It's a dangerous business going out your front door. - J. R. R. Tolkien

Jan 03, 2011 19:11


Y yo diría que, también, abrir un libro es algo peligroso. Al igual que los caminos, nunca sabes a donde te llevarán e incluso, más aún, cómo podrás salir de allí.
Hoy he entrado a twitter por la mañana y he encontrado la mitad de mi time line hablando sobre Tolkien. Y hoy, si siguiera vivo, Tolkien cumpliría 119 años; un suspiro en el tiempo para un elfo, una vida para un hobbit y un largo camino para un humano. Así que, la primer entrada del año, creo que es completamente merecido que escriba un poco acerca del hombre que, con mucha probabilidad, ha sido la mayor de las influencias en mi vida.

La verdad es que me ha dado muchísima nostalgia el encontrar tanta gente hablando sobre él. La primera vez que leí algo suyo fue cuando tenía alrededor de 11 años, justamente la época en que acababan de estrenar la primera película de ESDLA y si bien estoy totalmente conciente de que antes de sus libros yo había leído bastante más, La Comunidad del Anillo es el primero que recuerdo con tanta claridad.

Es un poco complicado hablar de Tolkien porque siempre fue algo muy personal. Recuerdo abrirme paso con una cierta dificultad a través del primer libro, recuerdo recorrer media ciudad en busca de los siguientes dos porque, por supuesto, aún no causaban tanto furor y por tanto era ciertamente complicado encontrarlos. Recuerdo pasar las páginas y ver las imagenes en mi mente, los caballos y los estandartes ondeando al viento, las canciones resonando con suavidad; descubrir la tierra media entre las letras y la fuerza entre los héroes más insospechados del mundo. ESDLA fue para mi una suerte de asidero en mi época negra (porque por algún motivo siempre parece que las crísis me alcanzan más temprano de lo que deberían) y fueron los libros que me enseñaron a imaginar. Pasar otro largo tiempo en la cacería de El Hobbit y El Silmarillión es algo que suena lógico e hicieron de Tolkien el primer escritor al que he seguido con tanta asiduidad, aún contado que aún me faltan muchísimos de sus libros por leer.
Hablar del Silmarillión es un poco absurdo, la verdad, porque no tengo palabras que decir. Ha sido el único libro que ha podido fundirse tanto con mis pensamientos, el único que me ha hecho creer más allá de las páginas...

A veces he tenido que preguntarme qué habría pasado si las historias de Tolkien nunca hubieran llegado a mi vida. Y no es sólo porque consiguiera sacarme de mis periodos depresivos o de los momentos en que me aterraba por alguna tontería; no que siempre pudiera encontrar un poco de ánimo releyéndolo, y tampoco únicamente el mundo que me abrió. Aprendí a mirar un poco más a profundidad en este mundo para buscar el de Tolkien y, más aún, aprendí a mirar los otros mundos que había para encontrar. Los de Tolkien fueron mis "primeros" libros, sí, y fueron la base para que encontrara todos los demás; es un poco absurdo, pero por ellos descubrí que el cine y la televisión a menudo están basados en libros y eso fue detonante de que yo comenzara a leer todo lo que pudiera. Tal vez incluso es por eso por lo que nunca logré congeniar con Harry Potter, porque cuando todos los chicos de mi edad comenzaban a soñar con ese mundo de capas y varitas, yo ya había soñado hasta el infinito con esa Tierra Media llena de magia en el aire...

Y no soy de esos fans que releen la saga cada año, y tampoco de esos a los que Tolkien les enseñó su camino en la vida, pero también hay demasiado que no habría ocurrido si no hubiera conocido sus libros. Tal vez no habría series, ni manga, ni anime para mi. Tal vez nunca habría habido para mi una Anne Rice o una Poppy Z. Brite, o un Bradbury o un Asimov. Tal vez no habría ciencia ficción. Tal vez nunca hubiera habido concursos de cuento ni fanfics, no sé. Tolkien marcó un cambio tan grande en mi vida que es imposble de explicar sin dar vueltas alrededor de los mismos argumentos, una y otra vez. ¿Qué otra cosa se puede hacer, salvo agradecer la existencia de un hombre tan maravilloso?

La primera vez que lo leí, no pude dejar de proclamar que Tolkien era mi escritor favorito. Y ahora, nueve años después, puedo seguir diciendo lo mismo con todo el orgullo del mundo.

Y luego de tantas tonterías sentimentales y sin demasiado sentido, tal vez sólo queda una cosa por decir:

Profesor, donde quiera que esté, tras esa cortina de plata y cristal, feliz cumpleaños y gracias por todo. Nunca lo olvidaremos, porque usted vive en cada página que ha escrito y nos ha regalado.

libros libros libros~, raaaaandom, felicidades!

Previous post Next post
Up