Quiéreme como se debe [exo&vixx drabble dump]

Feb 15, 2016 01:32

Colección de drabbles a pedido con el sólo fin de darle amor a mis bias de exo y vixx (y escribir).
¡Aún me pueden enviar prompts @jeadore_a! La única condición es que contengan a Kai y/o N.

i. dulce como un limón, exo, kai/kyungsoo. ~2k

prompt: "kyungsoo es un rancio sin corazón y jongin quiere cambiar eso porque sabe que en el fondo es super tierno" pedido por Tammi-chan♥

Ojos bien abiertos, casi saltones, y labios apretados. Los rayos de sol se filtran por entre las ramas pobladas del árbol, a la sombra del cual está la mesa donde ahora se reúnen cada martes y jueves, y no sólo echa haces de luz sobre los apuntes desperdigados, también lo hacen en las pupilas negras. En conjunto, la expresión de Kyungsoo es, de hecho, bastante graciosa. Pero no es en absoluto la que buscaba.

-Jongin, ¿qué es esto? -pregunta. Escudriña el vaso que transpira y que crea un círculo de agua, peligrosamente cerca de sus apuntes de anatomía.

-Licuado de ¿mango y frutilla? -contesta Jongin, dubitativo. Toda la seguridad que había logrado juntar al salir del café de su hermana, se desplomó con sólo tener la mirada escrutadora de su compañero sobre él-. Está empezando a hacer calor, y más con el estrés de los finales cerca, y como llevas tanto tiempo estudiando, pensé que te vendría bien refrescarte -se explica con rapidez, trastabillando en las últimas palabras.

Baekhyun, sentado al lado de Kyungsoo y con los libros bien cerrados, sólo alza una ceja con perspicacia y se dedica a sorber ruidosamente su propio licuado. De alguna manera, eso le altera más que alguno de sus comentarios.

Mientras tanto, la reacción de quién le interesa no es más que parpadear durante unos segundos antes de agradecerle en un murmullo firme.

-¿Lo compraste en el café de tu familia? ¿Kamong? -cuestiona y baja el bolígrafo.

Jongin asiente. Comprar no es el verbo que él utilizaría, pero cuando uno hace una buena acción, no se fija en tecnicismos. El otro chico no necesita respuesta en realidad; el logotipo del vaso ya se lo comunica. Y es raro que Kyungsoo haga una pregunta innecesaria, ni siquiera por cortesía, pero él está tan nervioso que no cae en la cuenta.

-Oh.

Los minutos pasan, Baekhyun ha dejado de sorber pero no de observar.

Kyungsoo aún no toca el vaso. Y el agua está empezando a empapar el borde de las hojas.

-Hyung, ¿no te gusta?

-Ah, no. Está bien. -Reacciona finalmente y se estira para tomar el vaso. Sorbe un poco y hace una mueca que intenta controlar, mientras masculla un-: Demasiado dulce.

Una carcajada explota y es tan melódica con rastros de picardía que sólo puede pertenecer a Baekhyun.

-¿Qué  te dije, Jongin? Kyungsoo es un agrio amargo.

Kyungsoo frunce el ceño. Parece dudar entre apuntarle con el vaso de licuado o un libro de anatomía.

-No soy agrio. Ni amargo.

-Sí, claro.

*

-Baek acaba de enviarte un mensaje -anuncia Sehun como si él no hubiese escuchado el ruido y le roba el celular. No se molesta en absoluto; sería una lucha inútil y él tiene que acabar su ensayo sobre la expansión de la literatura juvenil para el lunes-. La próxima, espresso doble. Puro. ¿Qué? ¿De qué habla?

Jongin levanta la vista desde su computadora, su nariz fruncida en disgusto.

-¿Café? Ugh, eso es veneno.

Sehun no le contesta, su boca quizás demasiado ocupada con papas fritas. Apenas puede pensar en cómo habrá engrasado la pantalla de su teléfono cuando oye otro ruido. Otro mensaje.

-Le has dado un licuado a Kyungsoo -dice Sehun, casi inexpresivo. Jongin ya lo conoce lo suficiente para saber que no es así, que su voz está cargada de algo que no es capaz de determinar, diversión o molestia-. ¿Dónde está mi bubble tea? -pide como si la bolsa de papas fritas no estuviera ya media vacía.

