Fandom: Fushigi Yuugi
Claim: Hikou/Houjun/Kouran
Disclaimer: nada de esto me pertenece
Notas: lo dicho; conviene leerse las tres anteriores.
04.Dependencia
No debería ser así, claro. Es lo bastante mayor como para enfrentarse al mundo él solo, como para no depender de nadie. Bueno, quizás de sus padres; pero eso es normal.
Y, sin embargo, a Houjun le cuesta ponerse el uniforme, cada mañana, y coger el autobús.
Se siente raro, este año; se siente extraño al ponerse el uniforme y colocarse bien el pelo, rebelde y rubio, y coger la mochila y bajar a la parada de autobús. Hoy es martes; los martes tiene gimnasia nada más empezar, recuerda, así que echa una toalla limpia y ropa para cambiarse en la mochila. Y baja las escaleras saltando, y procura poner una sonrisa.
Sus padres creen que es lo mejor, esto. Que le están asegurando el futuro; en su antiguo colegio les dijeron que debían cambiarle, que era lo bastante inteligente como para seguir otro ritmo, un ritmo distinto del que encontraría, por ejemplo, en el colegio donde están Hikou y Kouran.
Les echa de menos.
Sus compañeros son simpáticos, por supuesto. No es que pueda quejarse de ellos; ni siquiera se han metido con él. Nunca. Y es que Houjun tiene una facilidad asombrosa para caer en gracia, para hacer amigos; es justo al contrario que Hikou, que siempre acaba peleando con todos. Y eso le hace preocuparse por su amigo, de vez en cuando.
Le da un poco de miedo subir al autobús, a pesar de que, está seguro, alguien le está guardando el sitio. Y no debería ser así; es lo bastante mayor como para enfrentarse al mundo solo. Sin Kouran, sin Hikou.
Pero no puede.
Quizás sí que tenga un poco de dependencia, se dice. Pero tampoco puede ser tan malo.
05.Historia
Martes. Primera hora. Podría significar miles de cosas distintas, pero para Hikou, este año, significa Historia. Cincuenta minutos sin hacer absolutamente nada, mirando fijamente la pizarra o las ilustraciones del libro, procurando pasar desapercibido y no hablar más de la cuenta.
Es más difícil de lo que parece, con Kouran a su lado. Kouran suelta comentarios graciosos cada vez que puede, y a Hikou le cuesta no reírse. Mucho. Y el profesor les mira con cara rara, como de enfadado pero sin llegar a estarlo, y ellos se aguantan la risa, o lo intentan. A veces, Hikou tiene que taparse la nariz, para ver si para. No suele funcionarle, y es raro; a Houjun sí que le funcionaba. Houjun era capaz de parar de reír en apenas un segundo, sólo con taparse la nariz. Sólo que casi nunca lo hacía, porque le gustaba reírse.
Y le gusta, supone Hikou. Le sigue gustando, aunque ahora vaya a otro colegio y se echen de menos, y sólo se puedan ver por las tardes. Se lo preguntará después, se dice; le preguntará si aún le gusta reírse con la boca abierta, con carcajadas que lo sacuden entero y que surgen de algún lugar indeterminado en su cuerpo. Si echa de menos los comentarios de Kouran en sus clases de Historia. Si alguien le hace reír ahora con los suyos.
Hay muchas cosas que querría preguntarle. Si han dejado de ser tres, para ser sólo dos y Houjun.
06.Secreto
Desde el principio sabe que esto debe ser un secreto. Que tiene que quedar entre los dos; que nadie más puede enterarse.
Aún así, le cuesta no contárselo enseguida, a los dos. Quizás antes a Houjun, claro, porque Kouran es una chica, y no está muy seguro de que estas cosas se le puedan contar a una chica. Ni siquiera a ella. Pero le habría gustado decírselo, a cualquiera, y esperar a que le digan que está bien, que no pasa absolutamente nada. Que es normal querer besar a alguien, con casi catorce años, y que es aún más normal que ese alguien sea un chico.
No dice nada. Lo guarda en secreto, como ha prometido silenciosamente; el otro chaval, un poco mayor y tan asustado como él mismo, también lo hace. Y se cruzan en los pasillos de vez en cuando, pero no se paran a mirarse -mucho menos a darse otro beso, claro. Kouran no nota nada; por las tardes, Houjun tampoco. Y Hikou querría que se diesen cuenta, querría gritárselo y quedarse tranquilo, porque ha hecho algo que todos dicen que no debería de haber hecho, sólo que ninguno lo sabe. Porque necesita -necesita- que alguien le diga que ha hecho bien. Que no pasa nada porque haya imaginado que era otra persona, quien le devolvía el beso.
Nadie se lo dice. Nadie le tranquiliza, le da golpecitos en la espalda; nadie nota nada, porque, si Hikou es bueno en algo, es guardando secretos.