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minerva_1 April 6 2019, 00:28:02 UTC
Voy a empezar yéndome un poco por los cerros de Úbeda, con una reflexión que toca este capítulo colateralmente aunque no está relacionada directamente con la trama: discrepo bastante de la fantástica opinión que la mayoría del fandom tiene sobre Deb. Me parece soberbia, metiche y con doble moral. Sus collejas me parecen violencia (aunque no duelan físicamente), porque son su forma de imponer su criterio, por mucho que en la familia hayan normalizado esa situación y no le den importancia. Pienso que entre las collejas que habitualmente reparte y la leche que metió a Brian en el funeral de Vic hay un pasito muy pequeño: el de una persona que se cree con derecho de callar a los demás, porque ella y solo ella está en posesión de la verdad absoluta. Si yo hubiera sido Brian no le hubiera vuelto a dirigir la palabra tras la leche del funeral de Vic. Que no niego que ella tenga también cualidades, ojo, pero nunca he entendido esa tendencia generalizada a canonizarla.

Claro está que comparando con las palizas Kinney, las collejas son una nadería, aunque la mayor diferencia está en el contexto, porque en el caso de los padres de Brian la violencia física era reflejo de violencia emocional (más destructiva, si cabe).

La verdad es que, con sus luces y sus sombras, Debbie hizo de madre a Brian y los Novotny fueron la familia que le libró de convertirse en un ser marginal. Es muy triste que Mel utilice eso y, de paso, a su propia hija para clavarle un puñal a Brian. Estoy de acuerdo con Ben en que Michael debería plantarle cara.

Gracias de nuevo, amiga visible :-)

PD- Disculpa tantas ediciones, es que llevo en pie desde antes de las 7 y ya se me cierran los ojos. Ains.

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jocsflorals April 12 2019, 17:18:50 UTC
Tú puedes irte por los cerros de Úbeda o por los Alpes suizos, que ya sabes que cuando tengo un rato, yo te sigo, porque reflexionar y elucubrar sobre QAF son dos de mis vicios más queridos, aunque llevan tiempo abandonados, pobrecitos.

Partiendo de la base que, si mi madre hubiera sido como Deb, probablemente nos nos hubiéramos hablado en los últimos cuarenta años, ya puedes hacerte una idea sobre mi opinión particular sobre ella. Pero claro, las circunstancias de su familia y de la mía son muy diferentes. Cada uno sobrevive como puede y utiliza lo que tiene, y ella, para sobrevivir como madre soltera, sin más apoyo que el de un hermano que, encima tenía que lidiar con sus propios problemas, primero el de ser homosexual en una época profundamente homófoba y después con el sida, pues encuentro que, hasta demasiado bien ha salido. Como dije en un comentario anterior, la inteligencia no es un rasgo familiar, precisamente, así que ella lo suple con lo que tiene más a mano, que es el mandoneo. Y, seamos sinceros, con un hijo que a los treinta todavía se cree cenicienta esperando al hada madrina y un hermano que, como piensa que se va a morir, se funde lo que tiene (bien que hace) y lo que no tiene (que ni se le ocurre que "alguien" tendrá que pagar las deudas y ya sabemos quién acaba trabajando hasta la extenuación para hacerlo), pues... es normal que se acostumbre a imponer su criterio, que visto lo visto, lo más probable es que sea el que tiene un mínimo de coherencia. A base de mando y ordeno o de collejas.

La leche que le suelta a Brian fue una forma de desahogar su propia culpabilidad por la forma en que ella trató a Vic. Igual que lo de celebrar la Navidad en febrero y la tumba faraónica. Y yo creo que Brian lo entendió así, pero solo el Brian adulto. El niño que lleva dentro sintió, únicamente, que había enfadado a "su madre" hasta el punto de pegarle, algo que nunca había hecho y, prácticamente, entró en shock. Por cierto, aunque no venga a cuento, la forma en que Deb reacciona al saber que Brian tiene cáncer, cómo le abriga, le abraza, le intenta consolar y animar, comparado con la forma en que Joan aparece en el despacho (que sólo le faltaba llevar la biblia en la mano y darle con ella en la cabeza a su hijo), es para dedicarle un estudio sobre lo que significa ser madre.

Mel es para mí el personaje más contradictorio de todos, tal vez porque intenta ser lo que no es y la tensión que eso produce suele traducirse en actos poco coherentes. Ya veremos en que queda su intento de chantaje.

Por las ediciones múltiples no te preocupes, que yo de tanto en tanto, también le doy a la tecla que no debo. Sobre todo cuando no he dormido lo suficiente. ¿Ves? Otro vicio que compartimos.

