra, despacio y arañando la piel de Luhan ambos bajaron por su pecho hasta su pezones, pinzándolos con presión entre el nuevo juguete. Luhan chilló de dolor y se revolvió, era molesto y doloroso pero algo dentro en él le estaba obligando a suplicar por más.

Sehun sonrió y le acaricia el rostro, lo besó y le susurró tiernamente.

-Es nuestra primera noche Luhan-hyung, quiero que nunca se te olvide.

El menor exprimió el bote de lubricante en sus dedos y los bajó hasta la entrada de Luhan, la acarició suave y acto seguido le adentró dos dedos, moviéndolos en círculos, abriéndolos y jugando con ellos de una manera enloquecedora para el mayor. Luhan gemía y jadeaba, aunque su mente se opusiese, mientras que cuerpo comenzaba a moverse a merced de los actos de Sehun.

-Ah… ya basta -ordenó.

Pero ninguno de los dos le hizo caso. Jongin se subió a la cama y colocó ante Luhan un pequeño juguete de metal, algo parecido a un cortador de pizzas pero que si no ejercía la suficiente presión, no lastimaba. Comenzó a pasear el juegue por su pecho, marcando de vez en cuando un poco más el recorrido, dejando un camino rojizo por el cual paseaba su lengua a continuación. Sehun sacó sus dedos y se levantó a por lo que deseó que fuese el último juguete de la noche. La elección del menor fue el vibrador que Jongin había usado con él ese mismo jueves, lo lamió suavemente recordando la sensación que había tenido cuando comenzó a danzar en su interior y sin ningún cuidado lo introdujo en Luhan. Éste se apretó y gimió molesto como respuesta.

-Ah… Ya… ya basta esto es… es injusto -lloriqueó el mayor.

Jongin asintió y le besó.

-Sí lo es, pero tú te llevarás la mejor parte Luhan.

Jongin se sentó sobre la cadera de Luhan y Sehun lo acompañó, ambos ejercían presión con sus piernas para que el mayor no sintiese totalmente el peso de sus cuerpos sobre él. El moreno agarró el miembro de Luhan y comenzó a metérselo por su entrada. Luhan gimió ronco y respiró entrecortado, las muñecas le dolían y el vibrador dentro de él le rozaba, según qué movimiento hiciese,  su zona sensible. Jongin comenzó a moverse y Sehun se colocó cara Luhan, mirándole fijamente mientras que el moreno lo penetraba. Luhan observó como los ojos de Sehun brillaban llenos de éxtasis, el interior de Jongin le apretaba su miembro y  los labios del menor le impedían suplicar para que aquel maldito aparato saliese de su interior.

Cuando Sehun comenzó a moverse, obligando al miembro de Jongin adentrarse más en su interior, apretó el botón del control remoto del vibrador que poseía a Luhan y éste perdió la razón. Su cuerpo comenzó a moverse solo, el aparato acariciaba rápidamente y sin pausa su zona sensible, Jongin se movía como nunca había hecho, sobre su miembro, y el calor del cuerpo de Sehun sobre él, jadeando, y siendo follado por el moreno sintió una explosión en su interior.

Como si de una conexión única se tratase, los tres muchacho se vinieron prácticamente a la vez, Jongin llenó a Sehun de su esencia, Luhan al moreno y el menor manchó el cuerpo del mayor. Ambos respiraban agotados pero satisfechos.

-Ha sido jodidamente increíble -afirmó Sehun antes de tumbarse al lado derecho de Luhan.

-Sí, fantástico -murmuró Luhan, que cerró los ojos cuando sintió como Jongin se separaba de él y le quitaba el vibrador.

Jongin no dijo nada, se levantó y fue al armario a ponerse su albornoz blanco con el signo de Delirium en la pechera izquierda. Ambos chicos lo miraron y sonrieron, Luhan cerró los ojos cuando Sehun lo soltó de la cama y entrelazó la mano con la de él. Se sentía completo. Jongin caminó hacia ellos y sonrió.

-Esta ha sido nuestra primera noche, pero no la última.

****

Los jadeos de la habitación eran la única banda sonora que les motivaba, los cuerpos sudados de sus amantes, los labios golosos, las manos curiosas, sus miembros duros y palpitantes, todo aquello formaba parte de ellos.

Luhan  dejó que el látigo cayese de sus manos cuando Sehun lo penetró bruscamente por detrás y tras varias embestidas llenó su interior.

-Ah… Sehunnie ha sido un gatito malo -gimió Luhan, se giró y lo besó goloso.

-El gatito sólo quiere jugar -confirmó Sehun mirándole inocentemente.

La puerta de la habitación se abrió y los dos muchachos se giraron sorprendidos.

-¡Oh chicos! Os dejo un segundo solos para responder una llamada ¿y os montáis la fiesta sin mí? -Jongin protestó, odiaba que los dos fuesen tan impacientes.

Luhan se levantó de la cama y corrió a besar a Jongin.

-¡Cállate maldito loco y ponte a cuatro patas! Tengo ganas de reventarte el culo.

Sehun soltó una carcajada desde la cama y se levantó de ella sujetando el látigo que antes Luhan había dejado caer. Los dos chicos rieron mientras desnudaban rápidamente a Jongin. Aquella casa ya no era tan grande como le había parecido tantas veces al moreno, después de todo, ahora eran tres los que vivían en ella. Y juntos habían logrado sacarle partido a todas las habitaciones.

<< Back

delirium, fanfic, exo, sekailu, exo-m, exo-k

Previous post Next post
Up