Naturales (Lost)

Feb 05, 2011 22:35

Yeih yeih yeih! Hello!!! Bueno, nada, que me escapo para dejar aquel un regalillo tonto, porque la uni no me deja con mi vida y la semana que viene es semana de exámenes y tengo que estudiar mucho mucho mucho, hacer muchos extra-credits y tareas varias. Y bueno... aunque mi vida no esté para fanfics aquí me veis porque no pude resisterme. :D Muchos besines, guapísimas (♥:), que les debo una pasada por sus journals que no me perdono :(.

Nombre: Naturales
Fandom: Lost
Categoría: Drabble/One-Shot
Palabras: 774.
Género: Drama.
Personajes: Daniel Faraday. Inclinaciones al Daniel/Charlotte.
Advertencias: Spoilers hasta la quinta (?) temporada. Si betear, sin revisar y probablemente no tiene mucho sentido xD.
Notas: Pues ésto fue escrito para la super hermosísima amandabeicker que quería que escribiese algo del super ultra cute Danny en honor a Lost con el tema "laboratorio". Y ésto fue lo mejor que pude hacerlo xD. Vamos, que estoy segura que no es lo que querías, pero aún así espero que guste. (Sino no y tienen permiso a tirarme tomatazos, eh? ;D). Escrito también para reto_diario y el prompt 01.Naturales de la tanda de prompts "Conjuntos Numéricos".

"Naturales"

Aunque desde pequeño hubiese tenido alma de músico, había habido algo en la física desde el primer momento que le había indicado que tal vez podrían ser compatibles.

No sabía exactamente qué ni como, tal vez era la pasión que había en cada una de las notas, de los datos recolectados, el enfrentarse con una idea nueva y ver qué tal le salía, qué tal le iba, descubrir cómo su mente se iba llenando de datos certeros, haciendo una sinfonía, planteando una hipótesis, cobrando vida frente a sus ojos cerrados mientras el ímpetu salía a borbotones por sus oídos.

Había una vez llegado a una conclusión certera de por qué se había decidido por la física pero creía haberlo olvidado.

De alguna manera ahora todo era un borrón difuso en su memoria que sólo vivía en el presente, entre árboles de mango, a treinta y tres grados, pájaros cantando y flashes de luz que oscurecían sus sentidos. Bien sabía que en primer lugar su madre le había obligado, ahora bien, su madre había intentado obligarle a muchas cosas y aún así él siempre había tenido la fuerza de voluntad de negársele.

Creía que había sido porque tanto la música como la física cuántica eran ciencias inexactas que salían de sus dedos revelándose ante el mundo. Porque en su cabeza, en su cuerpo y en sus ganas fervientes de vivir, era algo que surgía natural. Porque después de todo, el área de campo resultaba ser la vida misma, y no había nada como adentrarte en el día a día, con aquellos ojos bien abiertos, dejando todos los pesares, todas las culpas detrás para adentrarte en lo desconocido, en el laboratorio del mañana.

Había pensado que eso jamás podría volver a ocurrirle con nadie. Y ahí era donde sus hipótesis se equivocaban. Teresa había sido un experimento fallido que todavía le dolía cuando aquellos ojos eternamente azules agitaban fogonazos de una consciencia dormida. Ella, aquella dulce niña, que ahora dormitaba en algún lugar muy lejos de allí era el recuerdo que siempre tendría de haberse involucrado demasiado, de haberse creído director de orquesta, de haberse dejado llevar por la sinfonía.

Y jamás habría querido que aquello le pasase de nuevo. Claro que, jamás había contado con llegar a pisar aquella isla mágica y maldita, donde nada era certero y aún así comulgaba con sus pensamientos de quién era y lo que hacía allí de una mejor manera que en cualquier otra ocasión.

Si hubiese estado bien de la cabeza, si hubiese podido recordar a Teresa con claridad, el sabor de su risa, las lágrimas de su sufrimiento, tal vez no se habría enamorado de Charlotte Lewis. Era aquel pedazo de tierra que lo llamaba y lo anclaba, más que nunca a lo que era ahora y le hacía olvidarse de las pretensiones de ser profesor, de ser científico, de ser músico, de ser Daniel, y simplemente ser quien era, en aquel lugar del espacio tiempo, sintiendo sonatas a flor de piel e intentando por una vez que el lado racional de él tomase la ventaja.

Pero no podía evitarlo.

Por mucho que lo quisiese y por mucho que lo intentase, era en aquellos momentos perdidos donde sabía que no había mucho más que sus sonrisas sarcásticas, su cabello rojo lleno de secretos, su mirada firme y férrea y aquella certeza de saber que ella estaba dando mucho más que él por estar allí. Y aún así, aún cuando ya no era él mismo y sabía que ella moriría, moriría entre sus brazos, sí que lo haría, cuando la sangre se secase y la isla se la llevase, sabía que no había nacido para batas ni para laboratorios, porque aquello de no involucrarse jamás había ido con él, porque todo eso de hipótesis formuladas, verdaderos y falsos eran algo mucho más pequeño que la perspectiva que lograba cuando se sumergía en sus gélidos ojos azules que de alguna manera habían comenzado a abrirse ante él mostrándole mundos insospechados.

Daniel Faraday entonces pudo estar feliz los últimos días antes de su muerte, porque sabía que en aquella tierra rodeada de mares sin fondo, en un punto perdido en el mapa, él no tenía que ser nada, y podía simplemente ser desnudo frente a su mirada, porque todo surgía natural, porque sabía que no importaba lo que pudiese haber hecho, los experimentos que no habían funcionado ni lo que alguna vez había querido ser. Porque allí, con ella, había podido dejar a su alma cantar entre las miradas, entre el silencio, entre las respiraciones agitadas y los últimos recuerdos de lo que alguna vez había sido su mayor error.

FIN! ^^

Y una cosita más: ya saben que estoy tomando requests (todooos los que quieraaaan!) en este post. Les estaría muy agradecida si se pasasen por allí unos segundines a compartir alguno que otro prompt. Besos!

escritos, looooost!, fanfiction: lost

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