Jongin deja caer su cabeza sobre el teclado y gruñe algo similar a un vete.

-¿Y ahora le quieres dar un café? -cuestiona. Sin levantar la cabeza ni dejar de mirar cómo en la pantalla se escribe una sucesión de incoherencias, puede imaginarlo entrecerrando los ojos-. Sabes que los que toman café son más propensos a cometer un crimen, ¿verdad? Y Kyungsoo… Kyungsoo probablemente querrá comerte, sazonado con pimienta y paprika.

-Deja de mirar Hannibal -farfulla-. Además, él estudia medicina.

-¿Y cómo crees que sabrá cortar tu corazón? ¿O tus intestinos? Con una ensalada de lechuga y berenjena. Hígado de Jongin al escabeche -agrega mientras hace una mueca al imaginarlo -. Qué delicia. -Y se echa a reír a carcajadas de foca ahogada, mientras él intenta empujarlo lejos, fuera de su cama, de su vista, de su dormitorio.

Sólo logra esparcir papas sobre su cubrecama.

-Vete.

-¿Pero por qué te importa? ¿Por qué…? Oooooh, te gustaría que él estudie anatomía. Tu anatomía. -Y vuelve a reírse como foca ahogada, con palmadas incluidas.

Jongin bufa y se levanta de la silla, o asesinará a su amigo. Huye de su propia habitación.

*

Al final, Jongin sí le lleva un vaso humeante, demasiado caliente en las últimas semanas de primavera. Espresso doble, sin azúcar ni edulcorante. Asqueroso.

Kyunsoo se lo agradece, apenas levantando la mirada de su libro de química.

*

El jueves siguiente le lleva un café negro.

Mismo resultado.

*

Otro día le regala un latte aromatizado con canela y una galleta de chispas. Una mala elección del momento, porque están todos reunidos en las mesas, quejándose del calor, de la imposibilidad de ingresar a las bibliotecas tras el barullo que Jongdae y Baekhyun montaron, y del estudio. Por lo tanto, está bajo la mirada expectante de todos.

Jongin vacila, pero deja el vaso sobre la mesa.

Kyungsoo se lo agradece nuevamente, un poco distraído. Demora un minuto en beber el primer trago y tres segundos en hacer una mueca.

-¿Qué es?

-Latte. Con canela.

-Ah.

Seco, desinteresado. Regresa su atención al libro y a las notas en lápiz en los márgenes. Lejos de Jongin y de todos en la mesa. Oye un par de suspiros, de pena.

-Hyung, ¿por qué estudias? -pregunta de repente, obligando a que Kyunsoo lo mire ligeramente extrañado.

-Tengo examen la semana próxima sobre el sistema linfático.

-No, no. Me refería a tu carrera, medicina.

La expresión de confusión de Kyungsoo se acentúa.

-Es una buena carrera, con salida laboral asegurada.

-¿Salida laboral? -repite y le parece oír a Baekhyun y Jongdae cuchichear a lo lejos. O quizás es su propio cerebro que cae en la cuenta de que es lógico; decepcionante, pero una razón lógica-. También la tiene abogacía.

-Sí, supongo que sí.

La galleta se la come Jongdae; la moja en el latte y la ahoga ahí dentro.

*

-Te lo dije, quiere comerte -señala Sehun y luego suelta un quejido, cuando alguien le golpea.

-Kyungsoo no quiere comerte -contradice Baekhyun y le envuelve los hombros con un brazo-. No le gusta su carne con tanta fibra -añade mientras le aprieta los bíceps.

Jongin quiere echarlo, sacárselo de encima, pero se abstiene. Suena a que tiene algo para decirle, aunque sea para conmiserarse de él. Y, al menos, puede contentarse con que Baekhyun está en puntas de pie.

-¿Y cómo lo sabes? -cuestiona Sehun.

-Yo lo sé todo -asegura, dejando ir un poco los hombros de Jongin-. Mi misión en la vida es meterme con Kyungsoo para que éste tenga, de hecho, una vida… no tan plana.

-Eso suena…

-¿Altruista? Lo sé.

-No era la palabra que buscaba.

-Un sinónimo, entonces. Pero tú -se gira y señala a Jongin-, tú has hecho la pregunta equivocada. O la has fraseado mal.

Frunce el ceño, confundido.

-¿A qué te refieres?