Gracias a ti por comentar.

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minerva_1 April 18 2019, 01:49:00 UTC
Estoy de acuerdo en que la leche fue la forma de Debbie de desahogar su propia culpabilidad, pero precisamente por eso lo lógico habría sido que fuera ella quien acudiera a disculparse con Brian una vez pasado el arrebato. Pero no, no hay ni un solo instante en que ella se cuestione que ¡oh, locura! quizás haya cometido un error. Es más, cuando es Brian quien va a ella (porque el pobre necesita algo parecido a una madre tras la noticia del cáncer), ella acepta que él cargue con la culpa. Me pareció una forma subliminal de decir "yo sustituyo (más o menos) a tu madre, pero solo si te arrastras lo suficiente". Yo creo que es de esas personas que ayudan a los demás por puro egocentrismo, porque necesitan sentirse necesitadas y no dejan pasar ocasión de recordar a los demás que están en deuda con ellas. Cuando discutió con Vic antes de su muerte, salió a la luz la verdadera Debbie. Y con Michael igual, pierdo la cuenta de las veces que le restriega los muchos sacrificios que hizo para sacarle adelante sola. Y eso que le sacó adelante sola porque así lo decidió, ya que fue ella quien decidió no decir nada al padre y de paso ocultarle su identidad a Michael, porque ya sabemos que es mejor pensar que tu padre es un soldado que una drac queen (¿doble moral?). A veces pienso que la eterna inmadurez de Michael es la consecuencia de una madre que se mete y dirige hasta sus más íntimas decisiones.

El personaje de Joan me ha llevado muchas neuronas por delante, jajajaja. Siempre he intentado entender su perspectiva del mundo, porque no concibo que exista alguien con tan nula piedad hacia su propio hijo. Si alguna vez te apetece, este fic resume mis reflexiones sobre este personaje (son dos partes): https://minerva-1.livejournal.com/tag/fic%3A%20deconstrucci%C3%B3n%20de%20postal%20de%20navidad

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jocsflorals May 21 2019, 10:13:04 UTC
¡Me apetece! ¡Ya lo creo que me apetece! ¡Te diría tantas cosas sobre Joan! Que no sé ni por dónde empezar. Venga, ¡Allá voy! Empezaré por el principio.

Creo que eres excesivamente generosa con ella. Cierto que cuando las personas van envejeciendo, una parte de nosotros siente pena por ellos. ¡Pobrecitos! Solemos pensar, al ver cómo su vida se va reduciendo, ya sea en movimiento, en salud, en oportunidades, o en capacidad económica. Y también cuando vemos cómo aumenta su soledad; olvidando que una vez tuvieron todo eso y que en definitiva la vida es lo que uno hace con ella y en ella.

Joan nunca se arrepentirá, aunque puede que intente un acercamiento a su hijo, pero eso es tan falso, tan mercantilista como todo en su vida. Yo creo que es de esas personas que ven a Dios como un tendero. Me explico. Si yo te pago con sacrificios, tú me recompensarás con un paraíso. Si yo voy a misa cada domingo, tú lo apuntarás en mi cuenta. Si no robo, no es porque sea una persona honesta, es sólo para evitar perder puntos. Si me porto así, tú harás asá. Dios es un proveedor, como Amazon, yo pago y él envía el pedido. A partir de aquí ya se puede ver que no hay empatía ni para un hijo ni para nadie. Si ni siquiera la hay para su Dios ¿Cómo va a tenerla para los demás? Te dice, como si fuera lo más natural, que Dios murió por nosotros y le parece estupendo, oye, que muera otro por mí. Que sí, que vale, que él sabía resucitar, pero es que se las hicieron pasar magras antes de matarlo y eso debe considerarlo la propina, digo yo, porque en su mentalidad de compra/venta, considera que eso entraba en el trato y no puede resistirse a hacer un buen negocio a su costa Ser martirizado y morir, no es suficiente. Además lo tiene haciendo recados, como todos los “creyentes”: Ahora dame un buen empleo… ahora haz que gane mi equipo de futbol… ahora ayúdame a aprobar el examen… Suerte tienen que yo no sea Dios, porque los hubiera enviado a todos a la mierda hace mucho. Debe ser por eso que dicen que su paciencia es infinita y tal.

