Fragmento de una historia que me rondaba por la cabeza y que no estoy muy segura de continuar algun dia, lo he corregido y ha quedado esto
Fandom: La tierra y el cielo
Capitulo: Mirame (Fragmento de lo que es la introduccion)
Palabras 1,133
Notas: Participa en el
quinesob La tierra es la tierra
Y el cielo es el cielo
He tenido tantos nombres que ya no puedo recordar el verdadero, he fingido ser tantas personas que ya no se quien soy, lo único que recuerdo, lo único que ilumina esta oscuridad llamada vida, es tu recuerdo y el deseo intenso de encontrarte otra vez.
__________________________________________________________________________
Tocaban la puerta, no quería responder, sin embargo, se levanto de mala gana, fijando sus pupilas azules en el picaporte, como valorando, sin embargo termino abriendo la puerta, fijando la vista en aquellos ojos que lo miraban fijamente.
Esas pupilas que parecían fluctuar entre el destello del rojo quemado y el brillo del rubí.
-“Christian”- escucho su nombre en aquella voz aterciopelada, que a pesar de todo aun conservaba su majestuosidad, era la voz de alguien acostumbrada a mandar, era simplemente la voz de Henry
-“Le escucho”- murmuro, modulando su voz firme hasta que tuvo el tono perfecto de servilismo y mansedumbre, el otro frunció el ceño
-“¿Por qué te aferras en hacerme enojar?”- pregunto el otro entrando en la habitación sin que el dueño le diera permiso, y sentándose en la orilla de la cama, invitando al otro a sentarse en una butaca frente a él.
“- ¿Será inadecuado si le pregunto exactamente lo mismo? - repuso el con sarcasmo, incapaz de suprimir su natural arrogancia, pero sentándose obedientemente en la butaca.
-“Más que inadecuado, es ofensivo que te dirijas así a mí”- dijo el otro con el rostro enfadado
Christian estuvo a punto de sonreír, ante el gesto de Henry, pero se reprimió, dios en la tierra o no, el joven era terriblemente irritante cuando le daba por ponerse caprichoso y petulante.
-“¿No me ha dicho, por que esta aquí?”- Pregunto sin hacer caso de la mirada enfadada de Henry
-“¿Necesito un motivo?”- pregunto el otro, adoptando una expresión casi infantil, pero Christian lo miro fijamente a pesar de su figura menuda y la posición vulnerable en la que se encontraba no podían opacar el aire de majestad y de autoridad que lo envolvía como una capa invisible de inmenso poder. Sus ojos, de ese extraño color, siempre cambiantes y siempre bellos, hablaban de la inteligencia y la magia que poseía su dueño;
-“Me gustaría creer que tiene uno”- dijo el
-“Queria hablar contigo”- dijo Henry de pronto mirándolo fijamente y de manera grave
-“¿De que quería hablar?”- pregunto con tacto, Henry no sabia como explicarse, después de todo Christian no era la reencarnación de un dios, Christian no tenia aquella responsabilidad sobre sus hombros.
-“No debe preocuparse, cuando llegue al momento sabrá que hacer”-
Henry se sobresalto, Christian tenia aquella habilidad, era como si pudiera leer su mente, sus pensamientos, el en cambio nunca sabia que era lo que pasaba, por que Christian tenia aquella expresión fría y alejada, aparentando una enorme serenidad que sin duda solo desmentía aquellos ojos azules que a veces dejaban ver los tormentos por los que el joven había pasado, aun se preguntaba, ¿Cómo había llegado alguien como Christian ahí?
-“¿Como estas tan seguro?”- pregunto con voz temblorosa
-“Puedo sentirlo, el poder que hay dentro de ti, aquel poder es lo que necesitábamos”- lo observo un momento sin entender por que Henry sonreía -“¿Por que sonríe?”- Pregunto dejando que la genuina curiosidad saliera a flote en su rostro
-“Me has hablado de tu”- dijo el otro con una sonrisa radiante, y los ojos destellantes, Christian sintió el impulso de besarlo
-“Sera mejor que se retire, Jack debe de estar buscándolo”-
-“Se imaginara que estoy contigo”- Cristian sitio de nuevo el impulso con más fuerza, tanta que se sintió mareado
-“Ra”- murmuro, Henry cerro los ojos y después se dirigió hacia la puerta y salio
Christian dentro de si, sintió que le habían arrebatado lo único que importaba en el mundo, lo único por lo que valía la pena luchar.
-“Cuando le dirás que fuiste tu, quien le quito la vida cuando era faraón”- le reclamo su conciencia, apretó los puños a sus costados, no tenia el valor, no tenia el valor para decirle a Henry que el Christian Rósele, estaba a su lado para aliviar sus culpas, o cometer el mismo pecado.
:::::::::::::::::::::::::::::: ::::::::::::::::::::::::::::: ::::::::::::::::::::::::::::: :::::::::::::::
Nuevamente se había despertado con la sensación de que no había descansado a través del sueño, al contrario de nuevo había tenido uno de aquellos episodios de sus sueños, nuevamente había visto todo desde los ojos de Christian.
Se cambio lentamente sin poner realmente atención en lo que hacia, pero como siempre se vistió exquisitamente en un traje gris oscuro, hecho a su medida, de tres piezas que se amoldaba perfectamente a su cuerpo en especial a su cintura y a su cadera, y el azul de la corbata contrastaba con el azul que usaba en la camisa.
-“A eso le llamo yo, vestirse para matar”- murmuro su hermano en cuado lo observo bajar la escalera que conducía a su habitación -“A quien vas a ver”-
-“Por si no lo recuerdas, yo si tengo trabajo”- murmuro, sin usar su tono irónico, simplemente se limito a sentarse para tomar su desayuno
-“Por eso eres uno de los 10 solteros….”- no termino la frase, su hermano le había arrogado el jugo en la cara
-“Deja de molestar”-
-“Te levantase de aun más mal humor que lo habitual”- dijo el más joven limpiado su rostro
-“No he podido dormir bien”- declaro dándole mansaje al puente de la nariz, sentía en su sien el dolor molesto que precedía a la migraña
-“De verdad deberías ver a un medico”- murmuro el hermano realmente preocupado
-“No tengo por que”- contesto
-“De verdad me preocupas”- murmuro el menor
-“No te preocupes estoy bien”- dijo el
-“Deberias conseguirte novia”- dijo el menor
El medito las palabras, jamás había tenido una pareja sentimental y cuando había sentido que era momento de experimental, había buscado a alguien que no le trajera problemas, que después no pudiera chantajearlo, una chica siciliana, pero el había controlado todo, y se había encargado de que la joven saliera de su vida para siempre, también había experimentado con alguien de su mismo sexo, pero en todo momento el había llevado el control, no, no pensaba que una pareja tuviera algún valor, después de todo, el amor no era más que una forma de debilidad y el no necesitaba una debilidad en su vida, ya tenia suficiente con las que tenia.
-“No lo creo”- dijo por fin
-“Piensalo”- dijo el otro, saliendo del comedor, para terminar de arreglarse
Sin embargo, no pudo dejar de pensar en aquellos ojos de terciopelo rojo