.:Masión Ryddle:.
(Litte Hangletton)
La respiración es irregular bajo la máscara blanca e inexpresiva, que comparte con todos los demás del círuclo. Sabe que el lord no tardará en llegar, y entonces todos deberán rendir cuentas de cómo lograron huir sin ser capturados por la tropa de aurores y niños de la Orden, que juegan a ser adultos.
Niños que juegan a ser adultos. Y él intenta alejar de su mente la imagen del cuerpo de esa niña, porque comparada con él lo es, y no solo por la edad; renuncia a una visión de pelo rojo y pecas dulces, y lucha con todas sus fuerzas para no preguntarse en silencio sin el vello del resto de su cuerpo será rojo también.
En el momento en el que Lord Voldemort entra en la estancia, se inclina, desechando de su mente cualquier pensamiento sobre la zorra sangre sucia de Lily Potter. Es el primero que tiene que dar explicaciones. Por algo es de los veteranos.
-¿Cómo hiciste, Lucius, para que ninguna de las mascotas de Dumbledore te atrapase?-la voz de su Señor logra que se le pongan los pelos de la nuca de punta. Es como una daga de plata que le acaricia la nuez. Un paso en falso y estás muerto.
-No me encontré con ninguno, mi señor.-miente. Y sabe que si el Lord lo descubre está muerto. Pero si se entera de que estuvo cara a cara con Lily Potter y no la mató; peor aún, si se entera de que desea lamer todo su cuerpo desnudo y no terminar jamás… el castigo será peor.
.:Cabeza de Puerco:.
(Hogsmeade)
Lily apura su cerveza de mantequilla, sentada con Alice y Marlene, a la espera de que lleguen los demás. Necesita saber que James está bien. Porque se siente mal, con él y consigo misma. No solo por hacer dejado escapar a un mortífago vivo; sino también por necesitar saber si sus manos recorriendo su torso desnudo serían tan frías como sus ojos auguran… Si su lengua es viperina, y lo que puede llegar a hacer con ella.
Y se siente mal. Se siente vacía y culpable. Porque quiere a James con toda su alma, pero quiere saber que se siente al ser de Malfoy. En ese momento se abre la puerta del bar y entran Sirius, Remus y Peter, seguidos de Alastor, al que Frank y James ayudan a caminar.
Dejan al curtido auror en una mesa, y Lily se levanta para correr a abrazar a James con todas sus fuerzas. Lo quiere. Lo tiene más que claro.
-Lily, cariño… ¿Estás bien?- la voz de James es suave. Preocupada.
-Claro, cariño… ¿Y tú?-pregunta ella delineándole el rostro con dos dedos.
-Bien, bien… ¿Viste a algún mortífago?
Ella desvía la mirada, mordiéndose el labio inferior. Luego lo besa, antes de contestar:
-No… a ninguno.