Baekhyun se yergue con corrección, cuadrando los hombros. Como si fuera a impartirle la enseñanza más importante para su vida adulta.

-Tienes que estudiar a la persona con la que interactúas. No sólo hacer algo y esperar que te entienda. Observarla, analizarla, aprender a hablarle y tratarla. A mí me ha tomado años descifrar a Kyungsoo, pero en unos meses tú lo has hecho bastante bien. Por eso te ayudo -remarca, con una sonrisa satisfecha-. El punto es que Kyungsoo puede parecer un humano que ha comido demasiados limones, pero se asemeja más a una máquina. Responde sí y no y a preguntas muy específicas. Y tú estás dando vueltas como batidora.

Jongin se muerde el labio, sin entender por completo. Sehun no entiende en absoluto.

-Serás denso -murmura Baekhyun-. Pregúntale en qué quiere especificarse.

*

Te confesarás mañana?, dice el mensaje que le llegó de Jongdae, en la madrugada del miércoles.

No quiere confesarse. Quiere algo más problemático, más incomprensible. Quiere comprobar que las primeras impresiones engañan, que hay emociones más profundas detrás de su mirada pesada. Que no es otro personaje de una novela juvenil, plano y sin desarrollo.

Quiere que Kyungsoo lo note. Quiere creer que no está cayendo en un espiral por una persona-máquina.

No contesta.

*

Apoya un mocha al lado de la cartuchera perfectamente organizada, al alcance de la mano de Kyunsgoo. También trae consigo un pan de arándanos que deja caer encima de los apuntes ajenos.

Kyungsoo se lo queda mirando, nuevamente con ojos bien abiertos. Luego se fija en el chocolate espolvoreado encima de la crema y en el aroma dulzón que desprende en el aire, ya cargado con olores a pasto fresco y tinta.

-¿Jongin? No es necesario -dice apuntando al vaso-. Has estado trayendo café y no es…

-Lo sé. Quiero hacerlo.

Kyungsoo parpadea.

-Gracias, entonces -dice y mordisquea el pan. De la misma manera, apenas sorbe el mocha. Acciones de puro compromiso. Nadie puede decirle que Kyungsoo es un maleducado, al menos. Aunque tampoco le es suficiente para explicar todas las dudas que lo embargan, resumidas en por qué le atrae Kyungsoo, con su forma de ser reservada y casi apática.

No hace las preguntas específicas, había dicho Baekhyun.

-Hyung, ¿en qué te especificarás? Quiero decir, ¿qué rama de la medicina te interesa?

-Como interesar, ninguna en especial -contesta, alzando la vista. Jongin se desinfla al oírlo. No puede decir que no había contemplado esa respuesta, sólo no la deseaba-. Pero haré otorrinolaringología.

Oh. Se lo queda mirando por un rato, impresiona. Y, por primera vez, quizás, Kyungsoo no espera a que le pregunten para explayarse.

-A principios de la secundaria, Jongdae y yo pertenecíamos al coro municipal. Ensayábamos y competíamos todo el tiempo, para quedar entre los seleccionados a viajar al campeonato internacional que era en… ¿octubre? Y por agosto empecé a sentir que me dolía la garganta pero no le di importancia porque faltaba muy poco -explica. La voz le tiembla por un instante, imposible de ignorar. Hay emociones, emociones más allá de la ira que demuestra cuando le juegan bromas; emociones profundas que resurgen ligeramente por las brechas entre palabra y palabra-. Pero a una semana de septiembre fui al médico y me encontraron quistes en las cuerdas vocales. Así que, larga historia corta: no viajé. Mientras que Jongdae siempre que puede habla de Roma -bufa.

-¿Por eso no estudias música, con Jongdae-hyung?

-No estudio música porque medicina es una carrera más práctica -niega, de inmediato. Kyungsoo lo contempla por un instante, advirtiendo la preocupación y el interés en su rostro; y suspira-. Sigo cantando, Jongin. Todos los miércoles, en un barcito de Jono.  Con Minseok-hyung. Pero es un hobby. Preferiría ganarme la vida ayudando a quienes lo toman como algo más.

-Vaya, hyung, eso es… -comienza, pero se interrumpe. Sospesa sus palabras, su respuesta.

-¿Egoísta? Creo que Baek ha dicho algo parecido -repone Kyungsoo mientras regresa su mirada hacia sus apuntes, dando por terminada la charla.

