Spanish 191A Undergraduate creative writing seminar

Jun 20, 2007 21:39

Before I lose them to my computer's hard drive,



EJERCICIO 1: UNA EXPERIENCIA MIA
Por Jinfae Jeng

Cuando tenía siete años, mi familia y yo vivíamos en una ciudad que se llama “La Ciudad de Diez Mil Budas.” Era una comunidad, en mi memoria, grandísima y mística (siempre me recuerda en niebla densa circundante los altos pinos de la selva). La ciudad fue completamente amurallada: incluyó entre los limites un comedor largo (me tomaba casi dos minutos y media a atravesar desde los puertas dobles del atrás a la gran pintura del Buda en la delantera con los piernas cortos, aunque eran fuertes) en que todos los miembros de la comunidad comían a la misma vez (y en que las mujeres se turnaban preparando la comida), incluyó una biblioteca grande y llena de bastantes libros religiosos e algunos no religiosos, escribido en china, tibetano, ingles, e otros lenguajes que no reconocía en este edad-era sola una pequeñita geniosa. Incluyó la ciudad también dos escuelas: una para los muchachos, otra para las hembras, porque los dos sexos eran siempre separados-había dos pasos a todos los lugares.
Katina fue mi amiga mejor del mundo. Ella no era China, sino Tai, y a mi este parecía muy curioso. Nosotros dábamos en bicicleta a la Inculcando Bondad y Desarrollando Virtud Escuela Primaria Para las Muchachas todos los días, y compartíamos la misma maestra, Sra. Rebecca Lee, gringa que, cuando se ponía a sentar en el suelo en el estilo indio, siempre nos dejaba ver sus bragas.
Un día, Katina me dio unas noticias espantosas. Me dijo que va a hacerse una monja. Ella va a afeitar el pelo y dejar todo su efectos personales la próxima vez que la ciudad tendría la ceremonia en que los ciudadanos normales “salen de casa” para ser empleados de la religión. Conmocionada, me callaba por algunos días. Vivía en una comunidad budista-no era confundida la definición o los motivos de una monja: era desconcertada porque todos los monjes que conocía era ancianos y algunos eran amable, pero ninguno eran mi amiga mejor. Casi una semana después, anuncié a mi mama que yo también va a volverse en monja. Ella no me tomó en serio, pero hasta hoy en día, imagino que diferente me vida sería, si me había afeitado el pelo, tirado la ropa y si me había librado de los posesiones materiales para simplificar mi vida y limpiar mi mente.



EJERCICIO 2: UNA CUENTITA
Por Jinfae Jeng

La niña Fausta llora incesante en el jardín. De temprano esta día se había perdido su perrita: después del paseo feliz en la parque lleno de mariposas anaranjadas, hojas verdes de diente de leones, olvidó cerrarse la puerta herrumbre bien segura al regresar. Y la perrita-la perrita bien feliz y contenta, todavía emocionante y alegre vio un par de pajaritos, ladró y escapó de la jardín. Faustina llora perpetuo. Escaló la verja del jardín, suben la colina detrás, y deja las lagrimas caer. Entre alientos, maldijo su mala suerte y asumió toda la responsabilidad. Entre mocos y lagrimas, decidió hacer algo. Los ojos dejó de llorar, y la niña proclamó:
-Voy a hacer algo. No puedo ser holgazana mientras que mi hermosa perrita esta fuera en el mundo lleno de carros, camiones, y moquitos jóvenes que no dejan sus bicicletas al encontrar una perita chica y tímida. Voy a buscarte hasta que encuentro. Voy a mirar las calles con lupa hasta que tu estas de nuevo en mis brazos. ¡No voy a regresar hasta que tu regresas también!-
Aunque era verano, y hasta la césped era caliente, Fausta no pudo dejar la imagen de su perrita fría en la noche. Con este en mente, saltó de la colina, rozó al pasar con la mala hierba, y dirigió a la puerta herrumbre.
Paró, miró debajo y ¡allí esta la perrita insoportable!
-¡Que perrita mocosa! Dijo ella.
En este momento Fausta amó odiarla y odió amarla a la vez.



