Título: Permettez-moi de vous dire Je t'aime
Título del capítulo: Danny
Fandom: H50
Personajes/Parejas: Steve, Danny, Kono, Chin, Gaby; Danny/Gabby, Steve/Danny
Disclaimer: esto es sin fines de Lucro solo de entretenimiento.
Palabras: 1,154
Beta: YVARLCRIS
Permettez-moi de vous dire Je t'aime
Capítulo IV
Danny
Por: Jenny Anderson.
Esa era una de las cosas que pasaban solamente si Danny tenía algo que ver en ellas, aunque Steve estaba seguro que el detective diría algo acerca de que eso era algo que solo pasaba cuando a Steve se le ocurrían sus brillantes ideas. Sea como fuera, eso no quería decir que lo que estaba pasando no fuera algo que estaba en su “top ten” de cosas absurdas.
¿Por qué tenía él que escuchar a aquella mujer? Si lo pensaba fríamente, ¿Cómo podía cualquier persona no saber qué hacer cuando Danny les decía que los amaba? ¡por todos los santos!, lo que uno debía hacer era dar gracias a cualquier deidad que había hecho eso posible y abrazarse al rubio para no dejarlo ir jamás. Aparentemente, entre las listas de cualidades que el rubio encontraba atractivas, el sentido común no figuraba.
Realmente intentaba entender a Gaby, lo hacía con todas sus fuerzas, pero conforme la mujer iba hablando, más ganas tenía de gritarle y preguntarle si tenía algún problema mental o alguna cosa que le impidiera darse cuenta de el tremendo premio que era Daniel Williams. Una parte de sí mismo, a la que intentaba silenciar ya que le hacía sentirse el peor amigo del mundo, se alegraba.
Sabía que no debía de alegrarse por el sufrimiento del detective, y no se alegraba de eso obviamente , pero si le hacía feliz que la mujer no fuera capaz de darse cuenta del gran hombre que era Daniel y se alegraba también de que, de esa manera, aún tenía alguna oportunidad con Danny. Se sentía completamente vil y despreciable por estar pensando en tomar ventaja al curar las heridas del detective y lograr de ese modo hacerse notar.
-¿Qué le contestaste cuando te lo dijo? - Preguntó Steve cayendo en la cuenta de que no tendría que estar ahí en su casa con aquella mujer, sino consolando a Danny
Gaby miró confundida al comandante, había corrido ahí ya que sabía que él era el mejor amigo de Danny. Había pasado citas enteras en donde Danny le contaba la nueva ocurrencia de su jefe, Gabby sentía que conocía al hombre como si fueran amigos a pesar de solo verlo a través de los ojos del detective, y estaba segura de que solo Steve podía decirle qué era lo que tenía que hacer o decir para no lastimar a Danny. El hombre era tan increíblemente bueno que ella misma estaba comenzando a tener serías dudas sobre su salud mental.
¿Qué mujer podía tener dudas sobre iniciar una relación formal con un hombre como Daniel Williams? Pero era demasiado para Gaby, no estaba lista para una relación formal y había estado convencida de que Danny tampoco. Pero cuando tu pareja te dice que te AMA, bueno, entonces las cosas tenían que ir realmente en serio. Sobre todo tratándose del detective, sabía que el hombre no iba soltando esas palabras a diestra y siniestra
Y ahora que lo pensaba fríamente, Danny había sido muy considerado al escribir las palabras en lugar de decirlas ya que ¿Cómo iba a contestar si se encontraba al detective diciéndole te amo en mitad de su sala de estar? “Gracias” “¿No quieres otra cerveza?” “eres muy amable, pero yo solo te quiero”
-Supongo que estoy haciendo una tormenta en un vaso de agua - dijo sacando de la bolsa trasera de los vaqueros la hoja donde Danny había plasmado las palabras -realmente no me lo dijo, creo que estoy exagerando.
Steve había sido golpeado innumerables veces en la vida y, durante sus entrenamientos, había sido puesto a prueba en infinitas ocasiones sobre la manera de soportar el dolor, por lo que era completamente capaz de manejar el dolor físico sin quejarse mucho. Pero en cuanto a la parte emocional de su persona, le era muy difícil manejar sus emociones. Claro que las podía mantener controladas, cerradas con su autocontrol pero, desde luego, eso no podía ser la mejor manera de lidiar con ellas.
Y ahora estaba ahí, en medio de la sala de su casa, escuchando a una mujer que había aprendido a detestar simplemente por ser el interés amoroso de su mejor amigo y que tenía en la mano una hoja con palabras que Steve había escrito sobre los informes de Danny. El dolor que en ese momento se extendió por su cuerpo, lo sobresaltó.