-Dulce -susurra y se muerde el interior de su boca. Conociendo al otro muchacho como ha aprendido en esos meses, puede adivinar su reacción. Va a levantar la vista, ojos bien abiertos en incredulidad. Una sonrisa tira de sus labios al ver que no se equivoca--. Es dulce, a tu manera.

-Eso es nuevo.

A la sonrisa, le añade un sonrojo.

*

-¿Dulce? ¿Kyungsoo? -cuestiona Jongdae como si fuera lo más incoherente que ha oído en su vida. Baekhyun solo se ríe a carcajadas.

-Definitivamente quieres que te coma, ¿verdad? -comenta Sehun, casi inexpresivo-. Jongin à la lemon. Que exprima un poco de su jugo sobre ti y te coma.

Jongin hace una mueca de disgusto.

-Vete.

*

El primer jueves de junio, se sienta frente a Kyungsoo en la mesa que ya asumen como suya. Algunos rayos de sol se filtran por entre las hojas del árbol e iluminan el plato que posiciona sobre esquemas del esqueleto humano.

-¿Ninguna bebida rara nueva? -pregunta Kyungsoo y cree entrever  cierta mofa.

Niega con la cabeza, sonriendo. Saca dos tenedores de una bolsa de papel y se los coloca a un lado del plato.

-Sólo esto: tarta de limón, la especialidad de Kamong.

En silencio y al mismo tiempo, cada uno prueba un bocado de la tarta. Jongin no puede evitar cerrar los ojos al saborearla. Crema ácida de limón, suavizada por un merengue italiano dulzón y espolvoreado con ralladura de limón. Refrescante.

-Me gusta -sonríe Kyungsoo-. La próxima, yo te invito.

ii. las orejas de la inspiración, vixx, ken/ravi, ~850p
prompt: "wonsik seems too addicted to touching ken's ears". Pedido por Meliwi♥ (título patético, i know. no se me ocurre otro)

Como casi todo lo que sucedía y había entre ellos, empezó como una broma. Con comentarios juguetones, deslizados con la facilidad que sólo otorgan las relaciones cimentadas en más que risas; en horas perdidas en la madrugada y comprensión.

Muchas cosas comenzaron en esas horas, con los ruidos de Seúl mitigados por paredes insonorizadas, pero ¿esto? Esto inició en realidad a las siete de la mañana. Un comentario inocente, cargado de somnolencia mal escondida y buena onda, que obtuvo efectos insospechados.

Inició a las siete de la mañana, cuando Wonsik se lanzó sobre el sofá, derrotado, y sobresaltó a Hakyeon, haciendo que se le caigan los horarios que revisaba.

-Kim Wonsik, ¿qué crees que estás haciendo? -preguntó con tono amenazante, como si no hubiese chillado hacía dos segundos. Las risas suaves de Hongbin y Jaehwan sólo lograron que su mirada se endureciera y que amagara a golpearles en el cuello.

-Hyung, no puedo. No puedo más -respondió con voz ronca. Intentó acomodarse mejor contra el respaldar del sofá y el hombro de Hakyeon, pero la frustración le impedía relajar los músculos, como nunca.

-Si vas a morir, que no sea encima mío cuando estoy en el sofá -dijo Hakeyon, seguido de un chasquido de lengua. No obstante, al segundo empezó a acariciar el cabello del otro chico con suavidad, quizás demasiada para ser que debían estar ensayando en pocos minutos-. Estabas en tu estudio, ¿verdad? ¿No puedes componer?

Wonsik gruñó algo ininteligible que sólo consiguió sacarle risitas a Jaehwan.

-Frota mis orejas -propuso con una sonrisa grande y ojos hinchados y casi cerrados, somnolientos. Wonsik no estaba mejor; había estado dando cabezazos durante la noche y lo único que en ese momento lo abstenía de dormirse era la confusión que lo atacó ante ese comentario. Después de años, Jaehwan seguía pareciéndole muy espontáneo-. Mis orejas son como las narices de las estatuas de la Isla de Jeju: traen buena fortuna e inspiración -aseveró con un pequeño asentimiento.

La risa se le escapó antes de que se diera cuenta. Jaehwan se la respondió, complacido de haberlo animado. Sin pensarlo dos veces, Wonsik se estiró para acariciar y frotar las orejas del otro muchacho, bajo las miradas divertidas de los otros miembros del grupo.