EJERCICIO 3: UNA DESCRIPCIÓN
Por Jinfae Jeng

Tiene dos ojos pero ve el mundo como tiene ocho. Tiene dos ojos oscuros pero en realidad se parece de mas de ocho-miles. Canta, pero casi nunca habla. Llora, pero casi nunca se enoja. Despierta, pero casi no se acuesta. Marca todas las paginas de sus libros con marcadoras rosas, anaranjadas, en caso de olvidarle algo. Imprima duro el lápiz en la pagina, siempre tratando de ser la mejor, jamás con éxito. Nunca deja de tratar, y al fin, va a ser la mejor-la mejor de mi vida.



EJERCICIO 4: UN DIALOGO
Por Jinfae Jeng

- Mamá, ¿por que necesitamos practicar en la mañana?- dijo la chiquita de ocho años.
-Porque la mañana es el tiempo perfecto para hacer todas las cosas. La mañana es radiante y viva, es llena de oportunidades...
-Pero cuando Papá nos despierta, ¡todavía esta oscuro!-interrumpió la niña. Era la verdad-El señor Brink estaba acostumbrado a despertarse sus hijos a las seis menos diez cada día para que tuvieran diez minutos para caminar al parque, que solo estaba tres minutos de la casita. Y la Señora Brink no pudo pararle por nada del mundo.
-Y la hierba mojada siempre me empapó los calcetines y zapatos, y luego los pies se apestan, y luego los zapatos nunca se secan antes de que necesito ir a la escuela, y luego necesito caminar alrededor de la escuela con zapatos que ‘squish, squish, squish,’ y todos mis amigos se dan cuenta y...
-Mija, ¿porque no te quejas a tu Papá? Ya sabes que no puedo hacer nada, sabes que creo que el kung fu te hace baja, y te hace los piernas gruesos...
-Porque Papá me da miedo...



EJERCICIO 5: UN MONOLOGO
Por Jinfae Jeng
¿Buenos días? No es un buen día hoy. Pues, sí es bonita afuera, sí es un perfecto veintitrés grados, los pájaros están cantando, el sol brillando, los flores en plenitud. Pero seguramente no es un buen día… no creo que todavía hay personas en el mundo como las indígenas de las pequeñas islas del sureste de Asia o lo que sea en que no necesitan despertarse todos los días a las siete, que no necesitan estudiar hasta el medianoche..Qué no usan computadoras hasta que los ojos queman y qué cazan por comida en la mañana y relajan por la noche. Bueno, ¿quien puede decir cuales de las formas de vida son mejor? Pero a mi parece que ellos tienen razón. ¿Por qué debo que hacer esas cosas tontas que no quiero? Pero aquí estoy, caminando en este día hermosa a trabajar en un caja sin ventana.



EJERCICIO 6A: DESCRIPCIÓN DE UN HAIKU
Por Jinfae Jeng
En la clase de físicas, el profesor enseña sobre la entropía. Dice,
-Si, tal vez es poco triste, pero la verdad es que todo del mundo, el universo y mas, todo que son colorantes, brillantes, y vivos se están haciendo muertos, inmóviles, y del color gris.-
El continua a hablar sobre la temperatura
-¿Son las mesas en este auditorio mas y mas fríos del aire? No, pero parece que si, pero en realidad son de la misma temperatura.-
Explica el que es por causa de la entropía.
-Porque después de un rato, unas horas, o miles de años, todo por causa de la entropía.-
Si permanezco en este cuarto por cien años, mi cuerpo también va a ser de la misma temperatura del aire tranquila en esta misma cuarta. Porque al fin y al cabo, después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida, de lo brillante que son y del destino de todos.



EJERCICIO 6B: NARRACIÓN DE UN INCIDENTE (DEL PUNTO DE VISTA DE UNA MUJER OBSERVANDO)
Por Jinfae Jeng
Antes del momento de horror, todo estaba normal. Hoy es miércoles, el único día de la semana en que puedo ver mi nieta, después de la escuela-romo el autobús, la línea seis al Avenida Alipaz.
Lo vi por el rabillo de un ojo. Una niña, pequeñita, pequeñita niña, corrió en la calle, el carro la atropelló. Ocurrió mas rápido de que los ojos viejos pueden ver-pero no estoy agradecido-mas rápido el coche, menos probabilidad de que la niña este vivo. Espero que no este en dolor. No puedo ver, ni quiero. El aire se queda tranquilla por un instante, lleno del huelo de anticipación, antes de que la escena explota con movimiento y sonido caótico.
El mano se apretó en el metal de la estación de autobús, y mordí la lengua hasta que saboreo el sangre.
El numero seis ya viene.