Pues volviendo a Joan, yo creo que se acerca a su hijo porque, como muy bien dices “tiene derecho a un milagro”. ¡Que ella ha pagado! Y Dios le está fallando, así que va a ver si pilla cacho con Brian, el cual no es ni siquiera la segunda opción, porque antes está Claire, la cual ya vemos que pasa de ella todo lo que puede. Sólo recurre a Brian porque se siente sola y “estafada”. El paraíso todavía le queda lejos y el día a día se le hace difícil. Pero ha invertido demasiado en Dios para renunciar a ello, así que intenta una componenda. “Permitirá” que Bian le haga compañía (una compañía que anhela y necesita), bajo sus condiciones. Lo quiere todo (Dios y Brian), sin arriesgar nada. Intenta de nuevo un buen negocio.

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minerva_1 June 8 2019, 23:50:22 UTC
Me gusta mucho tu reflexión sobre el cristianismo mercantilista. No es baladí, es que la religión se ha diseñado para eso: ¿qué mejor manera de manejar a la gente que un esquema causa-efecto? Si te portas mal, castigo; si te portas bien, premio (si no es en esta vida en el más allá, que de allí nadie regresa para contar que era mentira). Es mucho más sencillo manejar así a individuos que apelando a su sentido de la justicia o la honradez, sentidos que a veces entran en colisión con lo que la religión dicta.

Y así es cómo se siente Joan al final de su vida: estafada. Lo has explicado muy bien. Ella siente que ha pagado todos los peajes, ha hecho todo lo que se esperaba de ella... ¿No tendría Dios que tratarla mejor? Y para más recochineo divino, resulta que su hijo, que ejemplifica todos los pecados, es más feliz que ella, tiene amor y familia mientras ella está más sola que la una. Para Joan eso es injusto. Porque además, su fe ciega le libra de la autocrítica. Jamás reflexionará sobre sus errores pasados ni admitirá que ella y solo ella es culpable de su soledad, que ella y solo ella es culpable de estarse perdiendo un hijo y un nieto estupendos. Si llegara a ese pensamiento cabría la posibilidad de enmendar sus errores, algo que no hará, porque tampoco tiene fuerza para afrontar que se ha cargado su propia vida.

Creo que Joan pertenece a un tipo de persona (bastante abundante en nuestra sociedad) a quien incomoda la libertad, porque elegir libremente supone apechugar con las consecuencias de las decisiones. Prefieren que algo marque sus pasos, sea religión, ideología, grupo, etc, para así poderse descargar también de responsabilidad cuando las cosas vayan mal.

Cuando ella quiere que Dios "permita" que Brian le haga compañía, en el fondo piensa que se lo ha ganado, no es ningún favor. Lo incomprensible para ella es no tener su recompensa cuando ha hecho "todo bien". Olvida esa pequeña posdata de la religión: el premio puede aguardar en la otra vida, así que ajo y agua y a esperar.

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jocsflorals May 21 2019, 10:13:17 UTC

No me parece mal que intente hacer negocios. Lo que me molesta es que no lo admita. Es una hipócrita. Recuerda la alegría del embarazo y en vez de utilizarla para acercarse a su hijo sinceramente, sacando de ella lo positivo, la acaba adjudicando a las reglas naturales que empujan a las hembras hacia sus crías. Fuerzas naturales que la iglesia, en nombre de su Dios, sofoca, prohíbe y/o controla. Y es muy correcto que en ese momento se compare con Abraham, porque mucho se dice de su sacrificio y sufrimiento como padre, pero en ningún sitio he leído que alguien le preguntara al hijo lo que opinaba del asunto, que uno llega a pensar que el muy burro se puso a cantar ¡♪Qué bien lo voy a pasar, que me van a degollar♫! Resumiendo: Brian no es tan burro y por eso a Joan le va como le va, con él. En cualquier caso, ese “hice lo correcto, no me correspondía a mí decidir” dice mucho. No se planteó abortar porque no era correcto. Nada tuvieron que ver sus sentimientos. Si el manual hubiera dicho que tenía que abortar, hubiera abortado y punto. Ni instinto maternal ni hostias.

Ella, en algún momento decidió que no le correspondía hacerse cargo de su vida ni responsabilizarse de sus decisiones y cargó a Dios con ello. Dios no sé, pero la jerarquía eclesiástica, encantada de la vida, porque, de hecho, ése es su “leitmotiv”: decirle a todo el mundo lo que debe hacer, cómo pensar, cómo amar, cómo follar y con quién, cómo vivir, qué comer... Y obedecer, obedecer y obedecer. Así, la gente que se abruma ante la responsabilidad de decidir, tiene un libro de instrucciones que seguir que le libera de pensar. “La verdad os hará libres”, dicen para engatusarte, y a continuación te sueltan “Yo soy el camino, la verdad y la vida” Y ya estás listo porque ¿qué más hay? Resulta irónico que Brian se dedique a la publicidad. Seguramente vio el resultado de un buen marketing en casa gracias a mamá y su apego a la iglesia y decidió que él también podía hacerlo y ganar dinero con ello.