-Adorable -murmuró sin dudar; porque lo era. Después de años, Jaehwan le seguía pareciendo adorable.

-Jaehwan-hyung no es una lámpara del genio, hyung -remarcó Sanghyuk con una sorna interrumpida por un bostezo.

-Y aunque lo fuera, ahora tenemos que ensayar. Luego lo frotas cuanto quieras.

A las palabras de Hakyeon le siguieron un suspiro generalizado y pequeñas quejas que disminuyeron a medida que empezaron a estirar.

De alguna forma, funcionó. En medio de la coreografía, se le ocurrió cómo continuar y qué técnicas aplicar.

Y cuando al final del día Taekwoon le dio un par de golpecitos en el hombro, un ofrecimiento silencioso de ayuda, él se lo agradeció pero lo rechazó. En un par de días podría oír la composición acabada y casi completamente pulida.

No sólo funcionó esa vez, también las siguientes que Wonsik se le acercó, frustrado y cansado, y le frotó la oreja, de arriba abajo y viceversa. No tanto por la inspiración, sino que lo hacía por una sonrisa, por calma esparciéndose por su mente y serenidad.
En esos momentos, Jaehwan ladeaba la cabeza y le dejaba un mejor acceso a su oreja.

Y como  muchas de las cosas entre ellos que empezaban como una broma, se volvió casi adictiva. Contadas veces le parecía repetitiva, porque siempre, siempre, obtenía una reacción distinta. Aunque la diferencia fuera ligera; pequeños pasos intermedios entre la sorpresa y la diversión, la diversión y el placer.

A veces Jaehwan movía las manos como si estuviera formando una bola de energía y se la tiraba a Wonsik con un “¡Fuera bloqueo!”. Otras, sólo cerraba los ojos y disfrutaba. Ruidos sutiles se le escapan cuando Wonsik acariciaba su lóbulo, suave y largo, sin perforaciones a diferencia de los suyos. Lo frotaba con decisión, pero cuando trazaba un camino ascendente por todo el cartílago, sólo rozaba con las yemas de los dedos, apreciando cada curva, hasta el extremo más anguloso.

Sanghyuk le decía que eran orejas de elfo y Jaehwan lo aceptaba entre risas o exclamaba un “¡De hada!”. Wonsik no lo negaba, aunque consideraba que eran más particulares que las de un ser mágico común; más raras y adorables, como todo Jaehwan. Más poderosas, que inspiraban en él no sólo ritmos, también sensaciones más estridentes.

-¿Bloqueado, otra vez? -preguntó Jaehwan apenas finalizaron la transmisión para la Vapp. Aun cuando Wonsik no había visitado el estudio en días, aun cuando ni siquiera había abierto su portátil.

Él negó con la cabeza, de manera distraída. Dividía su atención entre disfrutar de los intricados relieves que conformaban los cartílagos y observar a Taekwoon escapándose, o intentado al menos, del agarre monstruoso de Sanghyuk.

-Entonces, ¿por qué no haces algo más interesante que sólo tocar mi oreja? -Wonsik se volteó con sorpresa, que pronto se derritió en risas.

Se aseguró de Jaehwan las escuchara con claridad cuando le mordisqueó el lóbulo.

iii. escúchame (de rodillas), vixx, n/hyuk, ~800p.
prompt: "i'm totally not thinking about hyuk being hakyeon's master. petting his head and giving orders". Pedido por Meliwi ♥ (Advertencia: referencias d/s, ligeramente nsfw----> soy mala con ellos, tenganme paciencia.)

El sonrojo se extiende imparable por las mejillas de Hakyeon, hasta la punta de las orejas y a lo largo de su cuello. Normalmente lo encuentra adorable, pero en momentos así es delicioso, tan atrayente como los finos labios partidos y los ojos encapotados, que apenas pueden permanecer abiertos, a la sombra del flequillo húmedo. Antes, Hakyeon amagaba a llevarse las manos al rostro para hacerse viento y enfriar ese calor que crepita sin cesar. Ya no; ahora sabe mejor. Ahora sabe que debe dejar esas acciones repletas de vergüenza para cuando están frente a las cámaras y los demás lo vuelven el centro de las bromas. Ahora sabe que debe abandonarse a ser incendiado vivo, a que su única reacción sean gemidos de placer cuando Sanghyuk le besa el interior de sus muslos.