EJERCICIO 7: UN MONOLOGO
Por Jinfae Jeng
Presta atención aquí. Solo voy a decirte eso una vez. Yo te amo y tu me amas. Pero necesitamos mas. Sabes que pasamos unos dios buenas y otros, malos. Pero no es bastante. ¿Qué hago cuando tu estas muerto? ¿Cuándo tu no estés aquí conmigo? No, no llores. Tu no puedes ser mas emocional que yo. Soy bastante emocional para nosotros ambos. Lloro cuando duermes a mi lado, corazón palpando. Lloro en pensar de las válvulas que pulsan en el corazón, abriendo y cerrando, abierto y cerrando, abierto y cerrando. Lloro al pensar que un día los ojos no abren, las válvulas no palpan. Lloro en pensar que un día la barba no crece mas.
Presta atención. Podemos ir con aviso. Podemos vivir vidas perfectas y morimos con corazón rotos, o podemos vivir sin amor y morimos con calma.



JANA Y EL MAPA DEL MUNDO
Por Jinfae Jeng

-Jana, ¡Bájate de allí, los espíritus de los árboles llamarán al venerable maestro!-, exclamó la mamá de mi amiga Tai.
Ella y yo estábamos malas escondidas entre las ramas de un árbol que era uno de los que estaban enfrente del gran comedor de Los Cinco Contemplaciones (el cual a mí me parece un término equivocado: nos han enseñado que cuando comemos, solo comemos. Y si necesitamos pensar, sólo pensar en comer, o los que no pueden comer. De esta manera, además de un sinfín de tantas otras, practicábamos aclararnos las mentes.) De todas maneras, nunca pude imaginarme qué eran las cinco contemplaciones.
-¿Los espíritus de los árboles?-, pensé en voz alta.
-¡Sí! El venerable las va a acusar por no obedecer las reglas-, dijo ella.
Sentí en este momento la gran necesidad de preguntar a mi mamá sobre estos espíritus amenazadores. Ella me diría la verdad. Miré a mi amiga.
-Supongo que debemos bajar-, dijo ella entre dientes, e insolentemente empezó a desplazarse de su sitio, pero yo no quería moverme.
-Oye-, dije en voz baja. -¿Qué te parece que vamos a la caravana después de la adoración y el almuerzo?-
-Pero claro, Jana, ¡hagámoslo!-, contestó ella.
Nos formamos en la línea de las damas, paralela con la de los varones, de las más altas a las más bajas, y poníamos a cantar la mantra y a caminar en filas para almorzar en silencio, pensando en cosas prohibidas.
Encontramos la caravana abandonada al principio de nuestra relación. Está en la base de la colina de las viviendas, que incluyen la Casa de León, la Casa de Nagarjuna (la llamaron así por la Bodhisattva del mismo nombre, guardiana de los dragones y árboles) y la Casa del Unicornio, en que mi familia y yo tenemos el número seis. Tai vive en las Chaletes de Oreja de Elefante, un poquito al oeste. Contiguo a la derecha de la caravana estaba el resto del campo lleno de pinos altos y bellísimos, y por otro lado también bastantes máquinas antiguas y herrumbres: cortacéspedes, carretillas elevadoras, escaleras rotas, y nuestra amada caravana. También había viejos montones de madera entre la hierba frondosa, que tienen la apariencia de estar listos para ser utilizados, aunque hace cien años.
Entramos a la caravana por la puerta de atrás como siempre, y miramos la vista que cada vez nos llenaba de una emoción misterioso y con sentido de que algo mágico había pasado cuando estábamos en el comedor comiendo en silencio, o en la noche anterior, después de las oraciones y de dormirnos. Era un espacio apretado, incluía sofás de dos usos: para dormir y para sentarse, con diseños pasados de moda. Incluía también una mesita para comer, un fregadero del que no fluía agua desde hacía mucho tiempo, y un minúsculo espacio para dormir arriba de área del chofer. Todo en la habitación era de colores cálidos, la mesa y las sillas de madera obscuros, la tela de los sofás con flores naranjas y moradas oscuras, las sábanas amarillas, todo amplificado por la luz suave y polvorienta que entra por las ventanas pequeñitas.