He dicho antes que tu fic es demasiado generoso con Joan, pero también lo es con Brian. Ojalá pudiera creer que ya no siente dolor al pensar en su infancia y su madre. Por mucho que su cabeza le diga que se acabó, por mucho que intente borrarla, por mucho que sepa que lo que tiene ahora es infinitamente mejor que lo que tuvo, todos cargamos con un niño interior que conserva los anhelos de la infancia y que asoma de tanto en tanto, un niño interior que recuerda las emociones del pasado sin importar lo fuerte que sea el cordón sanitario que intentes colocar a tu alrededor para protegerte de ellas. Y Brian lo admite (y tú con él en tu fic), cuando “siente tentaciones de prolongar el malentendido” porque el niñito interior salta de alegría al ser mirado por su madre como siempre deseó, pero el adulto sabe más. El adulto siempre sabe más porque en eso consiste ser adulto, ganar en sabiduría lo que se pierde en sentimiento, hasta alcanzar el equilibrio. Y el equilibrio no es estático. El equilibrio es algo con lo que uno tiene que lidiar diariamente para mantenerlo y por eso, a quien lo hace se le considera una persona equilibrada. Brian lo es y ha tomado la decisión de ser feliz. Joan no. Ya hace tiempo que decidió no decidir por sí misma sobre nada. Si decides ser feliz, trabajas cada día en ello, como con el equilibrio. Evidentemente, Joan está mucho más descansada. Ya se ocupa Dios de todo ¿verdad? Entonces ¿de qué se queja?

¡Con lo que me gusta leer fics y disertar sobre ellos y lo poquito que lo hago! Probablemente estoy desequilibrada jajajajaja

Besos

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minerva_1 June 9 2019, 00:17:29 UTC
Joan se ha autoprogramado (o la programaron en su infancia, no lo sabemos) para seguir la norma. Como dices, si la norma hubiera sido abortar, lo habría hecho. Está programada para luchar contra cualquier sentimiento que contradiga la norma e identificar esos sentimientos como nocivos. ¿Abrahám tuvo sentimientos paternales que le impulsaran a salvar a su hijo? Seguramente, pero su "éxito", desde la perspectiva cristiana, fue sobreponerse a esos sentimientos y primar la obediencia ciega a Dios. Porque ese es otro gran objetivo de la religión: lograr individuos que tengan como máxima la sumisión sin preguntas. Por eso nadie pregunta qué opina el hijo de Abrahám, lo que opine no importa. Seguramente desee que no le degüellen (qué raro XD), pero como buen cristiano debe ahogar ese sentimiento en pro del bien mayor que es obedecer la voluntad de Dios sin chistar. El drama de estas personas, como Joan, que ha hecho de la norma y la obediencia su modo de vida, es que no tienen ni idea de qué hacer cuando esa norma falla, porque no están acostumbrados a tener iniciativa.

Y muy de acuerdo con que Joan fue sin quererlo un ejemplo del resultado de un buen marketig. La religión es la campaña publicitaria más larga y eficaz de la historia. Tan eficaz que resulta raro que Brian no haya caído en sus redes, pero es que salió díscolo y con la incómoda manía de aplicar el pensamiento crítico. Y aún así, resquicios el viejo marketing religioso en el que fue educado subyacen en él: su miedo a que las cosas salgan mal es un remanente del "dios te castigará". Hay un momento muy esclarecedor de esto, al final de la 1T, cuando Justin ha sido atacado y aparece Brian destruído en el hospital con el pañuelo ensangrentado al cuello. La canción que suena es un salmo del libro de Job, que podría resumirse en un gran "¿por qué Dios me castiga?". Incluso en alguien inteligente como Brian, que se ha librado de la tiranía religiosa, ha hecho mella el marketing tan insistentemente inculcado en su infancia.

También opino que Brian nunca superará del todo ese anhelo primigenio a tener el cariño de su madre. Su cerebro ha dicho basta y ha decidio prescindir de ella, pero siempre quedará escondido un pedacito de ese niño interior. Y en eso creo que la visita de Joan le ayudó, porque le dio oportunidad de darle una oportunidad a Joan (valga la redundancia XD) y así poder estar seguro de que hizo todo lo posible, algo muy útil para mantener ese equilibrio nada fácil.

Yo también estoy desequilibrada jajajjaja... He aquí otra loca a la que le encanta perderse en disertaciones ficceras

Gracias y besos!

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