-Date la vuelta -le dice con firmeza, boqueando  las palabras sobre su vientre.

Le toma sólo un instante a Hakyeon para obligar a su cuerpo a obedecer.

Si su sonrojo es delicioso, la forma en que tiembla bajo las manos y la lengua de Sanghyuk es exquisita. Hakyeon arquea la espalda y a él se le dificulta seguir lamiendo su espina dorsal; nariz envuelta en el aroma tan particular de Hakyeon y el trasero de éste alzándose y rozando su cadera.

-¿Ya te has preparado? -pregunta.

Hakyeon tiene la cabeza ladeada, el largo de su cuello expuesto por completo. Quiere morderlo, lamerlo y jugar con él. No lo hace. Una de las pocas reglas es que no queden marcas visibles. Así que sólo acaricia con las yemas de los dedos mientras aguarda por una respuesta.

El cabello del otro muchacho apenas se mueve cuando sacude la cabeza.

-No te escucho -remarca Sanghyuk. Envuelve con su mano el cuello de Hakyeon y frota con el pulgar su aorta, con un poco de rudeza. El pulso bajo su toque se acelera.

-No, Amo.

Sanghyuk sonríe. Suelta su cuello y le acaricia el cabello, mientras le murmura un «buen chico» insolente.

-Pásame el lubricante -ordena.

Hakyeon asiente y se estira hacia la mesa de luz. Él no sólo alcanza a ver las ansias en cada movimiento, también la pila de horarios y guiones a leer dentro del cajón.

Pronto, Hakyeon está en posición, de rodillas y con las piernas separadas. Se estremece y su cabeza cae hacia un lado cuando Sanghyuk roza desde la punta hasta la base de su miembro y luego baja para concentrarse en sus testículos. Hakyeon no para de temblar ni de incendiarse, cuello rojo, bañado en sudor. Él quiere, tiene que, morderle, pero las reglas…

Sanghyuk no es muy bueno con las reglas.

-¿Por qué lo hiciste? -pregunta mientras le besa detrás de la oreja. También aprieta con una mano una mejilla del trasero de Hakyeon, tanteando la entrada, mientras intenta abrir el pote con la otra. Hakyeon emite un ruido cuestionador, demasiado atrapado  en las sensaciones. No es un buen momento, sin embargo prosigue-: ¿Por qué aceptaste el papel?

-Rojo.

El pote se le cae sobre las sábanas y él no está seguro de si quita sus manos con mucha velocidad o si Hakyeon se separa bruscamente.

-¿Qué demonios, Sanghyuk? Dijimos que nada de trabajo.

-Lo siento, hyung -contesta, con sinceridad. Mas, si es honesto, está demasiado preocupado para arrepentirse por completo-. Pero mira tus ojeras. Y si ya tenemos poco tiempo para nosotros dos, ahora…

-Lo necesitamos, ¿sí? -le corta Hakyeon. Ni siquiera suena todo lo enojado que debería estar-. No sólo yo, no solo por mis sueños, también el grupo. ¿Lo entiendes?

Se muerde la lengua.

Lo entiende, claro que lo entiende. Hace años que no es un chiquillo. Pero tampoco se siente como el hombre que se merecería Hakyeon, ni siquiera cuando es capaz de someterlo.

-De rodillas.

-Te doy demasiadas libertades sobre mí, maknae -ríe el otro muchacho y acata.

Y Sanghyuk las agradece, en serio que las agradece.

Porque Hakyeon es de esas personas que podrían tener a quien quisiera a su lado. A alguien más demostrativo en público como Jaehwan o más atractivo como Hongbin. Y, sin embargo, ha elegido desembarazarse del control que debe mantener constantemente y dejarse llevar por las órdenes y los toques de Sanghyuk.

Le separa más las piernas, lo besa y le acaricia el cabello. Su sonrojo es delicioso; sus temblores, exquisitos, y todo Hakyeon es exorbitantemente adictivo. Tanto que a veces, a su lado, teme no poder conciliar al Amo, al novio preocupado y al chiquillo ambicioso que lleva dentro.

p:nhyuk, p:kenvi, r: pg-13, vixx fanfic, p:kaisoo, exo fanfic, drabble dump

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