En un armario de cocina encima del fregadero oxidado, encontré un rollo de papel blanco. Era el más largo y continuo un rollo de papel que había visto en mi vida: tenía un centro minúsculo y capas sobre capas de papel blanco, limpio, listo. En realidad parecía a un rol de toalla de papel o de papel higiénico, pero a mi, no. Mi mente estalló con colores de pensar en que lo podía dibujar sobre ese papel. Por una hoja de papel tan larga, tendría que ser algo grande y grandioso. Dibujaré un mapa, decidí. Dibujaré un mapa no del mundo, ni de la ciudad, tampoco de mi cuarto en la casa del Unicornio, número seis. Sería una mapa de mi vida hasta el presente, una mapa de mi vida empezando los primeros pasos que tomo después de despertarme en la mañana, al comedor, a la sala de oración, a la Escuela para Inculcar Bondad y Desarrollar Virtud, hasta el bosque detrás del campo en el que de vez en cuando teníamos algún picnic cuando hacía bastante calor, y veríamos los burros cagando. Y ¿quién sabe lo que encontraría el día siguiente? Añadiría un poco cada día, con lápices de colores cera, con marcadores gruesos, calcaría el sendero de mi vida, hasta que muriera, suponía.
Tomé este rollo de papel, y lo mostré a mi mamá.
-Voy a dibujar el mundo, mi vida, mis experiencias, y todos los lugares que visito- dije. Era todavía muy emocionante pensar en mis colores sobre el blanco del papel. Calles, varios tipos de árboles, animales, todos los edificios que pasaría en mi vida que podía imaginar. Y la explanación del mapa, en una caja grande y colorido, con símbolos y de diseños míos.
Mamá puntualmente me ordenó que lo devolviera.
-¡No es tuyo, hija! Devuélvalo inmediatamente-
No podía entender cuál era el problema-nadie vivía en la caravana abandonada desde hacía muchos años, y solo era un rollo de papel.
-Los espíritus saben todo- dijo mi mamá. Me explicó en voz baja que necesitamos respetar todo lo que había en la ciudad, porque en años anteriores el terreno y los inmuebles eran de un hospital mental, y todos los pacientes estaban tristes y con el corazón roto.
¡Pero mi mapa! ¿Dónde voy a encontrar una hoja de papel tan largo, todo continuo como este? Sin duda no podía dejar un hallazgo tan valioso.
Fui con Tai la próxima mañana al la caravana en camino a la escuela. Entramos y sentimos las sensaciones de la caravana. Abrí el armario de cocina para devolver el papel en el mismo lugar, y de repente cayó una fotografía de tonos sepia. Era una foto de una pareja, hombre y mujer, enamorados. Los ojos de Tai se dilatan, y los míos también.
-¡Que hermosos eran!- exclamamos.
De verdad, la pareja era bellísima y guapa de todos sentidos. Tenían sonrisas tranquillas, ojos agradables. Ella tiene pello suave, él, una mandíbula fuerte.
-Se parecen a tus padres, Tai- dije después de cuantos momentos. Ella murmuró en acuerdo. Cuantos momentos más pasaban, y luego mi amiga respondió.
-Ay, ¡también se parecen a tus padres, Jana!- exclamó. Era la verdad-de todos ángulos, la pareja de la fotografía parece que puede ser cual quería personajes, calmas y contentas.
De repente ambos sentimos y reconocimos una sensación de conocimiento, y de amor verdadero. Un sentimiento tan suave y calmante que no tienen palabras. En este momento entendí que algo real pasaba aquí y pasa todos los días hasta el fin de la humanidad. Entendí que todos son aparte del mismo mundo, y lo respeté.


Where is it?
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