De no haber tenido la prueba en la mano de la doctora, jamás lo hubiera creído, Danny había utilizado su técnica, incluso el mismo idioma, para decirle a Gaby lo que sentía. Si necesitaba alguna prueba de que Danny sabía lo que sentía y no estaba interesado, ésta estaba ahora mismo en manos de aquella mujer. Tuvo ganas de reírse de sí mismo y de sus tontas esperanzas. Ahora venía la parte más dolorosa: Ayudar a su amigo con Gaby.
Iba a hacer que la doctora Asano se diera cuenta de lo maravilloso que era Daniel Williams y de que, una declaración así, no podía ser contestada de otra manera más que haciendo formal su relación.
X -X -X
Danny no abrió los ojos, simplemente escondió la cabeza bajo la almohada gruñendo aún entre sueños a la luz solar que se colaba en su habitación. Intentó dormir un poco más, pero era inútil, por lo que decidió levantarse y conseguirse un buen desayuno. En general, era un cocinero bastante decente, pero en esa ocasión le apetecía ir al local de la esquina y pedir unos huevos con tocino y un café cargado mientras leía los anuncios de casas en renta para luego ir al trabajo y esperar que no hubiera ningún caso que requiriera de los descabellados planes de su jefe.
Llegó a la sede de muy buen humor. Dentro ya se encontraban Kono y Chin, quienes parecían estar discutiendo sobre algunos datos. En cuanto los ojos oscuros de la joven se posaron en él, Danny se apresuró a decir:
-No, no hay nada que contar, Kono
Sonrió cuando la joven le regresó un gesto de molestia
-Eres un aguafiestas
Danny sonrió y se encaminó a su oficina. Aún tenía papeleo que hacer. Observó la carpeta que seguramente venía de la oficina de Steve, la abrió y, por un momento, se quedó congelado. No había ningún garabato en la hoja. Revisó todas las hojas y después frunció el ceño
No sabía la razón, pero la ausencia de aquel garabato le daba muy mala espina.
Lanzo un suspiró intentando quitarse el sentimiento de alarma que se había apoderado de su cuerpo antes de ponerse en pie y caminar hacia la oficina del que empezaba a sospechar, le daría más dolores de cabeza en su vida - incluida Grace cuando entrara a la adolescencia
Lo que no sabía exactamente era la manera en que debía preguntar por la ausencia del garabato, el mismo le había pedido al comandante en innumerables ocasiones de dejara de garabatear cosas en los informes por lo que podría ser que, en un hecho histórico, por primera vez el hombre le hubiera hecho caso o - y el pensamiento no le agradaba - aquel acertijo había tenido una fecha de caducidad y el había desilusionado a Steve al no poder descifrar el misterio en el tiempo estimado.
-Ste… - comenzó pero se detuvo al darse cuenta que su jefe se encontraba al teléfono, se quedo bajo el marco preguntándose si lo mejor era esperar ahí a que Steve terminara de hablar o ir a su oficina y terminar el papeleo y después hablar con el marine, no había tomado ninguna decisión, cuando sin querer la conversación que Steve sostenía al teléfono llamo su atención.
-Mira Lori, no puedo decirle esto a Cath… y yo pensé que tomando como base nuestra amistad… realmente necesito verte…
¿Lori? ¿Lori Weston? Danny no pudo evitar fruncir el ceño y caminar hacia su oficina sin llamar la atención del comandante, no podía negar para si mismo lo mucho que aquel realmente necesito verte soltado por el marine lo había dejado bastante desorientado. La relación entre Steve y la perfiladora siempre había sido de cortes camaradería al menos por parte de Steve, que Lori se notaba a leguas que estaba loca por el hombre.
Por lo tanto, si Steve estaba metido en algún problema o necesitaba hablar con alguien ¿No era más lógico pensar que lo haría con Joe o con Chin? O con el, después de todo le gustaba creer que Steve confiaba en el como su amigo y no solo como un compañero de trabajo y después si se trataba de algún asunto sentimental ¿No era mas lógico que le preguntara a Kono? Es decir la joven era técnicamente como una hermana para Steve.
No quería llamar a la mala suerte ni parecer paranoico, pero entre esa llamada rara y la ausencia del garabato sentía que estaba a punto de pasar algo que no iba a gustarle, de verdad esperaba que su “sentido de detective” estuviera equivocado por primera vez. Como para burlarse de sus esperanzas recibió un mensaje de texto de un numero desconocido.
”Estaré en Hawai por unos días, ¿Te apetece una cerveza?, Lori”
Danny lo medito un momento, antes de contestar.
Me encantaría
Al toro siempre había que tomarlo por los cuernos antes de que tuviera tiempo de embestir y ese en particular había demostrado ser bastante capaz de embestirlo u dejarlo atrás.
Nota de la autora
Lamento la tardanza, me fui imposible subirlo antes, pero aqui lo tienen, al menos de mi lado aun es viernes, nos leemos el siguiente viernes.